❖Lluvia.❖

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Regrese a la casa mirando que el chico peli rojo se había quedado recostado en la mesa, cerré la puerta principal mirando hacía él; acomodé mi cama destendiéndola y después fui por el chico el cual ya estaba dormido.

Lo acosté el la cama arropándolo para después ir por una manta e irme a la cocina, me senté en una de las sillas y me posicioné para dormir.

Cuando desperté mi primer movimiento fue ir a ver al chico, aún seguía dormido, me sorprendió el hecho de que no haya escapado o no haya robado algo. Lo mire por un par de segundos divisando que su pierna se desinflamaba poco a poco.

Me iba a dirigir a la cocina cuando por accidente tire el bastón de mi madre, es provoco que el chico se despertara, me agaché para levantar el bastón dejándolo enseguida apoyado en la mesita de noche.

Lo mire exaltado, pero cuando miro de nuevo el lugar se tranquilizo.

- Tu pierna está mejorando, pero aún no puedes caminar o irte.   -me gane un suspiro pesado de su parte mientras abría el cajón y tomaba una liga de pelo.

- Q-Que haces.   -dijo cuando me acerqué a él, dije que trataba de amarrar su pelo y este dejo de hacer sus movimientos inclinándose hacía mi.

Cuando acomodé su cabello volvió a abrir los ojos y me miro ya que, para sostener su pelo me había dado la espalda.

- Eh..   -los músculos de mi cuerpo de detuvieron quedando mi rostro mirando el suyo mientras sus manos tocaban su cabello y sonreía.

- Arigato.   -tendré  temperatura?, ¿Fiebre?, o porque esta rara sensación dentro de mi estomago y este exceso de calor en mi rostro.

- N-No hay de que..   -di media vuelta dirigiéndome a la cocina de vuelta.

Minutos después que saque algunas especias me detuve.

- Que quieres c-comer?.   -lo mire por el marco de la puerta sin asomar mi cuerpo.

- Lo que sea que prepares está bien.    -volvió a sonreír, un movimiento de mis cejas fue involuntario ya que estas se hicieron hacía abajo y de nuevo mi cara comenzó a arder.

Amabilidad, no la había recibido en mucho tiempo.

Amabilidad, no la había recibido en mucho tiempo

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- __________, Las papas ya parecen estar listas.    -lo mire mientras sacaba agua del pozo.

- Déjalas hasta la semana que viene, así estarán mas maduras. 

Había pasado semana y media desde que lo conocí, su tobillo había mejorado aunque aún sus estándares de volver a su aldea no eran precisos, Nagato constantemente me hablaba de sus amigos y de ir con él hacía aquel lugar.

Pero seguía diciéndole que no podía abandonar este paramo, aunque me insistiera varias veces yo seguía con la misma respuesta. Le dije que se quedara un tiempo más ya que debía de aprender a como defenderse.

Cuando su pie mejoro mire si sabía defensa personal, pero en cuanto comencé a atacar este se agacho y me hizo caer dando una vuelta hasta llegar a la pared. Algo que no funcionaría con enemigos más experimentados.

Le enseñé el huerto y a como plantar las cosas y cuidarlas, por mi edad el no imaginaba que supiera tantas cosas. Pero mis Padres desde que comencé a caminar me enseñaron cosas para sobrevivir si mi madre empeoraba y mi padre no estuviera para tratarla.

A veces me pregunta a donde voy en las tardes, no le puedo contar ni decir ya que encontraría una salida de este lugar y no quería eso ya que haría cualquier locura. Ponía alguna excusa e iba a sus Tumbas a rezar mientras algunas explosiones múltiples aparecían, pero todas eran alejadas.

- Volví.   -al dejar mis zapatos en la entrada capte un olor que me sorprendió. - Desde cuando cocinas.

Dije mirándolo incrédula mientras mi ceja se arqueaba.

- E aprendido algo mirándote cocinar.    -me dirigí a la cocina, sonreí al ver que hacía sopa y cortaba las verduras algo grandes, deje mi bolso en una de las esquinas para ir con él mientras tomaba un banco para estar a su altura.

- No tan gruesas.   -tome ambas de sus manos mientras me mantenía de un lado y le ayudaba a cortarlas adecuadamente, lo mire cuando soltó una risita divisando sus mejillas sonrojadas.

Volví la mirada a las verduras igual sintiendo un mismo sonrojo en estas.

- ¿Eh?.   -dije cuando oí que múltiples cosas caían, Nagato y yo fuimos a ver que era.

Y al abrir la puerta, estaba lloviendo creando un olor que no había sentido en algún tiempo, el panorama de los árboles creaba un hermoso paisaje.


In The Rain. »Nagato Uzumaki y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora