El Ángel de la tienda

Sueño profundo

¡Ring ring!
Buen día despertador gracias por recordarme que mi rutina empezó.
Pa' que contarles algo que ya leyeron pues mis días no cambian y si rutina fuera enfermedad ya yo estuviera muerto.

Camino a mi martirio aquel que le llaman empleo, volviendo con hipocresía saludo aquelle señora que sin importar día o la hora me brinda la misma sonrisa.
Otra vez el desvío causado por la misma construcción pero esta vez me sorprendo su avance y son darme chance un andamio me mandó al hospital y sin nada que contar pues no supe más de mi.

¡Bip-bip!
Que raro, mi despertador no suena asi.
Abriendo mis ojos no veo aquel cuadro que en mi cama puse en frente ahora veo cortinas y el hablar de algunas gentes.
Al grito de ¡ya despertó! Vinieron a verme y sin que pese me dieron la noticia que durmiendo duré 6 largos meses.

Aturdido y con desespero solo dije:
- Doctor, cuanto debo?
- Tranquilo joven, su cuenta está paga desde el 1er día que pasó aquí, una linda joven, muy preocupada por cierto nos dio la orden que todo lo que se gaste a ella se lo cobre.

Dos días más, disque para poder monitorear los pase ese hospital.