Nosotros los humanos caminamos a un punto exacto en nuestras vidas. Ese camino de crecer, enamorarse y tener una familia hermosa, en mi caso no hay punto. Solo camino en diferentes direcciones de la vida, queriendo tener las respuestas claras para entender; ¿Cuál es el propósito de vivir? Para muchos es querer ser feliz, tener bienestar, estabilidad emocional y todas aquellas cosas positivas. Cada persona le pone su propio titulo a su propósito, yo por lo tanto no tengo ninguno.
— Dicen por ahí las mentes locas que; cada estrella que hay en el cielo es una persona especial que Dios elegio para que lo decorará. Después de ser humanos, ¿pasaremos a un puto destello de decoración?— Steven le dio una calada al rollo de marihuana para luego pasarla a mis dedos.
Bufé— ¡Joder Steven! Que puta imaginación tienes— le di una calada al rollo y aguante el humo en mis pulmones, aguantando el humo hable. — Seras una decoración solo si Dios te elige, tú mismo lo has dicho— solté el aire y comenze a toser un poco.
Seguíamos acostados en la parte de atrás de la camioneta observando el gran cielo que estaba decorado con aquellos destellos.
— ¿Mao, paso hacer un destello?— pregunté, poniendo mis brazos detrás de mí cabeza para tener más comodidad al estar acostada.
— Ella es la Luna— comentó Steven imitando mi posición. Sonreí.
Steven, lo conocí en una fogata hace mucho tiempo, creo que un año antes de que Mao muriera, nos hicimos grandes amigos ya que su familia también lo discriminaba por ser bisexual, desde allí nos hicimos muy cercanos. Él no es como la mayor parte de los gays, él siempre muestra seriedad y se viste como todo un hombre, con sus chaquetas y pantalones, lo usual de un chico común. No daba los aires de serlo, a él no le gustaba llamar la atención. ¿Amores? Solo de una noche, no quería encerrarse en eso, decía que para eso quedaba mucho tiempo. Su voz varonil, y su cabello negro que caí de un lado apuntando en varias direcciones lo hacía lucir muy sexy, las perfecciones de su cara, de sus labios carmesí, su ligera barba que lo hacía lucir tan atractivo, su cuerpo no era tan definido, no le gustaba hacer pesas pero tampoco era delgado estaba en término medio. Sus ojos azules que aveces reflejaban ser grises le daban la intensidad en su mirada, sus cejas eran tan perfectas, bien limpias y de una forma cuadrada que lo hacía ver tan sexy cuando la alzaba. Cualquier chica o chico podría enamorarse de él fácilmente y más por el aura fría que transmitía, lo era con todos menos conmigo. Nunca hemos sentido atracción uno del otro, no amorosamente pero si sexualmente. No eramos novios, mucho menos amante, no lo hacíamos por querer, no teníamos etiqueta. Buscamos refugio uno del otro cada vez que nos sentíamos vulnerables, que creíamos que no podíamos más, que pensábamos que el dolor iba acabar con nosotros, cuando teníamos mucha rabia, enojo, tristeza que sabíamos que simplemente con una droga no nos íbamos a tranquilizar. Lo que hacíamos era una terapia para fortalecer más la amistad entre los dos, para quedar claros que nos teníamos mutuamente. Solo era sexo, sin compromisos, sin emociones, sin preguntas y respuestas. Solo sexo, donde los dos nos entendíamos más que nadie. La cama era nuestro refugio.
— ¿Que harás mañana? Hay una fiesta en casa de Cristal.
Cristal es una chica muy conocida por los lados del norte de Chicago ya que es una reconocida DJ, es muy sexual y hermosa. Habíamos compartido unas que otras miradas pero nada que definiera si había deseo entre las dos. Cada que Cristal hacia una fiesta medio Chicago iba, desde heteros hasta gays, y la verdad eran las ¡Putas fiestas de Chicago!
— No tengo nada que hacer así que iremos. Primero tengo que resolver algunas asuntos.
—¿Tiene que ver con tu padre?— giro su cabeza para mirarme esperando una respuesta.
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Latidos infernales [Completa]
LosoweVerónica Rausell, una chica de 22 años que busca la manera de saciar su rabia y toda las desgracias que a su vida le ha pasado matando gente. Sus demonios despertaron desde que su mejor amiga se fue, era su única fuente de fe y ahora que ella y ni s...