Neón

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El débil es el más inteligente, pero… el que más poder tiene es el que más débil se convierte.  Podrías pensar que esas dos personas es la misma, que el inteligente y el más poderoso  son siempre el mismo ser, pero no lo recuerdo de esa manera.
 Son las 20 hs de un Martes de setiembre,  estoy ansiosa, todo el año estuve esperando para el día de hoy, a las 22 hs sale un vuelo hacia las Islas Ellice.  Solo estoy en espera del llamado de Sonja, que nos vamos a encontrar para tomar un taxi hacia el aeropuerto y ahí mismo encontrarnos con  Cate.  Y así fue, en el recorrido al aeropuerto con ella salieron varios temas de conversación. 
Había mucha incertidumbre de como iba a tratarnos esas hermosas islas, las personas, conocer una cultura nueva y sobre todo a por lo que íbamos, era algo que nos llenaba plenamente.
A las  21 hs llegamos y nos encontramos con Cate, nos dimos un abrazo muy fuerte,  ahí estábamos las tres.  Eran las 21:30 mientras esperábamos para tomar el avión,  de repente  escucho un grito  
— ¡Franca! 
Podía ver a Louis, corriendo por el pasillo luego de haber despachado las valijas, pensé que lo íbamos a perder, siempre tuvo fama de llegar tarde a todos lados. 
Nos abrazamos los cuatro, ahí estábamos… Louis con su cámara de foto y cuadernos llenos de apuntes como buen periodista preparado. Cate con sus revistas de moda y ciencias, una combinación que nunca le faltaba. Sonja con sus libros de ciencia ficción, sí… fanática de Robert Heinlein, y bueno podría decir que nunca me iba a faltar en mano un buen itinerario.
Se hicieron las 22 hs, nos subimos al avión las expectativas iban en aumento. 
Hace un año tuve un llamado de mi profesor de biología marina el cual me había comentado sobre una investigación en la isla Tuvalu, la facultad que asistía tenía una base científica en esa isla, la cual nunca había escuchado hablar. 
La propuesta era poder identificar y estudiar más a fondo su fauna, poder recolectar los datos de cómo se movían los animales en dicha isla. Poder ver de cerca la práctica de la pesca y hacer planes de sustentabilidad, ya que era un tema el cual se sabía que tenía un impacto gigante en el ecosistema. Sin embargo, las grandes industrias pesqueras no estaban realizando estudios conocidos o al menos no lo daban a conocer.
 El plan era ese, saber si mejorando las pescas realizadas en las islas, aprendiendo de los aborígenes, se podían empezar a implementar planes de pesca sustentable además de poder investigar más a fondo su fauna.
Los cuatro tuvimos un viaje bastante largo, no voy a contar mucho, la verdad que bastante aburrido, fueron más de 20 hs de viaje.
Lo hermoso fue la llegada, ver las pequeñas islas desde arriba, era como un pequeño rompecabezas desarmado, el cielo brillaba por la Luna, el agua platinada y las islas chiquitas se perdían en tanto mar.
Llegamos, pasamos por migración dimos nuestras declaraciones, presentamos las documentaciones pertinentes y agarramos nuestros bolsos.
— ¡Bienvenidos a nuestra hermosa isla Tuvalu! — se escucha desde lejos.
—Gracias Eze! - dijo Cate que lo reconoció por su chaleco de lino marrón y sus sandalias beige y su cabello enrulado.
— Estoy asombrado del calor que hace a esta hora, ¿alguna recomendación? - preguntó Louis. 
— Les confieso que esta temperatura no es de las más altas que hemos tenido, muchos de los que vivimos aquí diríamos que hacer frío, —contesta Louis con una mirada muy pilla.
Se miraron los cuatro con embeleso, era algo que sabían que iba a pasar.
— Síganme, les voy a mostrar donde van a hospedarse. 
 Eze los llevo en su camioneta  por 15 minutos desde el aeropuerto hacia unas chozas muy bellas cerca de la playa, a unos minutos del centro.
-Van a amar esta Isla, sus secretos son la atracción que hace que todos nosotros hoy estemos juntos.
-Gracias Eze! Nuestras expectativas son muy altas esperemos las cumpla! Dijo Louis
-Bueno deben estar muy cansados, les dejo comida en la heladera, y en la alacena. Cualquier cosa que necesiten me llaman o me escriben, voy a estar atento al celular, recuerden que la señal no siempre es buena. Si no llegan a tener buen internet hay un bar café a unas cuadras. Allí tienen de todo, hasta tablas de surf por si quieren!
-jaja excelente noticia, Eze !  Mañana iremos a darnos una vuelta.  Exclamó Sonja.

-Buenas noches chicos! Mañana arranca un gran día.
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