¿Creíste que era el final? Apenas esta comenzando. Lo que al principio parecía una luz que guiaba a un final feliz se convirtió en una oscuridad ahogada que podría poner en riesgo un amor como el de ______ Miney y Joel Pimentel, tantos secretos, tan...
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Estaba acostada en el suelo de mi habitación, había llegado a casa aproximadamente hace una hora, estaba exhausta no se por que odiaba a Celine si había sido tan buena conmigo. Soy el tipo de persona que cuando ve a las personas siente sus vibras y ella me hacía sentir como un ratón entre serpientes.
¿Qué estaba mal conmigo?
Ella es tan buena...
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- ¡¿Por qué?! - le reproche a mi madre con los ojos llorosos.
Ella me sonríe, - No le prestes atención cielo.
- Ella fue buena conmigo y luego... - Murmure.
- Lo sé... - dice intentando quitar la goma de mascar de mi cabello, - no todas las personas que son buenas contigo tienen buenas intenciones cariño.
Las lagrimas caían por mi mentón, - ¿Hay algo mal conmigo?
Ríe alejándose de mi, - Hay algo mal con todo el mundo pero no contigo.
La mire y también rei.
》
Me puse de pie con una sonrisa.
Me encantaba que mi madre me ayudara aún cuando no estaba conmigo, Pietro tenía un poco de razón en lo que había dicho pero ese sentimiento de rechazo había prevalecido en mi desde que ella llegó.
Empiezo a desvestirme, necesitaba una buena ducha y sentirme bien conmigo misma, la ropa queda regada por el suelo y camino descalza hacia el baño, enciendo la regadera y el agua caliente recorre mi cuerpo con lentitud llenado de calor el lugar.
Cuando pasó el jabón por mis brazos me quedo viendo las múltiples cicatrices que hay en el, me daba tanta vergüenza que estas últimas dos semanas cambie toda mi ropa por camisas manga larga - suspire dejando el jabón en su lugar - disfrutaba ver como las burbujas de jabón se desaparecían de mi piel.
Escucho ruidos afuera pero no me inmutó.
Sigo enjuagándome el cabello cuando unas enormes manos se posan en mi cintura, unas que conozco muy bien.
Sonreí.
- Hola... - me susurra.
- Estas invadiendo propiedad privada. - dije dándome la vuelta para verlo. - Ay por Dios... - susurre al ver el agua caer por su rostro, estaba desnudo, en mi ducha.
Me acerca a él, - ¿Invadir? - murmura besando mi cuello.
Lo detengo.
- No estoy feliz contigo en este preciso momento. - me alejé dejando de sentir su erección en mi pierna.
