Capítulo 22. Ex marido | Capítulo nuevo

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—Te apoyare en todo, Juliett —le dijo Diego mientras besaba la coronilla de su cabeza

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—Te apoyare en todo, Juliett —le dijo Diego mientras besaba la coronilla de su cabeza.

—Gracias por estar aquí para mí, Diego —le contestó con una sonrisa a medias.

Habían pasado al menos un mes y medio, había sucedido de todo, pero si algo era seguro. Era que la relación entre Elijah y Juliett estaba más que rota.

Ambos sólo se veían o hablaban para asuntos relacionados con la denuncia puesta a Camila y a Marissa. Quienes de inmediato negaron todo, pero por el momento todas las tarjetas de Marissa se encontraban retenidas, mientras que su empresa había quedado suspendida hasta que se aclarara la situación.

Por otro lado, los niños ya tenían en cuenta que sus padres se habían separado. Y decidieron aceptar la realidad.

El padre de Juliett apoyando a su hija, le pidió a los abogados que trabajaban en su bufete, que se encargarán de cualquier manera de que esas mujeres quedarán en la cárcel.

Y finalmente, Diego y Juliett hablaron acerca de sus sentimientos. Juliett le hizo saber a Diego que no estaba enamorada de él y seguramente jamás lo estaría, pero que amaba su amistad. Diego le hizo saber que él la apoyaría en todo y que aunque le dolía saberlo, le agradecía haber sido sincera.

Ya habiendo actualizado acerca de estos últimos meses, comencemos con hoy. El día del juicio.

Marissa gritaba como si su vida dependiera de ello. Observaba a Juliett y luego a Elijah.

Les gritaba un par de maldiciones, se calmaba un rato y luego volvía a gritar.

—¿Te sientes bien? —preguntó Elijah llegando junto a Juliett.

—Estoy mal —respondió honestamente—, ella es mi mamá y no creí que fuera capaz de hacerme daño, de hacernos daño. Provocó o más bien, planeo tres abusos sexuales. Esta loca, totalmente enferma, pero es mi madre. Además, me siento un poco mareada.

—¿Quieres que te consiga agua? —preguntó Elijah, ella negó.

—No, gracias. No pasa nada, pero cuéntame ¿tu, cómo estás? —pregunto ella mientras se encontraban afuera de la sala del juicio

—Mal, bueno me siento culpable por todo esto —se sinceró, suspiro—, probablemente si nunca hubiese aceptado estar con Camila...tu y yo estaríamos bien, mejor que bien.

—Tal vez —reconoció Juliett—, pero tenía que suceder esto. Supongo que para hacernos mejores personas, para amarnos a nosotros mismos. No lo sé.

—¿Cómo está Diego? —murmuró Elijah entre dientes.

—...bien —dijo Juliett después de un silencio.

—Bien chicos —llegó Eric junto a ellos—, creemos tener el juicio a nuestro favor. No nos confiemos. No caigan en provocaciones. Todo saldrá bien.

Ambos suspiraron. Elijah se acercó a mi: —Déjame darte un solo abrazo —pidió acercándose a ella.

Abrio mis brazos y él llegó a ella. acercándose lo suficiente.

—Estaremos bien —le dijo mientras él colocaba su cabeza en el hombro de Juliett—, no juntos, pero bien.

—Juicio de Heller —habló el guardia que protegía la puerta, Eric, dos abogados más, Elijah y Juliett se acercaron a la puerta—, pasen.

Les abrió la puerta. Mientras que detrás de ella varios flash's se escuchaban.

***

La jueza sentada detrás del estrado escuchaba con paciencia los alegatos de ambas partes, mientras que Camila y Marissa estaban frente a ambos, molestas. Asustadas.

—¡Ella me obligó! —grito Camila de pronto—, se supone que Marissa es mi mamá, pensé que solo quería que engatuzara al esposo de Juliett, pero siempre quería más. Luego este bebé que está en mi vientre ahora mismo, no es de Elijah. Ella me obligó, carajo. Ella me obligó.

—Le pediré que se calme —dijo la jueza con molestia.

—Callate —murmuró Marissa junto a ella.

—Señora Winter, le pediré que no amenace a la acusada. Son más años de cárcel, no lo olvide —regañó.

El juicio continuó unos momentos más. Hasta que los fiscales comenzaron a hablar.

—Agradecemos sus argumentos aquí dados, tenemos un resultado —habló uno de ellos— en el caso de Marissa Winter, por los delitos de abuso sexual doloso, encontramos a la acusada... Culpable. En el delito de malversación de fondos, encontramos a la acusada... Culpable —Juliett lloraba mientras que Elijah a su lado observaba en silencio y con rencor a las personas frente a él—, en el caso de difamación contra Juliett Heller, la encontramos culpable. Mientras que a la acusada Camila Winter, por el delito de abuso sexual cometido dos veces, la encontramos culpable. Agradecemos su consideración en cuanto a nuestras opiniones.

Tomó asiento.

—Muy bien —dictó la jueza—, este caso es uno de los más asquerosos que acaso he visto durante toda mi carrera. No comprendo cómo una madre, que déjeme decirle señora no le queda, le hace tanto daño a su hija. Planeo un abuso sexual contra su propia hija y el tipo desapareció de la faz de la tierra, no sólo eso, planeo el abuso de su yerno. Cometido por su otra hija.

—No comprendería lo que una hace por sus hijos, su señoría —dijo Marissa entre dientes.

—No comprendo lo que hace usted, mientras que la señorita Camila, me avergüenza que su madre la haya obligado y espero que el tiempo en la cárcel le sirva de reflexión —le dijo a Camila quien desesperada lloraba—, en fin, el resultado en el caso Heller-Winter, es el siguiente. Se condena a la señora Marissa Winter a veinticinco años de prisión preventiva y a la destrucción inmediata de la compañía Winter Inc. Mientras que a la señorita Camila Winter, se le condena a veinte años de prisión preventiva oficiosa. Espero estos años les sirvan de reflexión y recordemos que estos serán sin posibilidad de fianza. Antes de dar por terminado el juicio, ¿los demandantes tiene algo que decirle a las acusadas? —Juliett se levantó y Elijah la observó detenidamente—, adelante.

—Arruinaste mi matrimonio, me maltrataste cuando era una niña, jugaste conmigo de diversas formas. Encontré la felicidad y me la quitaste, no justificó la infidelidad de mi ex marido, pero al igual que a mi. Le hiciste daño, nos hiciste daño —hablo Juliett soltando una risa amarga—, espero que encuentres la paz o que el remordimiento te mate cada noche que estés en ese lugar. Espero que algún día sepa porque me odias tanto, no lo sé, pero si de algo estoy segura es que. Te dejo ir, suerte.

Después de un par de palabras más. Ambos salieron victoriosos de la audiencias, sintiendo que esta vez todo sería más fácil.

***

Precisamente cuando llegaron a casa, o más bien, cuando Elijah llevo a Juliett a casa. La observó antes de entrar.

Estaba nervioso, no sabía que hacer.

Sin embargo, comenzó a preocuparse cuando Juliett no entraba a casa y sólo estaba observando fijamente a la puerta.

Estaba apuntó de salir del auto, llegó junto a ella apresurado.

—¿Estas bien? —le preguntó a Juliett. Ella no contestó.

Jugó un poco con sus pies y comenzó a caminar para atrás. Elijah se dio cuenta de ello y se acercó a ella abrazándola. Cuando se desmoronó.

Se desmayó.

Déjame Ir | FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora