-¡Apresúrate, Rei-chan! -el rubio corría a algunos metros de distancia de él, llevándole ventaja -¡Vamos!
La primavera había llegado a Iwatobi desde hacía bastante, y en el aire se notaba. El frío ya casi ni se sentía, y las tardes estaban acompañadas por cálidas brisas que sacudían a las débiles ramas, que tras una época dura, hacían nacer pequeños brotes nuevamente. Eso es admirable de la primavera, ver como renace todo, en estos meses la vida está floreciendo frente a nuestros ojos, aunque nosotros estamos siempre tan ocupados, que no nos fijamos en la belleza que la naturaleza posee. O al menos es pensaba Rei, mientras Nagisa le gritaba; ya que él sí se preocupaba y admiraba por las cosas hermosas de la vida.
Nagisa había sido así desde que se conocían, siempre tan alegre e... insufrible, en ocasiones. En realidad, en la mayoría de las ocasiones era así. El rubio tenía una personalidad demasiado despampanante para Rei, que siempre se había caracterizado por su imperturbable clama y seriedad. Este chico había sacudido su mundo en cuanto se encontraron en el tren aquel día; y tenía que agradecerle mucho, la verdad. Gracias a Nagisa, había entrado al club de natación, que aunque no era algo a lo que estuviera acostumbrado, lo hizo muy feliz; y aún más contento lo ponía el compartir aquellos momentos con los demás. Eran un equipo, eran amigos, y eso era lo que Rei había estado queriendo inconscientemente durante mucho tiempo.
Sin embargo, a pesar de ser tan diferentes... por alguna razón a Rei le gustaba Nagisa. Él nunca había pensando en nadie como pensaba en él. Lo más lógico era que estaba enamorado de Nagisa, aunque de este sentimiento él no estaba del todo seguro, ya que nunca en su vida antes lo había experimentado. Sin embargo, tras informarse sobre el tema, llegó a esa conclusión. O por lo menos eso era lo que creía, no había mucho material realmente serio para estudiar sobre el tema. Pero si de algo estaba seguro, es que aunque Nagisa fuera irritante, le gustaba lo molesto y gritón que podía llegar a ser; le encantaba ese espíritu de niño que aún conservaba. A él le hubiese gustado ser un poco más como el rubio.
-¡Nagisa-kun, no tires tan fuerte de mi manga! ¡La deformarás!
-¡Si tan solo te apresuraras más no lo haría! -el menor infló las mejillas, frunciendo el ceño, mientras continuaba tirando de él.
Tropezando, Rei llegó, arrastrado por Nagisa. Ambos se habían juntado para ver a los árboles de cerezo florecer, un espectáculo muy tradicional en Japón. Una de los espectáculos que poseían más belleza, con aquellas hermosas flores rosadas desplegando sus suaves pétalos. Algunos caían lentamente, danzando con el viento, y cayendo sobre las cabezas de los espectadores. Ambos jóvenes estaban rodeados de personas, un ambiente pacífico y tranquilo reinaba allí. El de cabellera azulada sacó una cámara, decidido a capturar aquel momento.
Él intentaba enfocar un gran cerezo, que parecía tener muchos años, era el que más había florecido. Sus ramas se retorcían hacia el cielo, como acariciándolo, y las flores eran tan abundantes que chocaban con las cabezas de los transeúntes. Algunos niños que jugaban por el lugar arrancaban algunas flores y jugaban con ellas, mientras correteaban lejos de sus padres, y se oía como éstos los llamaban. El cielo estaba despejado, sólo unas pequeñas nubes blancas lo cubrían apenas, y la brisa suave y cálida traía el aroma del océano. Era un ambiente perfecto para tomar una foto, una foto digna de imprimir y enmarcar. Rei subió la cámara, la enfocó bien, y cuando obtuvo el plano perfecto...
-¡Reeeeei-chan!
El rubio se arrojó encima de él, haciendo resbalar la valiosa cámara profesional de sus manos, la cual fue recuperada prácticamente en el aire. Suspiró con desdén, al ver como la foto perfecta había sido arruinada por su acompañante. Llegó a tomarse, pero completamente fuera de foco, por lo cual en ella sólo se veía una gran mancha rosa y celeste.
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Beautiful Words (ReiGisa) {OS}
RomanceEn Iwatobi es la época del tradicional hanami. Cuatro de los integrantes del club de natación deciden pasarlo juntos, disfrutando de la primavera en todo su esplendor. Por supuesto este evento es más significativo para Rei que para nadie más, por la...