Autre "Amour", Chérie [One-Shot] [Omegaverse]

ᨒ chapitre unique 𓂃𓈒

“¿Tu y yo siempre estaremos juntos, no es así chérie?”

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¿Cuánto había pasado ya? ¿2? ¡No! Casi 3 años en los que Ethan y Lawliet habían sido separados por el padre de Liet, casi 3 años en los que Ethan había buscado a Lawliet como loco, tratando de verle una vez más, de estar a su lado una vez más.

Aquella noche aún pasaba por la memoria de Ethan, esa noche en la que le había arrebatado a su Omega de su lado. Todo porque no habían hecho oficial su nudo con la marca que pronto estaría en el cuello de Liet. La noche en la que su futuro pudo ser marcado para siempre pero les fue arrebatado de la nada.

Liet solo estaba dormido a lado de su amado Alpha, acurrucado y buscando el constante calor y esencia del contrario que lo calmaba por las noches en las que no podía dormir, mientras tanto el mayor tenía pegado a él pequeño Omega que era dueño de su corazón y amor, sabiendo que con él estaría a salvo de todo y todos.
Sin embargo, esa noche marcaría un antes y un después en la relación que ambos tenían, pues el celo de Liet estaba cerca y estaban preparándose para por fin pertenecer al otro por completo.
Alguien tocó a la puerta de una manera muy agresiva, provocando que ambos enamorados se despertarán por sorpresa, Ethan por instinto le dijo al menor que se quedara en cama, él iría a atender a quien sea que estuviese en la puerta.

Los minutos pasaron, y la ansiedad del Omega se hacía cada vez más y más notoria, escuchaba voces de la planta de abajo, pero nada que fuese a preocuparle, o al menos eso pensó hasta que escucho como Ethan le gritaba que se escondiera, o que se fuera rápido de ahí.

El menor no pudo reaccionar a tiempo, no el suficiente como para salir de la casa, pues ya lo había alcanzado un hombre grande que lo ató y lo llevó a la sala donde ya estaba su amado. Su cuerpo se paralizó al ver que se trataba de su padre y muy dentro de él, ya sabía que iba a pasar.

Su padre, quien le había advertido de su situación antes, había llegado para llevarse a su hijo y mandarlo con aquel Alpha a quien lo había prometido y apartarle de su lado a Ethan, quien se negaba por completo a ese futuro para su Omega.

Entre llantos, súplicas y gritos, el padre había ordenado que golpearan al futuro Alpha de su hijo, quien le rogaba entre llantos que parara. Aquel punto débil que había tocado su padre fue la clave para llevárselo a fuerzas, entre la fría noche y gritos llamando a su Alpha, quien ya hacía en el suelo débil por la golpiza que le habían dado los hombres de Herouk, padre de Liet. Entre llantos y súplicas, lo último que había escuchado de su amado Omega fue: “¡Te amo! ¡vuelve a mi Ethan!”

Y esas palabras, fueron como una promesa que se encargaría de cumplir una vez que tuviera la fuerza para hacerlo, solo para tenerle a su lado una vez más.

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Tres años en los que Ethan busco desesperadamente a su chico, para aclarar todo con Herouk y así poder tener nuevamente a su chico de vuelta. La ayuda de Yurik había servido demasiado durante todos estos años, a tal grado que ahora sólo faltaba buscar por el centro de París, que era donde se suponía que estaba Liet. De por sí la búsqueda y viaje habían sido bastante desgastantes para ambos, que por ahora se querían relajar antes de que empezarán a buscar.

Un café, fue para lo que les alcanzó en aquel momento y era más que suficiente tomando en cuenta donde estaban en ese momento, a unas pocas cuadras podrías ver la famosa torre que caracterizaba a esa famosa Ciudad.

Yurik fue a buscar las bebidas que habían pedido antes. mientras que Ethan esperaba en una de las mesas de afuera, mirando el cielo noto que los rayos del sol viajaban a una dirección en específico, y siguiendolas con la mirada a fin de no aburrirse, terminó por posar su mirada en una pareja que estaba a unos pocos metros de él, tomando un café por supuesto, sonrió de manera inconsciente al ver que aquellos dos reían de manera divertida, acordándose por un momento de cuando él y su pequeño lo hacían también.
No puedo evitar pensar que pronto volvería a ser todo como antes, por fin podría ser feliz a lado de quien más amaba…

O al menos eso pensó hasta ese momento, puesto que cuando volvió a posar su mirada en aquella pareja nuevamente, noto algo que me parecía sumamente familiar en el pequeño sentado a unos metros de él, una pequeña ráfaga de viento se hizo presente en dirección del Alpha, haciendo que un olor llegase a él, un olor que reconocería donde fuera, era de él, era de Liet.

Sin embargo toda emoción o sentimiento similar desapareció al ver que el menor frente a él era su amado Omega… Su amado Omega, con un collar negro en su cuello.. El collar que solo podía significar una cosa, Lawliet ya estaba marcado por alguien más… por otro Alpha que evidentemente no era él.

—Liet…- Habló entre cortado, llamándole por aquel apodo que había hecho sólo para su amado, mientras caminaba en dirección a aquella pareja, sabiendo que era su amado quien estaba en brazos de otro Alpha.

El entonces Alpha de Lawliet lo dejó por unos momentos para ir a pagar la cuenta, entrando al café por lo que sería un corto tiempo para él y una eternidad para los dos enamorados que ya estaban ahí.

Liet percibió algo extraño aquella vez, haciendo que mirara a su alrededor buscando algo… o a alguien… pues al enfocar su mirada en Ethan, su cuerpo se sintió débil, parecía que había visto un fantasma, un fantasma que había sido su primer amor. “Eth…?” apenas salió de los labios del menor, sintiendo un nudo en la garganta que le estaba impidiendo hablar.

Los dos se quedaron así, mirándose mutuamente con el dolor expresado en sus ojos, con ganas de llorar frente al otro, con ganas de querer correr uno al otro, abrazarse, besarse una vez más, escapar en ese momento y dejar a todos para empezar la vida que habían soñado durante años.

Pero simplemente se quedaron ahí, parados, mirándose mutuamente, rogando por qué alguno hiciera o dijera algo más, pero no pasó. Parecían estar destinados desde antes, pues ambos apenas y dejaron derramar una sola lagrima frente al otro, sabiendo que muy probablemente nunca volverían a estar juntos.

—Lawli, está hecho. Vámonos.- La voz del Alpha del menor los hizo salir de su trance, haciendo que el pelinegro secara rápidamente las lágrimas y se acercara a su Alpha quien estaba justo detrás de Ethan.

En ese entonces, los dos no se habrían dado cuenta, pero el roce que ambos tuvieron ese día, hizo que su hilo rojo apareciera por una fracción de segundo, siendo unido y luego estirado por la distancia que ambos ya estaban marcando en ese momento. Ellos no lo admitirán, pero el corazón de los dos se había roto ese día, y estaría así hasta que por fin estuvieran juntos, si es que eso llegase a pasar en algún momento.

Tras la partida de Liet, y el suceso de aquel día, Ethan no tardó mucho en entender el porqué su Omega estaba marcado, recordó que aquella vez que su padre los separó, no faltaba mucho para el celo del menor, pensado que durante este, el Alpha que le había prometido su padre a Lieg lo había marcado. Quitando ese lugar a quien debía haber sido su Alpha, Ethan.

Fue así, como ambos después de aquel triste día, con el corazón roto, le prometían a la luna llena que algún día volverían a estar juntos, aun si un aullido no bastaba para demostrar su dolor, volverían a estarlo. Como debió haber sido desde un principio, y si no podía ser en esa vida, en la siguiente se encontrarían una vez más, donde entre risas y caricias, serían felices una vez más.

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Bien dicen por ahí que si no lo intentas nunca, no sabrás si lo hiciste bien. Así que, aquí está historia.
No es mucho, lo sé. Pero espero sea de su agrado.
Historias sin final feliz, its my passion.
—aonaran.