Dangerous➳Teen Wolf \ Theo Raeken✔

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-Solo tienes que mezclar estas flores de aquí. -Diana sacó un cuenco de flores amarilla. -Con raíces de aconito, algo de brócoli.

-¿Estás haciendo una poción mágica o una ensalada? -Marina interrumpió a la chica. -Ni muerta comeré algo con brócoli.

-Si no comes eso estás muerta. -Fueron las palabras de Tessa interponiéndose entre las chicas antes de que empezaran una discusión.

Marina sonrío levantando las manos en señal de paz. -Si lo dice mi alfa, me lo como.

-No soy tu alfa Marina. -Repitió por enésima vez Teresa. -No puedo ser alfa, no estoy lista para serlo. -La imagen de Liam y sus palabras la acosaban. -Nunca seré su alfa.

Diana y Marina se miraron ambas sabían que Tessa era el afla perfecta para ellas solo faltaba que Tessa se diese cuenta, y si de algo estaban seguras era de que nunca obedecerían a nadie a no ser la pelirroja. La única que siempre las tuvo en cuenta.

-Oigan. -Clary se acercó corriendo traía su móvil en la mano. -Tú novio petulante. -Señaló a Tessa. -Acaba de llamar, dice que tienes vista.

-¿Qué?-¿Quién vendría a visitarla?Tessa estaba muy confundida.

-Lo que oíste el gilipollas de Liam, dice que te quiere urgentemente en la casa de Scott McCall, y que lo pases a recoger -Clary se veía molesta, muy molesta, sin duda no soportaba a Liam. -Yo tú le corto las pelotas por igualado.

Tessa que no estaba para más discusiones tomó las llaves de su coche y tras explicarle los nuevos ejercicios del entrenamiento se fue en dirección a la casa de Scott.

Se detuvo frente a la casa del chico y apenas bajándose del coche sintió un conocido y añorado olor. El olor de su tutora, de su madre.

Su sonrisa creció casi al instante.

- ¿Etta? -Tessa nunca antes había salido de su coche con tanta velocidad, en menos de tres segundos estaba sobre Etta dándole el abrazo de su vida. La había extrañado demasiado.

Henrietta vacunaba a Tessa entre sus brazos mientras la pelirroja mantenía la cara oculta en su cuello, la necesitaba demasiado, los últimos días habían sido una locura en la ausencias de su querida tutora, estaba segura que con Etta cerca hubiese tomado decisiones muy diferentes a las que había tomado, pero también sabía que su tutora estaría más que orgullosa de su avance, ya no se comportaba de manera agresiva, al menos el ochenta por ciento de las veces y había avanzado mucho con las chivas en los entrenamientos.

- ¿Cómo has estado, tomate? -preguntó la mayor de las dos, con un tono bromista que hizo sonreír a la segunda.

- Lo siento mucho, no quise decir ninguna de las cosas que dije. Yo...-Tessa estaba desesperada por arreglar las cosas la última vez que hablaron, no había sido la mejor de las hijas, de hecho estaba bastante segura de que había sido la peor.

- Está bien -Etta le acarició la mejilla tiernamente- Todo ha quedado olvidado. Estoy muy feliz de haber vuelto y saber que te has independizado completamente.-Al escuchar esas palabras el corazón de la pelirroja se llenó de una alegría que le era muy difícil de describir.

- De seguro Lydia ya te ha ido con el chisme.-Soltó en broma la pelirroja, sabía que su prima no se aguantaría en soltarle la información de las chicas.

- ¡Pero es una gran noticia! -exclamó con euforia Etta- Una manada de omegas que están dispuestas a seguirte, eso es algo grande.

- No tanto como lo que acabo de ver -inquirió Tessa, levantó una ceja al ver que detrás de su tutora se encontraba el más atractivo de los Hale- ¿Derek? ¿No dijiste que lo vuestro era aguas pasadas?

- Bueno, pues al parecer me ha atropellado mi propio tsunami.-, Y que tsunami, las pálidas mejillas de la pelinegra se tiñeron de rojo compitiendo con el cabello de su hija adoptiva al recordar todo lo ocurrido Derek.

- Teresa -la saludó el hombre, y Tessa estaba tan eufórica por el regreso de Etta que corrió a darle un abrazo rápido que los dejó a todos sorprendidos Tessa no es de dar abrazos.

Se entabló una corta conversación entre el trío sobre la manada de omegas, pero lo realmente dejó des cuadrados a la renovada pareja fue ver a Liam, bajarse del Impala en el que Tessa había llegado.

Liam se notaba más vivo que todas las otras veces en las que lo había visto, y eso la alegró de cierto modo, pero indudablemente no se esperaba la reciente noticia de que entre él y su hija existía una relación.

Aunque por una parte Etta no veía la misma mirada idiotizada en Tessa, más bien la veía algo tensa.

- ¿Queréis dar una vuelta? -sugirió la pelirroja minutos después de que la concentración se alargara, notando la mirada de su tutora.

Etta miró hacia Derek suplicante de que este no pusiese pegas, al igual que Tessa quien simplemente deseaba pasar tiempo a solas con su tutora.

Liam tomó la pequeña cintura de Tessa antes de estrecharla contra sí y estamparle un beso en la mejilla a la pelirroja. -Comportate. -Susurró el chico y Tessa simplemente asintió antes de ir con su tutora hacia su auto.

La alegría de la pelirroja volvió casi al instante en que vio la emoción de su tutora por estrenar el Impala.

- Joder, esto es precioso -exclamó la de ojos grises mirándolo todo por dentro- Qué estilazo ser la tutora de la líder de la manada de omegas. Mañana mismo iré con las niñas y les agradeceré por su ayuda.

- No son niñas, son mujeres. Tienes que dejar de llamarnos así -dijo la apellidada Woolf con algo de extrañeza.

- Cariño, no puedo evitarlo. A mis ojos siguen siendo adolescentes -se justificó- Así que... ¿Tú y el pequeño Liam?

Una ligera mueca se dibujó en el rostro de la pelirroja. Había querido que fuera una sonrisa, pero no le salía, cada vez se sentía más incomoda cerca de Liam.

- Sí. Él me está ayudando mucho a adaptarme a la manada.

Etta arrugó el entrecejo después de oírla. Conocía perfectamente a Tessa, y estaba segura que aunque la pelirroja nunca antes había estado enamorada, así no sería su mirada.

- Sabes que yo nunca te pediría que cambiaras ¿Verdad? -le recordó sospechando la razón de la repentina unión- No serías tu. Eres demasiado fuerte como para ser controlada, Tessa.

- Estoy bien así, en serio -Tessa no quería hablar del asunto, no quería perder la alegría del regreso de su tutora.

Tessa no podía evitar sentirse cada vez menos ella, mientras más tiempo pasaba con Liam, pero suponía que valía la pena cuando cada vez su tutora parecía estar más en casa, aunque Beacon Hills estaba bastante lejos de sentirse como un hogar para Teresa Woolf.