UN JUEGO DEL DESTINO DEL ODIO AL AMOR

Capitulo 25

UN JUEGO DEL DESTINO
DEL ODIO AL AMOR 💘

CAPITULO 25

Cómo era costumbre el platinado se fue temprano a la empresa, pues Naraku no estaba en la ciudad, al llegar vio en su puesto a Sara, lo saludo cómo habitualmente lo hacía, él solo acento con la cabeza y siguió hacia su oficina, después de dejar sus cosas, salió hacia la bodega, entre juntas de negocios se le pasó rápidamente el día, no tuvo ningún problema con Sara, pues al parecer había entendido como se manejaban las cosas en el trabajo.
Sara salía del trabajo como de costumbre a las 5, después de aquel encuentro, el platinado iba a su departamento regularmente, el que llegara tarde a su casa ya se había vuelto una costumbre.

💭Ya han pasado semanas de está situación, que él cree que ignoro, estoy harta de todo, de este maldito encierro, por mi ya me hubiera ido, pero no puedo salir, estoy presa en esta casa, se que hoy al igual que los demás días llegara tarde, pero no pienso aplazar más está conversación.

La castaña intento salir de la casa, pero antes de que pudiera hacerlo, uno de los guardias llamo al platinado.

Sesshomaru:
Diga.

Guardia:
Señor Taisho, la señora desea salir.

Sesshomaru:
No me llames por esas estupideces, ella no tiene permitido salir de la propiedad.

Dicho esto corto la llamada, el guardia veía con gran tristeza a la castaña, deseaba dejarla salir, pero sabía que perdería su trabajo, y lo necesitaba.

Guardia:
Perdón señora, no puede salir, son órdenes del señor.

Rin:
Entiendo.

La castaña dio la vuelta regresando a la mansión, luego de cenar entro al despacho, estaría allí hasta que él llegara, no tuvo que esperar demasiado, al cabo de una hora Sesshomaru estaba en su casa, al entrar el platinado se sorprendió, pues no pensó verla, mucho menos encontrarla allí.

Sesshomaru:
(Tono frío)
Que haces aquí ❓

Rin:
Quiero hablar contigo.

Sesshomaru:
Yo no.

Rin:
Pues no me interesa, vas a escucharme.

El platinado se sirvió un trago y se sentó, dispuesto a escuchar a la castaña.

Sesshomaru:
Habla y luego largarte.

Rin:
Eso quiero, largarme de aquí, hoy quise irme, pero tus hombres me lo impidieron.

Sesshomaru:
Lo sé.
No tienes permitido salir.

Rin:
(Llorando)
Deja que me vaya, esto es un infierno, ya no puedo más, solo quiero marcharme.

Sesshomaru:
No te irás.

Rin:
Porque no❓ tu vives un infierno me lo dijiste, igual yo, además... dame el divorcio, para que continúes con lo que sea que tengas fuera de aquí.

Sesshomaru:
A qué te refieres.

Rin:
Crees que no lo se ❓

Sesshomaru:
Que tendrías que saber.

Rin:
Que te revuelcas quien sabe con quién, por eso llegas siempre a la madrugada.

Sesshomaru:
(Sorprendido)
No digas estupideces.

Rin:
(Alterada)
No son estupideces, no soy tonta, he visto tú camisa varias veces manchada de pinta labios, mírame a la cara y niegalo Sesshomaru.

Sesshomaru:
(Enojado)
Te atreves a reclamarme, cuando eres tú la traidora, cuando llegamos a este punto, por tu maldita culpa.

Rin:
(Sollozando)
Si se que es mi culpa, pero yo ... Yo nunca...
Déjame ir por favor.

Sesshomaru:
Tu nunca que Rin.

Rin:
No tiene caso.

Sesshomaru:
(Gritando)
Habla!!! 
Maldición.

Rin:
Mañana me iré.

Sesshomaru:
Pierdes el tiempo.
Déjame solo, la charla terminó.

Escuchando estás últimas palabras, la castaña se marchó a su habitación, porque le reclamaba si estaba con alguien más, eso no le importaba, o si❓la verdad, era que su pecho se oprimía, al saber al platinado en brazos de alguien más, la trataba peor que a nadie, la ignoraba, era menos que nada para él, eso pensaba la castaña, al igual que ella, el platinado cuestionaba sus sentimientos.

💭 Porque a pesar de todo lo que ha pasado, la sigo queriendo, me duele su sufrimiento, nos hemos lastimado tanto, que ya no creo que algo sea posible. 

En la sala de la mansión, Kaede contestaba una llamada.

Kaede:
Familia Taisho.

-La señora Rin por favor.

Kaede:
Quien la llama❓

-Suikotsu Kishaba, su padre.

Kaede:
Señor Kishaba, un momento por favor.

Envío a una de las empleadas, a avisarle a Rin de la llamada.

Después de dos toques.

Rin:
Adelante.

Señora, tiene una llamada.

Rin:
Gracias ya bajo.

Limpió las lágrimas de su rostro, y bajo a ver de quién se trataba.

Rin:
Diga.

Suikotsu:
Princesa, cómo estás.

Hacia mucho que no hablaba con su padre, así que su expresión fue de asombro, y por supuesto, mucha felicidad.

Rin:
Papá!!! cómo estás que alegría.

Al escuchar la voz de su padre, las lágrimas amenazaban con salir, quería decirle que fuera por ella, que no quería estar más en ese lugar, pero no deseaba ocasionarle a su padre, ningún sufrimiento.

Suikotsu:
Porque no haz venido, dime la verdad, estás bien ❓

Sesshomaru iba saliendo del despacho, y vio a Rin hablando por teléfono, ella se encontraba de espaldas, no había notado la presencia del platinado.

Rin:
(Dejando escapar un suspiro ahogado)
Papá Sesshomaru me trata muy bien, es muy complaciente, me ha hecho muy feliz.

Suikotsu:
Que felicidad saber que tú matrimonio va bien, hazme abuelo pronto.

Rin:
Papá aún no creo que sea el momento, pero hablaré de tus futuros nietos, con Sesshomaru.

💭Hijos de Rin y míos, por un momento sentí un calor en mi pecho, pero que tontería, ni siquiera la he tocado.

Suikotsu:
Te amo princesa, ven pronto a visitarnos.

Rin:
Así será papá, pronto iré a verte, te amo.

Colgó el teléfono, y en cuanto lo hizo, cayó al suelo de rodillas, no pudo evitar llorar, se abrazo así misma, se sentía cansada, derrotada, él deseaba acercarse, abrazarla, pero se detuvo, no lo merecía.

Sesshomaru:
Porque le mentiste a tú padre.

La castaña se dio la vuelta sorprendida, al escuchar aquella voz.

Rin:
(Limpiando sus lágrimas)
No quería preocuparlo, además, yo debo solucionar los problemas de mi matrimonio.

Sesshomaru:
Y crees que puedes.

Rin:
No lo sé...Y tú...

Continuará...

(｡♡‿♡｡)