-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
Al otro día la rubia bajó hasta la cocina pero observó como sus hijos estaban ya desayunando mientras Jughead leía una extensión de papeles sobre la mesa.
—Oh, ya se despertaron.
—¿Por qué siempre los niños se despiertan temprano un sábado?—se quejó Jughead sin levantar la mirada.
—Porque la vida es una—contestó Max quien se ganó la mirada de tanto Jughead como de Betty.
—Tienes cinco años, no puedes contestar eso.
—De hecho, acabo de hacerlo—aseguró con seguridad—. Y no tengo cinco, tengo seis.
—Sigues siendo niño.
—¿Tú quieres que le diga a mi mamá que me estás molestando?—preguntó cruzándose de brazos.
Betty evitó solta una risa y Jughead levantó su cabeza quitándose los anteojos para leer, algo divertido.—¿Y qué pasará si le dices a tu mamá? ¿Crees que me va a hacer algo?
Max soltó una risa irónica—. Eso porque tú no la has visto enojada—se cruzó de brazos—. Y que no te tire con un zapato.
—Solo a ti te pasó eso—soltó Amelie mientras seguía dibujado.
—Entonces eres quien se porta mal.
—No me porto mal—se justificó— ¿Verdad mamá?
—No solamente... eres travieso.
—Es lo mismo—negó Amelie.
—Por favor, no comiencen a discutir tan temprano—se quejó Betty mirándolos, pero Jughead perdió su vista en la escena. Dejó de leer los papeles que tenía y siquiera se preocupó en dejar sus lentes para leer sobre la mesa. En silencio y en el lugar, observó como la rubia hablaba con los niños mientras desayunaban.
Observó como la niña se bajaba de la silla con un salto y caminó hacia él con una hoja en la mano—Para ti.
—¿Para mi?—preguntó tomando la hoja. Este sonrió al ver un dibujo simple pero sabía que recreaba el avión y ellos tres—Amelie,Max y él—, levantó su vista hacia la niña la cual tenía una sonrisa.
—Gracias, está hermoso. ¿Te parece si lo pego en la heladera?
—Oh es un viaje de ida—soltó Betty haciendo que Jughead la mirara—, no te entrarán todos los dibujos.
