Imagina Con BTS +18

Un fin de semana con mi mejor amigo. -Kim Taehyung.

—Aún sigo sin saber como convenciste a mi mamá de que me dejara venir aquí aún estando castigado— habló mientras sacaba las maletas a la cajuela del carro.

—Te dije que yo me encargaría de eso— le guiñé un ojo.

—Rió— Eres estupenda.

—Lo sé— aventé mi cabello hacia atrás en modo diva.

—Buenas tardes— saludó la recepcionista del hotel— ¿Puedo ayudarles en algo?

—Tengo una reservación a nombre de TN TA.

—Un momento por favor— la recepcionista buscó algo en el computador.

—Es la habitación 356. Y aquí está su llave— me entregó la llave en la mano y yo la tomé.

—Gracias— hicimos una leve reverencia y nos acercamos al elevador.

—¿TN?— me llamó Tae.

—Umgh.

—¿Solo pediste un habitación?— preguntó con un tono de voz algo sorprendido.

—Sí— respondí— No le ví ningún inconveniente porque no sería la primera vez que durmamos juntos— nos adentramos al elevador.

—¿Pero son camas separadas, verdad?— tragó grueso.

—Obviamente, Taehyung. Espera, ¿qué pensabas, pervertido?

—Nada. Solo simple curiosidad— evitó mi mirada, y yo no quise seguir tocando el tema porque noté que se se sonrojó.

—Wow... Qué hermosa vista— dijo al momento de llegar al ventanal de la habitación.

—Claro que no me iba a perder tan grandiosa vista. Por eso pedí este cuarto— dije llegando a su lado.

Él me volteó a ver directo a los ojos con una sonrisa demasiado sincera. Sus ojos destellaban radiantes por la luz del sol. Pero había algo más en su mirada que no pude descifrar; era una mezcla entre felicidad, amor e idolatría.

Nos quedamos así varios segundos, viéndonos a los ojos con una peligrosa cercanía. O eso había creído. Lamentablemente una llamada nos interrumpió el momento; era la mamá de Tae.

—Sí, mamá... No te había llamado porque acabamos de entrar al cuarto... No, mamá... Sí, sí, no te preocupes... Sí, yo le digo. Bye~ —colgó.

—¿Qué te dijo?

—Solo quería saber cómo estábamos y si ya habíamos llegado.

—Tranquilo, ya sabíamos que esto pasaría. Pero bueno, es hora de disfrutar. ¿Vamos a la plaza?

—Sí. Solo deja voy al baño primero.

.

—¿De qué van a querer su helado?— preguntó el señor de la heladería.

—Dos conos de chocolate, por favor.

—Aquí están. Que los disfruten.

—Gracias— respondimos ambos.

—¿Y ahora qué vamos a hacer?— preguntó Tae comiendo de su helado.

—Pues no tenía nada planeado para hoy. Mientras podemos caminar y disfrutar de la brisa del mar.

—¿Qué habrá pasado?— dijo mirando hacia el puñado de gente que había.

—No sé. Pero vayamos a ver— lo tomé de la mano y lo llevé corriendo hacia el lugar. Perdón, pero el chisme es primero.