Capítulo 35

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Aria

Hace ya una semana y media que Spencer cogió el avión para irse a Nueva York, cuando llegó me envió un mensaje como prometió hacer y estuvimos hablando un rato. Al día siguiente hicimos una videollamada y me enseñó el apartamento donde se está quedado a vivir, el cual está cerca del bufete que le asignaron y el que comparte con un compañero de trabajo. Los días siguientes seguimos hablando pero un poco menos, ya que Spencer tenía demasiado trabajo por haber llegado de imprevisto al bufete de Nueva York y yo también tenía varios trabajos que tenía que entregar. Seguimos hablando un par de días más, pero cosas básicas como, qué tal estás o cómo te va, ya hablábamos casi como dos desconocidos, pero tengo que decir que era por mi culpa, lo era porque yo pensaba que cuando Spencer se fuera lo pasaría realmente mal, porque acababa de empezar algo con él y lo quería mucho, pero tras el paso de los días me di cuenta de que no lo pase tan mal como me imaginaba que iba a ser, sí que es verdad que notaba que ya no estaba, sobre todo cuando iba a la oficina a trabajar, pero ese sentimiento se fue yendo mientras que pasaban los días.

Llevo un tiempo reflexionando sobre el tema y he llegado a la conclusión de que sí que echo de menos a Spencer, eso está claro porque es una persona muy especial para mí, pero no lo echo de menos de la forma en la que tendría que hacerlo, es decir, tendría que estar triste porque mi novio se ha ido a no sé cuantos kilómetros, pero no siento que esté triste de ese modo, el sentimiento que siento es más como si se hubiera ido un amigo no mi novio. Yo quiero a Spencer, pero me he dado cuenta de que no lo quiero de la misma manera en la que él lo hace, y me culpo por ello. No es que no estuviéramos bien juntos sino que no siento lo suficiente como para decir que lo quiero de una forma más amorosa. Deiton volvía a tener razón, le estaba dando ilusiones a Spencer y me siento muy culpable por eso. Cuando Spencer me pidió empezar algo sí que sentía que podríamos intentarlo, pero me di cuanta que había algo en mi interior que me frenaba y no me dejaba avanzar con él o llegar a sentir lo mismo, ahora sé que ese algo es más bien un alguien, el cual tiene nombre y apellido, Deiton Anderson.


***


Esta mañana Emily me dijo que esta noche saldrán un rato a una discoteca de la zona Brandon, Gareth, Eiren, Deiton y ella, y me pregunto que si quería ir con ellos, ya que necesitaba despejarme un poco por el tema de Spencer y eso, no le he contado todavía nada a Emily sobre lo que pienso de ese tema. Al final acabé aceptando, pero una parte de mí no quería ir, no era por estar con los chicos sino porque no quería ver a Deiton, ya que me recordaría la causa de porque no podía llegar a más con Spencer y eso me molestaba.

Gran parte de la tarde me la tire arreglándome, me deje el pelo suelto al final y me puse un vestido negro, como los que siempre llevaba cuando salía, el cual lo convine con unos tacones negros también. De maquillaje opte por una sombra dorada que según como le daba la luz se podían ver los destellos de purpurina que tenía, me delinee los ojos y me aplique máscara de pestañas, me eche un poco de bronceador, colorete e iluminador, y en los labios me puse un poco de brillo rosa para darle un toque. Emily pasó por mí a las 9 pm, justo después de cenar. Y ahora nos encontramos en su coche dirección a la discoteca donde nos reuniremos con todos.

-Bueno y qué tal con Spencer?.- me dice Emily cuando paramos en un semáforo.

-Emmm....-no sé si contarle la verdad, pero si se la cuento tendré que evitar decir una parte del porqué he llegado a esa conclusión porque eso significa nombrar a Deiton y no quiero que Emily sepa nada de lo que puedo llegar a sentir por él. Así que opto por mentirle.- Bien todo va bien.- le sonrío para que no sepa que estoy mintiendo.

Sensaciones entrelazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora