Cuando Saimon llegó al palacio, se escabulló por el mismo lugar por donde salió, pensó en subir a su habitación y empezar el paripé ahí, pero al final optó por ir directamente a la biblioteca a buscar a las dos chicas de su vida.
Al abrir las puertas de la biblioteca, se encontró con Anita dando clase a Serena en una de las mesas de la sala, ambas tranquilas y felices; también pudo notar a los dos guardias que vigilaban al hermano de su novia, los cuales estaban escondidos para que ellas no los notaran, principalmente su hija, y por supuesto, Jordan también estaba ahí, en uno de los tantos sillones del lugar, mirando a las chicas con una sonrisa, no hacía nada, no decía nada, solo escuchaba y pensaba en lo buena institutriz que era su hermana y lo linda que era la princesa.
-Buenos días - saludó el rey.
-Querrás decir buenas tardes, te has pasado toda la mañana y parte de la tarde durmiendo - dijo Anita divertida. Serena soltó una pequeña risa, Saimon no le tomó mucha importancia a sus palabras y le dió un beso en los labios.
-Ejem - carraspeó Jordan, a lo cual la pareja le miró - ¿podrías no besar a mi hermana delante de una niña pequeña y, sobre todo, delante mío?, gracias.
Serena no pudo contenerse y estalló en carcajadas, por otro lado el rey murmuró algo acerca de que era su castillo, su novia y su hija y podía hacer lo que le viniera en gana. Anita también se le unió a la risa al oír el murmullo de su pareja, mientras que Jordan sonreía con suficiencia por el resultado de sus palabras, al fin y al cabo, no podía ponérselo fácil a Saimon, alguien tendría que cumplir con el papel de familiar sobreprotector de la chica, y dado que él era su hermano y único familiar que se preocupaba por ella, era su deber hacerle las cosas imposibles al híbrido.
-Bueno, no era eso a lo que venía - dijo Saimon mirando mal al otro híbrido - ¿qué os parece si pasamos el resto del día en familia?
-Sí - dijo emocionada su hija.
-Claro - dijo Anita.
-Esto no me lo pierdo - dijo Jordan.
-Tú no - dijo el rey serio.
-¿Qué? - preguntó Jordan haciéndose el ofendido - ¿por qué?
-Porque he dicho pasar el día en familia, y tú no eres de la familia.
-En realidad, Jordan es mi hermano, por lo que técnicamente es de la familia - dijo la joven completamente calmada.
-Ja, ja, te aguantas, haber especificado más - se burló Jordan de Saimon, a lo cual Saimon estuvo a punto de darle un puñetazo.
-¿Y qué vamos a hacer? - preguntó Anita para intentar evitar que su hermano saliera herido a manos de su novio.
-Oh, oh, vayamos al jardín, picnic familiar - pidió Serena mientras saltaba y daba palmadas.
-Por mí bien - dijo la joven sonriente.
Ambos chicos también aceptaron la propuesta, aunque en el caso de Jordan no conocía el jardín, además de que nunca había hecho un picnic familiar, ni siquiera un picnic él solo, ese tipo de cosas en su familia no se hacían, y tenía curiosidad por saber cómo eran. Por su parte, Serena ya había ido corriendo a la cocina a por todo lo necesario para el picnic, le hacía mucha ilusión pasar tiempo con su padre, aunque se había vuelto algo más frecuente últimamente, todo gracias a Anita, y además tenía un nuevo tío con el que pasar el rato.
La niña volvió con los adultos al par de minutos, cesta en mano, por lo que los cuatro pudieron ir al jardín a disfrutar del picnic. El lugar seguía igual, como era normal, el ataque que hicieron al castillo no dañó el jardín, por lo que las chicas fueron rápidamente debajo del árbol en el cual tuvieron su primer picnic juntos, era justo que lo hicieran ahí para dar la bienvenida al nuevo miembro de la familia, le gustase o no a Saimon.
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La maldición del arma
FantasiaEl mundo sobrenatural nunca ha estado en paz, si no se peleaban entre ellos, eran los humanos quienes los atacaban, pero desde hace 30 años, parece que todo está tranquilo. O al menos unas especies con otras, pues dentro de una misma especie puede h...