Cap 37. Miedos

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A la mañana siguiente Valentino llegó temprano tal y como acordaron con su jefe. Después de quedarse unas horas en un hotel, se dirigió a la mansión para iniciar su día de trabajo. Primero debía encontrarse con Marco para saber que nuevas órdenes tenía para él, luego ya se iría a encargarse de reajustar nuevamente la seguridad en la mansión.

—Buenos días —saludó al momento de entrar.

—¿Alguna novedad? —preguntó Marco después de hacerle un movimiento de cabeza en señal de saludo.

—El doctor ya sabe el nombre de la mujer que está cuidando, decidí entonces aumentar la vigilancia del lugar; no creo que sea un peligro, más sin embargo, es mejor prevenir.

—Hiciste bien; aunque hubiera preferido que no lo supiera. ¿Alguien te siguió o viste algo sospechoso? —preguntó finalmente.

—No, estuve muy pendiente de algún movimiento extraño, pero nada sospechoso se vio.

—Bien. Cambiando de tema necesito que esta noche estés pendiente de la llegada de Lucía al hotel Zeus, quiero que la lleves directo a mi habitación.

—Señor ¿pero no sería algo indiscreto llevar así, directo a la habitación? —se atrevió a preguntar Valentino, lo que le había dicho su jefe le parecía arriesgado.

—No, ya todo está arreglado. Mas tarde te diré cómo se verá Lucía, así podrás guiarla más discretamente.

—Ya entiendo —habló Valentino—, no se preocupe, estaré atento.

Después de unos minutos más de conversación sobre negocios y la reunión que tendendria en la tarde con unos socios, Marcó y Valentino marcharon para la empresa, donde el trabajo los esperaba.

—¿Kamil? —habló extrañado Marco al ver su celular.

—¿Pasa algo señor? —preguntó Valentino al ver la expresión de su jefe.

—Alo —contestó él, sin responder a Valentino.

—¡Hola Marco! ¿como te encuentras? Te he extrañado, hace un buen tiempo que no nos reunimos —lo saludó Kamil—. He pensado que si no estas ocupado podríamos encontrarnos esta noche, no se, ¿que te parece salir y tomar unas copas, o ir a algún restaurante a cenar?

Marco bufo, ahora tendría que encargarse que Kamil no estropeara su noche.

—Lo siento Kamil, esta noche estoy muy ocupado, tengo una reunión con unos socios en la noche, así que no tengo tiempo para encontrarnos.

Por unos segundos Kamil no contestó, ella se había quedado pensando en cómo podría reunirse con él.

—Que lástima, quería reunirme contigo a hablar, como en los viejos tiempos. Verás...tengo que ir a Australia, y pensé que sería bueno que nos reuniéramos antes de irme...la verdad es que nos se cuando vuelva.

—Ya veo. Pero en realidad no tengo tiempo, el trabajo a aumentado, como sabrás la reunión capital nos tiene acosados y algo estresados —se excusó Marco, quien no quería reunirse con Kamil—, sabes que esa reunión es muy importante.

—Entiendo. Verás también tenía algo que consultarte, sobre lo de tu hermano, pero si estás ocupado supongo que puedo hablarlo con...

—El domingo —la interrumpió—, haré algo de tiempo y nos encontramos el domingo en la tarde o noche.

—Perfecto, estaré atenta a tu llamada, buscaré un buen lugar para ir.

—De acuerdo, pero ten en cuenta que sera poco tiempo el que tenga disponible —le aclaró.

ADN Lazos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora