L'amour

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La vida de Harry había sido muy intensa en sus cortos 28 años.

Una vida muy ocupada en su trabajo y muy frustrante debido a que su llegada a la presidencia de su ahora empresa lo tenía muy estresado, bastante, así que, como su propio jefe, decidió darse unas bien merecidas vacaciones, ¿y qué mejor que el sur de Francia para satisfacer sus necesidades vacacionales? Tenía dinero de sobra debido a su familia y además, ser el nuevo presidente lo tenía forrado, nada podía salir mal.Su llegada a Francia fue mejor de lo que esperaba, le dejó a Hermione todos sus asuntos laborales asi que nadie lo llegaría a molestar por trabajo. Respiró el caliente y tropical aire de Cannes, sintió el calor por toda su extensión corporal y con una amplia sonrisa abordó un taxi, quien lo llevó a su hotel de destino sin chistar.

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Al paso de una semana, Harry era la persona más relajada del mundo. Sin nada de trabajo que preocuparse y disfrutando las magníficas playas que Cannes le ofrecía era un sublime paraíso, en dónde solo se preocupaba por gastar su dinero en comidas ostentosas y días completos en el spa. No podía haber nada mejor.

Esa tarde del martes, semanas después de haber llegado a la playa, se sentía con una flojera inmensa, solo quería recostarse sobre aquel camastro, su piña colada a un lado y el sol pegando en su cuerpo medio desnudo tapado por su traje de baño. Sus planes claramente se vieron interrumpidos, ya que segundos después sintió una mirada demasiado pesada, al menos para él, se levantó tan rápido como pudo y fue que lo vio, mirándolo a él.

Un hermoso rubio, besado por el sol, su piel se mostraba algo pecosa, su cuerpo estaba a la vista debido a que usaba solo un bañador verde esmeralda que combinaba con su piel asi que pudo notar algunas pecas en su fuerte pecho y Dios Mío, pensó Harry, pero qué hombre se llegó a encontrar, no sabía que hombres así podían encontrarse en Francia, si no, habría venido hace mucho tiempo.

Bajó sus lentes de sol negros para ver aun mejor al rubio, que ahora le había dado una de las sonrisas mas hermosas que había visto jamás, el sonrió pero enseguida borró aquella petulante sonrisa que traía y la cambio por una mueca de pánico, ¿Qué le iba a decir? Harry nunca fue una persona social, tenia suerte de tener dos amigos, pero llegar con un caliente extraño y hablar no se sentía tan natural como sintió que lo era para mucha gente.

Quiso huir, pero fue muy tarde, aquel rubio con el bañador verde estaba frente a él, tan alto como un árbol y caray, Harry se encontraba salivando al verlo tan de cerca, se veía aun más exquisito, su cuerpo aceitado con, Harry supuso que era, bronceador y una cerveza francesa en una de sus manos.

"Bonjour!, uh "Parle-vouz français?"

De verdad que no te entiendo pero por favor sigue hablándome así.

"¿Qué? Oh! Bonjour! disculpa, no hablo mucho francés, solo se algunas palabras esenciales como Bonjour y aurevoir, y algunas mas que pronuncio horrible, espero que las hayas entendido porque tu francés es excelente, no dudo que seas de aquí, pero claro que eres de aquí, mírate, eres tan atractivo y, Jesús, sé que no me entiendes pero espero que no lo hagas porque que vergüenza haberte dicho eso, llevo conociéndote dos segundos y mi vómito verbal es un asco"

El rubio sonrió al escuchar a Harry balbucear cada palabra y luego soltó una esplendida risa que caló al pelinegro hasta los huesos.

"Lo siento"

Harry se sentía torpe, y algo humillado. Bajó sus lentes dejándolos sobre el camastro, donde ahora se encontraba sentado y veía al enorme rubio, quien algo sonrojado en sus mejillas decidió quitarse sus lentes dejándole a Harry ver aquellas preciosas gemas grises que lo dejaron sin habla. Bien, si ese rubio seguía sorprendiéndolo así, a Harry le iba a dar un ataque.

Parle-vouz français?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora