In Solitary // Kageyama Tobio [HIATUS]

V e i n t i n u e v e

— Kageyama...— murmuró Yachi molesta— ¿Puedes dejar de colarte en las fotos de Nezuko?— pregunto fastidiada.

— ¡No quiero!— chillo molesto el pelinegro— ¡Además siempre le enfocas el trasero Hitoka!.

La rubia suspiro exhausta y se reincorporó de nuevo, debido a que se encontraba en una posición bastante incomodaba para conseguir mejores tomas de mi y Kiyoko.

— ¡No es así Kageyama!— la rubia rodo los ojos— ¿Alguien lo puede retener?— pregunto mirando a los demás a su alrededor.

— ¡Voy!— chillo Sugawara llegando al lado del menor— ¡Kageyama vamos! ¡deja que Yachi haga su trabajo tranquila!— lo tomo de los hombros y lo retiro del improvisado set de fotografía que montó el club de periodismo.

— ¡No se quedara así Hitoka!— grito nuevamente molesto Tobio mientras lo sacaban de ahí.

Cuando por fin salió, largue una risotada estruenduosa y luego comencé a llorar. No entendía el porqué me de eso. ¿Será por mis problemas mentales?, quizás, ¿será por qué estoy en un nivel de estrés estratosférico?, quizás, ¿será por qué Kageyama ha sido un grano en el culo durante el festival?, también.

— ¿¡Por qué lloras!?— dijo Yachi asustada mientras se acercaba a mi.

— ¿Estas bien Saeko?— pregunto Kiyoko preocupada mientras me abrazaba por los hombros.

— ¡Estoy bien! ¡No se preocupen!— dije temblorosa— ¡Mi estrés descendió como si nada!.

Ambas chicas me miraron preocupadas, y era de esperarse. En estos últimos días he andado de arriba para abajo con lo del festival, mi entrenamiento y el entrenamiento de los chicos. Además el echo de preocuparme por todo como la mánager que soy, no ayudaba mucho a relajarme.

Ya era el último día del festival, por lo menos, así que después de esto dormiría eternamente hasta que mi cuerpo se recompusiera otra vez.

Las presentaciones habían sido excelentes, y en la venta de boletos y comida fue todo un éxito. Casi todos asistían hasta el gimnasio para ver todo este show que nos montamos, y por una parte aquello me aliviaba un poco. Pero aún así, la presión era mucha y ser una jodida perfeccionista me jugaba en contra.

— Era de esperarse— llego Yamaguchi a mi lado preocupado y me acarició la peluca de Fergie que llevaba este momento — Haz echo de todo con Kiyoko.

Tome unas bocanadas de aire, y agradecí los pañuelos que me había ofrecido Tsukishima para secarme las lágrimas que habían caído.

— Bien...— suspire exhausta— ¡El show debe continuar!— grite emocionada nuevamente.

— Bajale súper estrella— murmuró el rubio entre dientes.

— Callate Tsukishima.

Luego de aquella crisis, los siguientes show salieron espectaculares, incluso el subdirector los disfruto. Las personas estaban bastante animadas, y al final de toda esta caótica jornada, ganamos el primer lugar en los puestos del festival, el cual merecíamos, sinceramente.

Al final, todos los llantos y estrés de estas semanas valio la pena, y como equipo ya habíamos superado una de nuestras primeras metas con bastante éxito. Así que, esperaba de corazón que todo esta adrenalina y felicidad del momento, sea totalmente canalizado en las nacionales.

...

— Entre más te hinques en el suelo...— dije mientras me agachaba más— El impacto será más firme y concreto ¿me sigues?— mire a Shoyo de reojo.