❝ iv ❞

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Frente a mí se extendía mi cuaderno con todas las fórmulas matemáticas que debía aprender a resolver si no quería reprobar álgebra. Era una tontería que tuviera que lidiar con ellas cuando mi carrera nada tenía que ver con números, pero al sistema educativo le parecía muy lógico que aprendiera cálculo integral, álgebra avanzada y un montón de tonterías más para complementar el plan de estudio. 

La chica a unas bancas de mí me miraba con reproche de vez en cuando mas no era mi culpa ser tan ruidosa cuando estaba frustrada. Además, en la biblioteca había más mesas, si sufría escuchándome bien se podía cambiar. Negué con la cabeza, me estaba cansando y eso generaba mal humor y ahora me estaba desquitando con una pobre chica que no hacía nada malo.

Cerré el cuaderno, harta de no entender las fórmulas, realmente me daba igual el maldito valor de la "x". Después de todo, nunca en mi vida diaria necesitaría emplear una fórmula tan malditamente larga. 

Recargue mi rostro sobre mi mano, tratando de decidir qué haría al respecto, me estaba rindiendo por ese día pero no podía rendirme del todo, tenía que aprobar la estúpida materia si quería seguir viviendo en los dormitorios y la casa de mis padres estaba demasiado lejos de la universidad como para volver a vivir con ellos. Porque obviamente vivir por mi cuenta no era opción.

Hoseok hizo acto de presencia como si el cielo lo hubiera enviado para salvarme, él estaba estudiando ingeniería y en esa carrera se llevan muchas matemáticas, ¿no? 

—¡Gracias a Dios estás aquí! —le dije antes de que se sentara siquiera. La chica de antes volvió a verme mal por el volumen de mi voz.

—¿Por qué? —sonrió.

—No entiendo unos problemas.

Le tendí mi cuaderno con los cálculos mal hechos y Hoseok los observó con solemnidad, se veía tan concentrado y tan serio que me sentí agradecida de tenerlo en mi vida. No pude evitar pensar en una escena tonta donde él me daba clases de álgebra y entonces nuestras manos se tocaban cuando quisiéramos tomar el mismo lápiz y ¡Bam! Amor instantáneo, justo como sucedía en los dramas.

—Yo tampoco entiendo —y mis ilusiones se fueron al caño.

—Maldita sea.

Dejé que mi cabeza se recostara sobre la mesa, mas no medí la fuerza y terminé dándome un buen golpe. Hoseok se rió por lo bajo mientras me devolvía el cuaderno.

—Lo siento —siguió riendo—. Pero creo que mi amigo es bueno con los cálculos.

—¿Cuál amigo? —alcé la mirada.

—El que te dije que necesitaba ayuda con el inglés.

Resople, realmente no tenía problema en ayudar a un desconocido, sólo que hacerlo ocuparía parte de mi tiempo y en esos momentos no estaba con muchos ánimos de tomar mis dos horas de siesta para enseñarle inglés al amigo de Hoseok, aunque de todas formas lo haría, después de todo el favor era para Hoseok.

—De hecho, venía a secuestrarte para presentártelo —continuó hablando.

No me había dado cuenta del parecido entre su ropa y la mía. Ambos íbamos con una camiseta blanca y él llevaba pantalones de mezclilla mientras que yo llevaba shorts del mismo material, la idea de parecer su pareja me levantó el ánimo y me olvidé de lo preocupada que estaba por las malditas matemáticas. Él sólo tuvo que pedirme que lo acompañara y yo me levanté cual resorte para seguirlo como siempre hacía.

—¿Entonces tu amigo es bueno en álgebra?

—Es listo, aunque no se le nota —su dulce risa brotó de su pecho y fue como si el mundo se iluminara.

Salíamos de la biblioteca y él volvía a envolver mis hombros con su brazo para caminar juntos. De nuevo mi corazón temblaba con su cercanía y me volvía una niña bastante torpe que sólo tenía ojos para ver su boca curvarse hacia arriba, mostrando sus lindos dientes blancos.

—¿Por qué lo dices? —cuestioné cuando me di cuenta que me había quedado viéndolo demasiado tiempo.

—Es torpe, pero muy agradable, te va a caer bien. Hace mucho quería que lo conocieras.

Sonreí, sus palabras me hicieron sentir importante. Si él quería presentarme a sus amigos quería decir que yo era alguien significativo en su vida, y, por ende, me apreciaba. Eso era todo lo que bastaba para terminar de arreglar mi día y servía de aliento para gastar mi tiempo en el amigo de Hoseok.

Chocolate!! || Son Hyunwoo, Lee HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora