Capitulo 4

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Por su parte Catherine había salido casi pálida del lugar sus amigas no sabían qué hacer con ella , ni que le ocurría no quiso decir ni una palabra llegaron a la casa y Catherine inmediatamente se encerró en su habitación , sus amigas no sabían muy bien cómo actuar decidieron darle un tiempo a solas antes de ir a interrumpir en su dormitorio le pidieron a la señora Lark el favor de preparar un té de infusiones para Catherine y ellas se sirvieron té y pastelitos en el salón al lado de la chimenea. Pasado un tiempo prudente entraron en la habitación de Catherine y la encontraron llorando desconsoladamente encima de la cama. La consolaron como pudieron hasta que los sollozos empezaron a aminorar y ella por fin pudo contarles toda la historia, no sin antes hacerles prometer que jamás le dirían a nadie sobre el asunto.

Pobre Catherine decía Anna, me parte el corazón verla así.

Sí, es lamentable todo este asunto.

¿Qué podemos hacer por ti?

Nada creo que había manejado bien el asunto durante este tiempo, debe ser el impacto de volverlo a ver. No creo que sea algo que se repita así que ya mañana estaré mejor se los prometo- dijo emulando una sonrisa.

Bueno te dejaremos tranquila - dijo Anna- pero sabes que puedes contar con nosotras para cualquier cosa.

sí, lo sé. Son un gran apoyo para mí, son la única familia que tengo- las tres mujeres se abrazaron con afecto y se despidieron de Catherine.

Habían pasado unas semanas desde el encuentro con Catherine y por fin Lord Havisham había dado con su paradero el detective privado al que había contratado por fin se hacía merecedor del dinero que se invirtió en sus servicios. El lugar en el cual vivía Catherine corresponde a una señorita heredera como había dicho el detective y la verdad es que si en un principio lo asombró saber esa información de quien había heredado su discreta fortuna era aún un secreto. Cuando reunió el valor para tocar la puerta frente a él apareció una joven de rostro simpático

Señor ¿en qué lo puedo ayudar?

Hola, buenos días, señorita, mi nombre es Daniel Havisham, estoy buscando a la señorita Catherine Smith.

Ella lo miro con desconfianza, pero lo dejo pasar a la recepción del lugar - espere aquí le voy a informar a Catherine.

De acuerdo - se quedó observando lo poco que se podía ver de la casa era blanca y llena de jarrones con flores que le daban un toque absolutamente femenino al lugar la verdad es que todo era armónico y delicado.

Espero por aproximadamente quince minutos hasta que escucho un murmullo de voces por el pasillo y vio entrar a Catherine, que en cuanto lo miro allí parado en la sala entro en un estado de asombro y enfado. Se volteo a ver a la joven que la acompañaba con absoluto fastidio, a lo que la muchacha respondió con cara de aflicción y de disculpa ,la joven se dirigió únicamente a Daniel para decirle: ¡no lo arruine milord! y se retiró.

¿Qué hace aquí? Pensé que había dejado claro que ya no nos podemos ver.

Si, pero ocurre que a mí no me quedo muy claro.

Es que no hay nada más que pueda aclarar. ¡No deseo verlo y eso es todo!

Creo que me estas mintiendo y que te estas mintiendo a ti misma.

Y yo creo milord que usted está pecando de exceso de confianza.

¿Qué insinúa con eso?

Que usted piensa que ninguna mujer se le puede resistir milord.

Bueno- dijo el con unas sonrisa coqueta- tendremos que poner a prueba esa teoría. Se acercó de improviso a ella y la tomo por la cintura para apretarla a su pecho. Estaban tan cerca que pudo notar el suspiro de asombro salir por sus labios de ella acerco su boca lentamente a la suya. Esperaba algún tipo de resistencia, pero todo desapareció cuando unieron sus labios se besaron suavemente pero prontamente el beso se fue transformando en un acto apasionado en el cual los dos se abrazaban desesperadamente. Por unos momentos Catherine quería olvidar sus problemas en los brazos del hombre que amaba, quería olvidar que era un hombre inalcanzable para ella, que era un hombre prohibido. Le entrego su boca con gusto y placer, el no se conformó solo con besarla también la acariciaba, sus manos parecían estar por todo su cuerpo en un instante la estaba sujetando fuertemente por la cintura, en otras estabas acariciando su espalda mientras su boca se unía a su garganta. Cuando la pasión parecía consumirlos por completo Catherine se dio un minuto para pensar y recapacito sobre la situación, no podía moralmente no podía hacerle esto a su ¿hermana? Bueno toda la evidencia apuntaba a que si. Con absoluta decisión y pena alejo al vizconde, él algo aturdido y enojado se resistió a soltarla por completo

Qué ocurre creí que nos estábamos entendiendo

-No milord, es que usted no entiende que no puedo y que no quiero estar con usted

-Por dios Catherine deja de mentir y de mentirte a ti misma, esta es la prueba que necesitaba para saber que no eres diferente a mis afectos.

No soy indiferente, pero eso no quiere decir que tenga deseos de estar con usted.

¡Mientes! Se que sientes lo mismo que yo.

Catherine dio vuelta el rostro no quería seguir mirándolo a la cara por que sabía que en cualquier momento viendo esos ojos y ese rostro, sus fuerzas podrían flaquear y sedería a sus deseos – Por favor- dijo apartándolo definitivamente de su lado – Quiero que se vaya.

No, Catherine estas equivocada no me voy a mover de este lugar hasta que me des una explicación razonable.

¡Basta! Es suficiente quiero que se largue de mi casa.

No, hasta que me digas que ocurre.

Catherine cerro los ojos mientras se le escapaban unas lágrimas- No puedo estar con usted porque su difunta esposa era mi hermana.

¡Suficiente! Esto es el colmo Catherine jamás hubiera pensado que eras capaz de inventar una historia como esta.

Ojalá fuera un invento, pero es la verdad milord. Pregunte a su suegra.

Daniel se quedó pasmado viéndola con horror. Qué pasaba con ella como era capaz de inventar una historia así. – Bueno si lo que querías alejarme te digo desde ya que lo has conseguido – prácticamente gruño cada palabra para después salir raudamente de la casa hecho una verdadera furia. No podía entender que ella pudiera decir algo tan absurdo, ¿es que tanto lo despreciaba?

Bellas esperanzas parte 2 (verdades )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora