– ¿Enviaste el informe esta semana? –Shen Qingqiu tomó del brazo a su compañero y lo llevó a una esquina, alejada de la vista de todos los presentes–.
– ¿Yo? Era tú turno de enviarlo –Shang Qinghua lo miró asustado–. Yo lo envié la semana pasada, el jefe incluso me mandó a escribirlo de nuevo, hermano Shen, ¿No lo recuerdas?
– No es cierto. –En realidad, ahora que su compañero lo decía, lo recordaba, pero no se iba a echar para atrás, de ningún modo–. Fui yo quien envió el informe.
– Pero-
Ambos dejaron de hablar cuando notaron una presencia que se acercaba a ellos de manera dominante. Un hombre vestido de traje azul caminó hacia ellos, abriéndose paso entre la multitud sin siquiera notarlo, las personas a su alrededor se alejaban consciente o inconscientemente de él, por su aura tan pesada, incluso los dos hombres retrocedieron un paso.
– M-Mobei Jun –Shang Qinghua de pronto se volvió como un tembloroso hámster cuando vio al hombre mirarlo tan fijamente–. ¿C-cómo va la fiesta? Es lindo, realmente tiene talento para organizar esta clase de eventos. La última vez que estuve en una celebración así fue en... en... en realidad nunca, es la primera fiesta a la que asisto, me encanta, en serio me encanta.
Mientras veía al hombre junto a él balbucear de esta manera, Shen Qingqiu se preguntó como era posible que lo pusieran con un compañero tan incompetente para una misión de tan alto calibre. Simplemente no lo entendía, pero tampoco tenía la posibilidad de solicitar un cambio.
– ¿¿Qué haces aquí? Te dejé junto a la barra –Mobei Jun lo miró con sus ojos penetrantes, ignorando por completo al tercer sujeto junto a ellos, como si no existiera–. Te dije que no te movieras. ¿Eres sordo?
– ¡N-No! Es solo que... ¡Es culpa del Hermano Shen! ¡Él me arrastró hasta aquí, yo no quería!
Y así, Shen Qingqiu fue arrojado bajo el autobús por su propio amigo.
El hombre le dedicó una mirada fría, a punto de decirle algo, pero fue interrumpido por otra voz, una mucho más agradable, pero igual de potente.
– ¡Shizun! Aquí estás, ¿Por qué huyes de mi? –Luo Binghe hizo un intento de puchero, asqueando a su mano derecha–.
– Ya te dije, no soy tu Shizun.
Frío como el hielo, Shen Qingqiu se dio media vuelta para irse, ocultando que en realidad estaba muy avergonzado, siempre terminaba avergonzado cuando este chico aparecía frente a él.
Antes de poder detenerlo, Binghe fue detenido por una hermosa joven que se apoyó en su pecho descaradamente.
– A-Luo, dijiste que me acompañarías durante toda la noche, pero me descuido un segundo y te vas de mi lado, ¿Qué pretendes?
– Señorita Hualing, no recuerdo haber hecho tal promesa –A punto de llorar, Luo Binghe veía como la espalda de su secretario se alejaba más y más, hasta el punto de perderse entre la mar de personas presentes–. En realidad, ni siquiera recordaba que había sido invitada.
La chica se tensó.
– Bueno, pero ya estoy aquí, ¿Por qué no disfrutar de mi presencia? Podemos divertirnos mucho juntos, A-Luo. –Susurró seductoramente en su oído–.
A un lado, Mobei Jun y Shang Qinghua hacían oídos sordos, ignorando la situación. Aunque secretamente, este último tomaba nota mentalmente de la conversación, por si salía algo importante de ella.
A varios metros de ellos, Shen Qingqiu recibió una llamada.
Maldijo internamente cuando vio el nombre en la pantalla.
– ¿Diga?
– ¿¿Dónde está el maldito informe? –Una voz gruesa, pero no enfadada salió del otro lado de la linea mientras Qingqiu se alejaba nuevamente de la multitud–.
– Jefe Liu...
– No quiero excusas, tienen hasta media noche para enviármelo o haré que sus bonos se reduzcan a cero, ¿Entendido?
– ¡Pero no hemos escrito nada aun!
– Entonces deberían comenzar desde ya –La llamada se cortó, dejando al pobre Qingqiu devastado–.
No quería que le quitaran sus bonos.
Regresó buscando con la mirada a Luo Binghe, y cuando lo encontró, fue en una posición un tanto comprometedora con la hija del jefe de una de las pandillas más peligrosas de la ciudad, Sha Hualing.
Tosió un par de veces para dar a conocer su presencia.
– ¡Shizun! ¡No es lo que parece!
– Solo venía para avisar que este humilde subordinado se retira, señor Luo.
– ¡No, espera!
– Volveré a la residencia, usted puede... seguir divirtiéndose.
Hualing le dedicó una mirada de superioridad que no dejó que lo afectara. No tenía porqué afectarle que esa maldita ramera se le estuviera restregando como gata en celo a Binghe.
A él no le importaba.
De nuevo, antes de que Luo pudiera ir tras él, fue retenido por la mujer entre sus brazos.
– A-Luo, ¿Cuándo vas a despedirlo?
– ¿Disculpa?
– Yo puedo hacer su trabajo, no es difícil servir café. ¿Qué me dices? Seré tu sexy secretaria, cariño.
Binghe sintió una arcada.
– No, gracias. Shizun hace muy bien su trabajo, no hay motivos para despedirlo.
– ¿Y que me dices de ser más que eso? A- Luo, ¿No te gustaría acompañarme a casa?
– No, gracias.
– Pasaremos un buen rato –La chica se acercó a su oído, seductoramente–. Podrás hacerme lo que quieras cuantas veces quieras.
– Tengo trabajo, disculpa.
Liberarse de esa chica era como escapar de un pulpo, de alguna forma, siempre estaba tocándolo en todas partes, no había espacio personal para él si ella aparecía. Como le gustaría que su Shizun fuera así, en vez de ella.
Notita:
La idea vino mientras leía "¡Se supone que soy un policía en cubierto, no la cuñada!" y sonaba "Under Cover" de A.C.E en el reproductor.
Serán capítulos cortos, así que no es mucho, pero es trabajo honesto.
╮(╯∀╰)╭
Y quiero aclarar desde ya, que no le tengo bronca a ningún personaje femenino de la novela, pero para motivos de esta novela, pues...
¡Espero que se diviertan!
~ Aurin
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Under Cover |BingQiu/MoShang|
FanfictionUn policía experimentado es obligado a participar en una misión encubierta para descubrir los planes de un empresario millonario y su socio de negocios que parecen estar envueltos en asuntos turbios junto a las pandillas más peligrosas de la ciudad...