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*ESTE CAPITULO ES NARRADO POR HENZO Y ALE*

Ale salió corriendo del cuarto a toda prisa en busca de los niños, busque mi arma en la cajonera que se encontraba en mi cuarto, buscando también los cartuchos de este. En cuanto conseguí todo fui en busca de mis hermanos en el camino me encontré con Hache y Hades.

—¿Dónde están?— pregunte refiriéndome a ella y los niños,

—Helio y Simón la....—escuchamos disparos y los tres nos agachamos.—Se la llevaron al escondite del rancho, nos veremos con ellos por el túnel—Termina Hades de explicar.

—Son los hijos de puta, Pablo los mando, creo que nos siguieron— comenta Hache mientras los tres avanzamos hacia el estudio donde se encuentran mochilas con dinero para irnos de México, aunque no nos hace falta, solo lo hacemos por pura emergencia, lo que tenemos que buscar son documentos importantes de Cali y nosotros en los que hay evidencia para entregar a las autoridades acerca de capos importantes involucrados en trata de blancas.

Al iniciar en este negocio, Halek, Hades y yo al ser los mayores tuvimos que descubrir un poco del narcotráfico solos, nuestro padre era la mano derecha del tío de Pablo, pero lo dejo de ser en cuanto lo asesinaron en un viaje a Londres, mi padre había nacido ahí, y como el clan de ellos creyó que él lo había matado tuvo que huir de aquella ciudad llegando a Verona, tenía dinero guardado, y por algún motivo Alonzo Sicilia había guardado dinero para nuestro padre, él sabía que moriría, mi padre siempre ha sospechado que su misma familia lo asesinó.

Viviendo en Verona conoció a nuestra madre Sasha, en orden de nacimiento van primero los gemelos malignos (Hades y Halek) con 36, luego voy yo con 34, después Helio con 33, Hache con 32 y por último Samantha y Simón que fueron el fruto de un tiempo de separación de mis padres ambos tienen 30, su madre falleció el día en que dio a luz a ambos pero no resistió más cuando había salido Samantha, luego mis padres regresaron porque se amaban realmente, mi padre estuvo bastante tiempo deprimido por la muerte de America la madre de nuestros hermanastros, mi madre los recibió gustosamente, es una mujer ejemplar y aunque no le gusta cómo manejamos nuestra vida corriendo tantos peligros nunca nos ha dejado a un lado.

Todo lo que somos es gracias a ellos y como hemos tenido que salir adelante después de que mi padre, teniendo 19 años nos confesará todo, nosotros siempre estuvimos metidos en problemas, nos suspendían muy seguido, y aunque nos dediquemos y estemos involucrados con la mafia, hemos acabado nuestros estudios, por eso sabemos manejar los negocios.

Algo que nunca hemos soportado es el tráfico de blancas, creo que se debe al hecho en que tenemos una hermana y una madre las cuales amamos con todo nuestro ser, y no nos imaginamos que seríamos sin ellas, realmente vivir en México fue una decisión de todos cuando tuvimos la edad suficiente para hacerlo, México nos abrió las puertas pero así como nos dio cosas nos quitó a otras.

Nosotros manejamos un negocio muy distinto que los Sicilia, nosotros somos más sanguinarios que ellos, Italia nos respeta porque nos temen, muchos nos adoran en cambio a Pablo lo odian, nosotros no somos buenos, y nuestra salvación es aquella chica con dos hijos ¿porque? Ni yo lo se.

—Ya tienen todo—preguntó hacia mis hermanos, ambos asienten.

—Tenemos que irnos.—dice Hades.

—Henzo, Cali ¿estaba discutiendo contigo?—inquiere Hache.

—¿Porque preguntas?

—Por que cuando la vimos yendo por los niños estaba molesta pero también asustada—responde Hades.

No entiendo como ellos dos son los únicos que hacen preguntas en medio de un tiroteo.

—Les contestare todo , pero larguémonos de aquí—contestó molesto.

Solo quiero ver a Cali y los niños, y la única manera de hacerlo es saliendo de México, mientras ganamos tiempo de que Pablo sepa que regresamos a Verona, la ventaja de ir a Italia, es que nosotros tenemos control sobre le país y muchos aliados, en cambio, como mencione a Pablo lo odia toda Italia por ser un cabrón.

Cali:

Salgo corriendo del cuarto, con todos los sentimientos a flor de piel ¡Malditos sean los Galiano!, preocupada por mis hijos, una parte de mi pide estar tranquila, mis hijos no están solos están con Simón y Helio, logre ver que Hache y Hades entraban a la casa cuando yo salía corriendo.

Entró a la sala de juego y ambos hombres están con armas, mis hijos están escondidos en la parte trasera del sillón, este cuarto no tiene ventanas, así que nadie nos puede ver desde aquí.

—¿Qué hace...—me interrumpe Simón.

—Metanse a aquel pasillo,—nos pide y observo que lo que a simple vista parece un librero es una puerta secreta—Helio tuve con ellos, las camionetas están listas para irnos, yo iré por mis hermanos—dicho esto sale con sumo cuidado de la habitación, mirando de un lado a otro, lo veo desaparecer de la sala.

—Niños, vámonos— les dice Helio cargando a Luk mientras yo cargo a Ares, Helio toma mi mano para guiarme por el estrecho pasillo—Muñeca, no te separes de mi ¿sabes usar un arma?

—Si, pero nunca he tenido que hacer uso de esa habilidad.

—Muñeca, necesito que tomes esta—me pasa un arma que tenía detrás de su espalda¿siempre llevan armas?— colócala en un lugar donde la puedas tomar fácilmente, espero no la tengas que utilizar— la guardo detrás de mi espalda como él la tenía hace un momento.

Ambos niños están en silencio, lo que me hace pensar que los chicos les dijeron que tenían que hacer, solo necesitamos salir de aquel lugar para estar un poco seguros, empiezo a observar un destello de luz por lo que inquiero que es el final del pasillo.

—Permiteme muñeco—baja a Luk y observo que saca unas llaves de su bolsillo, y por logica son las llaves que abren la puerta con la que nos topamos.Luk se pega a mi, y con mi mano libre lo pego mas a mi.—Ya esta, ven— le habla a Luk y este como iman regresa a él.

—¿y los chicos?

—Ya deben de venir, no te preocupes, esta Henzo y Hades con ellos, de todos ellos saben como controlar esto sin que nadie salga herido.

—Aja, hace unas horas cuando llegaron Henzo estaba herido, ¡Sabe manejar muy bien la situación!—digo sarcástica y Helio solo esboza una sonrisa, nos guía hacia una camioneta polarizada amplia.

Parece que estamos en medio de la nada pero en realidad solo estamos en la parte trasera de la casa, solo si alguien se asomara por la gran barda nos vería.

—Entren— dice Helio, ayudándonos a subir.

—¿Porque siempre nos tenemos que encontrar en situaciones así,mi querido amor?

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Es la primera vez que escribo un capitulo con un poco de acción, y no se si lo hice bien, pero espero poder arreglarlo cuando acabe de escribir la historia.

Espero que les guste mucho, besos.

BESOS DESDE EL CIELO:3 

El Ángel De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora