Deiton
Cojo dos vasos de la estantería y los relleno de zumo, cuando termino vuelvo a la habitación donde me espera Eiren, ya que ha venido esta mañana a traerme el desayuno de sorpresa y se ha quedado un rato más. Cierro detrás de mí con el pie la puerta de mi habitación y me acerco a la cama donde me espera Eiren.
-Gracias.- me dice cuando coge uno de los vasos que llevo en mis manos y yo le sonrío.
-Denada.- me giro y dejo mi vaso relleno del zumo de naranja en mi mesita de noche.-Bueno que estabas diciéndome de tus padres.- le pregunto para no crear un momento incómodo.
-Ahh.- me dice cuando deja su vaso, ahora medio lleno por el sorbo que le ha dado, al lado del mío.- Es verdad, bueno tú ya sabes que les hable de ti a mis padres cuando empecemos a salir.- asiento con la cabeza como respuesta.- Pues me han dicho que si quieres podrías venir el martes a cenar a mi casa.-la noticia me ha tomado un poco por sorpresa. Veo que avanza lentamente por mi cama hasta quedarse delante de mí y coloca sus manos alrededor de mi cuello para que la mire.- Qué me dices?-me dice y me pone ojitos de pena para que acepte la petición de sus padres. No quiero hacerle un feo a Eiren, pero esto no está dentro de mi plan. El conocer a sus padres no tiene nada que ver con lo que yo tengo planeado, mi relación con Eiren es solo una tapadera, nada más, así que tengo que pensar algo para no ir a esa cena.
Aparto con cuidado los brazos de Eiren, que ahora están en mis mejillas.- No sé, no sé si estoy preparado todavía para conocer a tus padres, quiero decir no llevamos tanto tiempo saliendo juntos.- la miro y veo que la cara de pena de hace un momento ha cambiado a otra más sorprendida.
-Ya sé que no llevamos mucho tiempo, pero pensé que te haría ilusión igual que a mí.- me dice y se gira dándome la espalda.
Para que Eiren no se enfade conmigo decido mentirle.- Y me hace ilusión, pero creo que todavía es un poco pronto.- me acerco a ella por detrás y le doy un beso en el cuello y noto como se estremece ante mi acto.- No crees?- le susurro en su oído y vuelvo a besarle el cuello, noto como mi acto vuelve a causar efecto en ella.
-Si...si...creo...creo...que tienes razón- me dice mientras se pega más a mí, vuelvo a besarle, pero esta vez lo hago un poco más lento que las veces anteriores y Eiren se da la vuelta y junta con desesperación sus labios con los míos. Es un beso apasionado. Eiren mete las manos por mi camiseta negra y tira de ella hacia arriba y me la quita, para un momento y su mirada recorre mi pecho, sus ojos se oscurecen y vuelve a besarme.
Sé lo que va a pasar ahora mismo y debo parar porque si en algún momento Eiren descubre que la he utilizado para mi plan no quiero convertirme en el cabrón que además de utilizarla como novia falsa la utiliza para acostarse con ella. Es contradictorio que yo no quiera hacerlo ahora con ella porque ya lo he hecho, pero solo fue una vez en la cual había bebido mucho porque me acordé de mis padres y me deje llevar, pero me arrepiento, nunca tendría que haber sucedido nada sexual entre Eiren y yo.
Le continúo el beso y Eiren se quita la camiseta, vuelve a detenerse y ahora quiere que yo la devore con la mirada como ella ha hecho hace un momento, pero no puedo así que vuelvo a besarla. Cuando creo que voy a separarme para frenar la situación el teléfono de Eiren suena en la mesita de noche, mi salvación.
Me separo un poco de ella y le digo.- Creo que deberías cogerlo.
-Que espere.- me dice y vuelve a besarme y se sube encima de mí.
-Puede ser importante Eiren.- le digo mientras la empujo suavemente alejándola de mí para que pare.
-Está bien.- se deja caer al otro lado de la cama y estira el brazo para coger su móvil.-Quién es?- pregunta. Aprovecho y cojo una toalla y unos calzoncillos para ir a darme una ducha.
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Sensaciones entrelazadas
Novela JuvenilUn accidente de coche cambió la vida de Deiton Anderson convirtiéndolo en un chico roto, sin sentimientos, cruel y con sed de vengarse de la culpable de la tragedia. Cada día Aria Wilson, una chica cobarde, insegura, confiada y muy enamoradiza, se o...