Epílogo

676 59 37
                                    

Epílogo

[3 años después]

Los Zapatos sonaban en todo el corredor, y de trasfondo se escuchaban los sollozos como si hubiera varios hombres, pero el azabache no se percataba nada, no se asustaba, pareciera que no pudiera escuchar los desgarradores gritos... El seguía en su caminar... Hasta que llegó al fondo del pasillo que era iluminado solo con lámparas redondas de luz blanca... Dando paso a una gran puerta de metal reforzado, colocando una clave de seguridad, dejándolo pasar, y aquellos gritos se volvieron más intensos tanto que ahora si habían perturbado sus oídos. ..

-Oh, Cariño creí que llegarías mañana-Dijo un erizo que portaba traje negro cubierto por bolsas que impedirá que se manchar a, si de sangre ajena, y sin más se acercó al azabache que sólo le miraba...

No recordaba aquel brillo desde la última vez que se había visto, después de eso todo era opacó...

-Decidí adelantar los vuelos, para llegar lo más pronto posible, Te extrañe-Confeso dándole un apacionado beso que fue correspondió por el cobalto, Mordiendo sutilmente sus labios y tomando tan descaradamente las caderas ajenas, apegandolo a todo su cuerpo, el curpo ajeno no tardo en mancharse...

-¡Es encerio! - Grito un hombrecillo que miraba todo desde el suelo, esposado específicamente a él, desnudo, estaba sangrando por todo los cortes que se hacían en su piel, y aún así miraba con asco a los erizo enfrente del, teniendo en cuenta su situación no era muy inteligente de su parte, Pero ¿Quien se creía para interrumpir su apacionada bienvenida?

-Pu-Putos.. mari-ricas...

-Rayos, me he manchado, bueno no importa, Te espero arriba una vez que termines, con... - Dirigió sus ordes Rubíes, al espécimen que estaba hecho una mierda-... Mmm con lo que sea esa cosa- Dijo ignorando por completo al tercero que solo hacía reírse - No Tardes... - dijo de nuevo para darle un último beso y salir del lugar dejandolos solos

-No me gusta que me interrumpan mientras estoy con mi pareja, eso ya debiste saberlo, Dante -Fijo su mirada esmeralda como si de una presa se tratase, se acercó sin antes dejar el látigo de cuero y tomar ahora un palo de golf,-¿A quien le llamaste Marica? - preguntó tan sadicamnte que el otro no pudo ni responde, y más haya del miedo fue por qué el palo de golf fue introducido con brutalidad a su boca, rompiendo le así unos cuantos dientes,sería una pena que no haya muerto por ahogarse con sus mismos dientes que resvalaban por su garganta.

-¡Mmm.. Mmmmm!!

-¿Que acázo tu madre no te dijo que es de mal gusto hablar con la boca llena? Dejame ayudarte....

El pobre chico, no pudo reaccionar cuando sintió de nuevo como ahora miles de alfileres eran clavados en su boca, y obligándolo a cerrarla,¿Que había hecho aquel chico, para ganarse tan terrible tortura?

-No debiste haber tragado de la mercancía o siquiera tratar de engañarme... Dante, soy una persona piadosa, pero los traidores como tu me enferman... Así que en el infierno nos veremos...

Los alfileres que se trago rasgaron toda su garganta perforando su intestinos, y sin importar que tan mal ya la estaba pasando, tomó un cuchillo del cual comenzó a desmembrar cada uno de los dedos del joven, riéndose en el proceso, disfrutaba eso no mentiría, el dolor ajeno y más cuando lo merecían, le encantaba, Miró sus pecho y comenzo a escribir con un exacto algunas iniciales, penentrando y encajando tantas veces el exacto hasta que quedara perfecto... No se detuvo hay, sino hasta que tuvo que ver casi la capa de grasa que protege a los órganos internos, o al menos los pocos que no tenia dañados... Y sin más tomo de nuevo el bate de golf y comenzó a golpearlo, el ruido que hacían sus costillas cuando se rompían solo le hacían sentirse aún más feliz... hasta no dejarlo con vida.

It's My Life [Sonadow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora