1. Esperanza

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Todo era realmente extraño...aún no habíamos conseguido debutar, nuestras esperanzas estaban... ¿Francamente? Estaban por el suelo, veíamos tan lejos el día en que consiguiésemos debutar... Pero, ¿Que esperábamos? Super Junior era lo que sobró de la formación de DBSK, y la empresa no hacía más que darnos escusas: "No estáis preparados", "No llegaréis a nada". Ademas, veíamos demasiado lejos el día en el que Donghae pudiese recuperarse de “esto”.

Era un día frió, lluvioso, para que negarlo, tétrico ... Ahí estábamos los 12, ahí estábamos Super Junior de pie, con la cabeza agachada, en silencio, sin inmutarnos ante la situación.
Habíamos viajado todos a Mokpo, el padre de Donghae había fallecido. Tampoco sabíamos los detalles, y a pesar de que algunos de nosotros hacia años que conocíamos a Donghae, nunca nos había hablado con detalle de la sitacuión en la que se encontraba su família.
Hacía dos semanas, la madre de Donghae llamó por teléfono al piso, y le comunicó la noticia a su hijo, su padre se estaba muriendo y ya estaba ingresado en el hospital, asi que le pidió entre suplicas que viajase a su ciudad natal para despedirse de el.
Leeteuk le acompaño sin decirnos nada a nadie. El padre de Donghae le hizo prometer que cuidara de su hijo, que lo cuidara hasta el final de sus días, y el asintió sin dudarlo. Muchas veces me gustaria pensar que ciertamente Leeteuk es como dice, un angel caido del cielo.
Aunque la suerte no estaba de nuestra parte y mucho menos de la parte de Donghae.

En el funeral, no podía apartar la mirada de el, estaba destrozado, a pesar de que no estaba llorando de manera escandalosa (como normalmente suele hacer) lloraba en silencio y eso me daba aun mas miedo. Le miraba sin levantar la cabeza, solo con una eventual mirada me atrevia a mirarle a la cara. Era una sensación escalofriante, no podía verle así, me partía el corazón, el alma, el cerebro, me partía en dos. Una parte de mi deseaba abalanzarse encima de el, abrazarle, achucharle, decirle que todo pasaría, que su padre finalmente había dejado de sufrir, que estuviese donde estuviese estaría con el siempre protegiéndolo, pero en ese momento no podía hacerlo, no delante de toda su familia, sus conocidos y delante de los demás miembros.

La ceremonia finalizo, y no pude aguantar las ganas de llorar cuando Donghae se subió a un pequeño altar a pronunciar las las ultimas palabras hacia su padre:

- Papa, se que no he sido el mejor hijo, y seguramente nunca seré el hijo que esperaste que fuese, pero te prometo que haré realidad tu sueño y que nunca volverás a tener motivos para no enorgullecerte de mi.

Sentí tal presión en mi pecho que no lo pude aguantar. La madre de Donghae comenzó a llorar de una manera escandalosa, al igual que sus abuelos, sus tíos... su hermano pequeño... en cambio el, no dejo escapar ni tan siquiera una lágrima.

Se bajo del pequeño altar,  fué a abrazar a su madre, se dio la vuelta y se acerco a nosotros.

- ¿Os importa que me quede hoy con mi familia? Se que la empresa... la empresa se enfadará, ya se enfadó cuando se enteró que queríais acompañarme aquí.. pero, pero... - empezó a sollozar sorprendiéndonos- necesito estar con mi madre...

-Por supuesto – le respondió Leeteuk- Cuando creas que debes volver al piso, vuelve, nosotros estaremos esperandote Donghae- finalizo con una leve sonrisa

Donghae asintió, dio media vuelta y nos dio la espalda.

Yo regresé al piso junto con Leeteuk, Sungmin y Kangin en el coche, estábamos callados, aunque tampoco teníamos ganas de hablar. El teléfono de nuestro líder sonó.

-Es el manager – dijo Leeteuk- cégelo tu Sungmin, estoy conduciendo- rió-  ya conduzco bastante mal para que encima tenga que conducir hablando por el teléfono.

-Que ocurre – le espetó Sungmin sin decir hola ni nada- QUE!?!?!?!?!?!?!?!

Sungmin colgó enseguida he izo que Leeteuk parase de golpe el coche.

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