Lan Xichen y Lan Zhan estaban sentados en una sala privada con un archivo en la mano, ambos estaban en silencio.
Lan Xichen veía como su hermano tenía la mirada pérdida mientras sostenía una caja de terciopelo pequeño rojo en sus manos.
Ese rojo le recordó a Wei Wuxian.
Xichen sabía que Wangji tenía días actuando extraño. No hablaba con su prometida, observaba fijamente a Wei Ying cuando creía que nadie lo miraba, hasta le llego a mandar un ramo de flores.
–¿En qué estás pensando?
Xichen no pudo aguantar más el silencio. Si Lan Zhan no hablaba, lo iba a golpear.
–Yo... Creo que me he enamorado de Wei Wuxian.
Xichen escupió su bebida.
–¡¿Qué?! Me estás jodiendo ¿verdad?
–No. –su voz sonaba muy seria. –Me he enamorado de Wei Wuxian.
Xichen se recostó sobre su silla y lo miró fijamente.
–Y puedo saber, ¿cómo has llegado a esa conclusión?
–¿Recuerdas que te comenté que he estado tomando la pastilla para poder tener sexo con Wei Ying? –Xichen asintió. –Bueno, después de la segunda dosis no surgió efecto. Así que decidí hacerlo cuerdo con Wei Ying.
Xichen se sorprendió.
–Hermano...
–Ese sentimiento nunca lo había sentido Xichen. –se le aguaron los ojos a Wangji mientras se tocaba el pecho. –Esa avalancha de sentimientos me llevó a lo más alto del cielo y la cara de Wei Ying... Es algo que no puedo sacar de mi cabeza.
–¿Y seguro que lo que sientes es amor y no solamente disfrutas el sexo con él?
–No lo entiendes. No es solo el sexo. Es su actitud, sus acciones, su confianza. –señaló el archivo. –Se infiltró a la red de los Wen ayer mientras yo estaba con Celeste, y logró recopilar la información que necesitamos para terminar de hundir a Wen Ruohan.
–¿Qué...?
Xichen observo los documentos dentro del sobre que estaban sobre la mesa y revisó uno por uno cuando se dio cuenta de que, efectivamente, allí estaba toda la evidencia que necesitaban para hundirlo.
–Cuando vi eso, no te imaginas como me sentí. –la voz de Wangji se quebró. –Le he mentido todo este tiempo Xichen, Wei Ying puso toda su fé y confianza en un bastardo como yo...... mientras yo simplemente lo estaba usando. –empezó a llorar. –No quiero que me deje hermano... Yo, no quiero que Wei Ying me deje.
Lan Zhan se había dado cuenta de hasta donde había llegado cuando vio los documentos esa mañana sobre la mesa junto a Wei Wuxian con una sonrisa triste.
Cuando vio el sobre se emocionó y no pudo evitar abrazar a Wei Ying.
–¡Lo hiciste, realmente lo hiciste! –Wangji lo besó. –Gracias, con esto, –señaló los documentos. –finalmente puedo vengarme de los Wen.
–Lan Zhan, yo necesito saber algo. –la voz de Wei Ying sonaba triste.
El vello de Lan Zhan se erizó, no le gustaba esto.
–Claro, ¿qué quieres saber?
–¿Me estuviste usando todo este tiempo?
–¿Qué...?
Wei Ying mostró su computadora y reprodujo una escena.
Lan Zhan se acordaba de eso. Esa fue la noche que se conocieron.
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El Jade y El Loto (WangXian)
DiversosEn un callejón oscuro a mitad de la noche suena un disparo. -Debí haber dicho que no.-Lo dijo mientras una sola lagrima caía silenciosamente por su mejilla. Una serie de sucesos llevan al hacker profesional "Loto Rojo" conocer al temible "Jade Bl...