Helado corazón

Yami entra a un nuevo mundo

Seto Kaiba busco por todo Egipto el lugar que le habia indicado Atem. El faraón mientras tanto estaba entre la vida y la muerte.

Podia escuchar el sonido del lector de su pulso y de mas aparatos, oía murmullos en la lejania, podia escuchar su propia respiración, podía escuchar como su sangre corria por todo su cuerpo como si de un río se tratará.

Esa sensación era desesperante como cuando estaba en el rompecabezas del milenio. Hasta que fue sumergiendose en una oscuridad absoluta, y los molestos ruidos habían desaparecido.

Estaba aterrado, cuando de pronto se abrió el suelo a sus pies y comenzo a caer a un lugar más y más y más oscuro. Se sintio desfallecer y cuando volvio a abrir sus ojos, ahi estaban sus ex colegas de la corte del faraón. Estaban casi todos pero faltaban Mahad, Mana, Isis y Seth.

Los cuales al verlo lo saludaron y lo invitaron a lo que parecia un salon de fiestas, habia muchos hombres y mujeres, todos comían y bebían cerveza, coqueteaban entre ellos y bailaban.

-Que es este lugar?-
-Esto es el Duat... El lugar al que solo unos cuantos pueden entrar, no es el cielo ni es el infierno... Este es el mundo de los muertos...-

Atem grito aterrorizado, era presa del terror e incertidumbre...

-No puede ser no estoy muerto...-
-Por que te quejas? Toda tu servidumbre esta aquí, puedes follar cuanto quieras y no te cansas, puedes beber y comer y nunca estas satisfecho pero lo que es más, no engordas. Hay muchas mujeres que mueren por tener dentro de ellas una verga real.-
-Haré de cuenta que no escuche eso Aknadin...-

Seto entro al pequeño y estrecho escondite del que le hablo Atem, sintiendo un fuerte dolor en el pecho.

-Yami te lo ruego resiste!-

Aknadin al escuchar la respuesra de Atem, se rió a todo pulmón.

-Por eso mismo moriste joven y virgen dos veces jajajajaja.-
-Este no es mi lugar, yo debo de estar con mis amigos.-

Una mujer vestida con un una toga turquesa con bordes dorados, se desnudo frente a Atem.

-Hazme tuya, metela dentro de mi...-

Seguida de ella otras chicas hicieron lo mismo, Atem estaba asustado y salio corriendo de aquel lugar, al abrir la puerta entro a lo que parecía ser su palacio, confundido siguio corriendo hasta caer en un agujero oscuro.

-SETO!-

Grito antes de caer, cuando abrio los ojos vio una luz hermosa, cual mosquito siguio la luz y ahi vio a sus amigos, a Seto y Mokuba todos reunidos en lo que parecía ser un funeral. Todos estaban llorando, incluso Seto y su hermano Mokuba.

Al acercarse al ataud, y al verse a si mismo grito aterrado y salio corriendo chocando frente a frente con el Dios Osiris. Quien lo tomo del hombro y lo llevo hasta un hermoso y paradisíaco jardín.

-Atem...-

Comenzó a hablar el Dios, con voz profunda y extrañamente seductora.

Mientras Atem hablaba con el Dios, Seto subia a su jet para ir en busca del cetro del milenio.

Atem estaba en un estado critico y debía, probar ser digno de quedarse en la tierra de los vivos si vencia al Dios podría vivir tranquilamente, sin vagar por milenios. Sin embargo si perdía no solo perdia la vida si no que no iria ni al cielo ni al infierno.

Atem y el Dios se enfrentaron en un duelo épico, tardado y muy excitante.

Cartas que nunca habia visto, despues de unos cuantos turnos, Atem estaba contra las cuerdas.

-Yami...-

Escucho como un muy ligero susurro...

-Yami...-

-Seto eres tu?-

-Yami...-