A veces siento ganas de darme
por vencido, pero simplemente
no puedo.— Shawn Mendes (In My Blood)
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Todo parecía caerse, desmoronarse frente a sus ojos en cuanto escuchó las palabras de su madrastra. Su corazón se estrujó, pensando en la posibilidad de encontrar detrás de aquella puerta una imagen que lo destrozaría.
Tomando las llaves de su coche, partió rumbo a la casa del rubio. Rápido y sin titubear precionó fuerte el acelerador, pasado media noche logró llegar.
Su palma golpeó la puerta, fuerte, desesperado. Todo estaba a oscuras afuera, el pequeño sonido de grillos casi volviéndolo loco. Porque dentro de la casa había sollozos.
Optar por tirar abajo aquello que le impedía entrar estaba en sus planes, luego de gritar el nombre del rubio y no obtener respuesta.
—Johnny. —sale en un susurro de su boca. Mark se posa frente a él, nariz roja y ojos acuosos.
No hacía falta, no era necesario algo más. Johnny lo abraza.
Tenerlo así, protegido en sus brazos, sentir que nada puede llegar a lastimarlo sin antes atravesarlo a él. Matarlo primero.
Un largo y desesperante tiempo, minutos de escandaloso miedo alojado en su corazón. Terror, angustia, culpa, tristeza, enojo. Luego un completo alivio.
Porque así era, él era su medicina ante el dolor. Una mirada, un toque, la simple existencia de un ser tan puro como él era suficiente para olvidarse a sí mismo, hacerle pensar que el mundo no era tan mierda después de todo, porque personas como él seguían existiendo.
Claro que a veces, incluso un medicamento no es tan fuerte contra el dolor de cabeza.
Uno con nombre y apellido.
En la cocina, un hombre yace inconsciente.
Fue inesperado, Mark había bajado al escuchar aquel ruido, encontrándose con su madre siendo agredida por aquél hombre. Y luego a su misma madre estrellando un recipiente de vidrio en la cabeza de ese tipo.
Totalmente asustado se acercó a abrazarla, haciéndole esconder el rostro en su cuello para que no viera lo que había hecho. Celular en la mano, aún sonando bajo con las voces de Johnny y la desconocida hasta el momento.
Un debe estar muerto ya, siendo escuchado antes de que la llamada se corte.
Por eso no había abierto la puerta cuando Johnny empezó a tocar, solo hasta que escuchó su nombre siendo pronunciado soltó a su madre y se dirigió a la entrada. Su aterrado corazón siendo consolado por un fuerte abrazo.
Jisoo ha llamado a la policía.
Absolutamente todo le es revelado, Johnny ya no puede seguir mintiendo. Lo escucha atento, su madre también, quiere tragarse el nudo en su garganta cuando Johnny lo atrae de nuevo para abrazarlo entre lágrimas.
Lee es denunciada
En ningún momento el rubio se separa de Johnny, éste no se lo permite. El mayor quiere sentirlo cerca, recordarse lo cerca que estuvo de perderlo lo hace apretarlo contra sí, acariciando su cabello, besando su cuello, diciéndole incontables veces lo siento.
—Perdóname por mentirte, solo logré herirnos más.
Mark le cuenta sobre su madre, mientras los policías se encargan del tipo y le hacen unas preguntas a la mencionada. Johnny lo sostiene fuerte entre sus brazos todo el tiempo, prometiendo protegerle a ambos desde ahora.
Haciéndole saber al rubio que el anillo que lleva en el cuello como collar, no es solo un regalo de perdón, es una promesa a futuro.
Jisoo es abrazada por el pelinegro también, una vez los policías se han llevado al tipo que mandó su madrastra. La mujer le pide quedarse, Mark también.
Esa noche, Johnny no puede dormir hasta que le haya brindado calor a Mark, hasta que le haga olvidar los momentos amargos de ese día brindándole la misma droga que él le da para olvidar.
Un último encuentro entre ambos, antes de que todo se venga abajo.
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New Rules ─JOHNMARK
FanfictionJohnny es el capitán del equipo de fútbol en la escuela, por lo que es muy codiciado por los chicos en ésta. Su gran físico y personalidad arrasadora atraen a cualquiera. Lo que ellos no saben, es que su preciado chico popular, es un idiota gay de c...