|Prologo|

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2019, Mayo

—¿Quién eres tú?

Había algo... algo que se sentía distante. Muy distante y ajeno a él, no comprendí, y di un paso para acercarme.

—¿Lu? —Mi voz salió con un aire de inseguridad.

Me miraba como se miraba a un desconocido y no me gustó que lo hiciera ¿por qué me miraba así? Si era una especie de broma, no tenía nada de divertida.

Él volvió sus ojos a su madre, después al doctor, haciendo caso omiso de mi y tragué en seco. Algo no estaba bien, algo no me cuadraba.

—¿Luke? —insistí.

Volteó a mirarme.

—Mi nombre es Lucien —dijo.

—¿Qué sucede? —pregunté, pasando mis ojos a sus padres y después al doctor en busca de respuestas.

—¿Alguien planea decirme en dónde esta mi hermana? —Luke soltó, un poco molesto, un poco confundido.

—¿Cuál hermana? —quise saber. Sus ojos me estudiaron, como si dudara de mi y de quién era—, ¿Leslie?

—No, Lucy.

—¿Pero qué...?

No me di cuenta, pero antes de completar mi pregunta, Elisabeth tomó mi mano y me llevó fuera de la habitación en pasos suaves pero firmes. La cabeza me comenzó a dar vueltas, y un vacío creció en mi estómago, sospechando que no estaba pasando nada bueno.

Y por la manera en que la madre de Luke me miró cuando ambas estuvimos afuera de la habitación, lo supe.

Algo andaba mal... muy mal.

—Elisab...-

—Lexi —suspiró como a quien le pesaba lo que diría, me miró a los ojos, aún tenía bolsas oscuras debajo de ellos y una expresión algo preocupante en el rostro—, él no... no es él.

—¿Cómo que no es él? —cuestioné, hundiendo mis cejas.

—Perdió la memoria y no recuerda casi nada de su vida, es por eso que no te llamamos antes —me respondió.

No... esto no podía ser real.

No podía.

—No...—susurré.

—Mi hijo tiene amnesia desarrollada por el traumatismo del accidente, tiene una lesión, una contusión. Es... difícil procesar todo esto.

—¿Pero él me recuerda a mi, verdad? —pregunté, sintiendo el nudo subiendo por mi garganta y las paredes a mi alrededor hacérseme pequeñas, así como sentí el aire comenzar a faltarme—, ¿me recuerda a mi?

—Lexi, él no recuerda a casi nadie. Eso te incluye a ti.

Recuerdos Al AireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora