De la pared salió un ser dantesco, parecía una especie de polilla gigante, era enorme.
Le resultaba familiar, tal vez un sueño o una película, tenía que estar alucinando.
Alterada vio como la libreta volaba lejos de las manos de Mello hasta chocar con la cabeza de Snidder, el cual tuvo la misma reacción que ella.
-¿También lo ves?- El hombre miraba a Kath con horror en el rostro, no era una alucinación o un disfraz.
Todos tocaron la libreta, viendo al fin al demonio, el caos explotó en la sala; todos disparaban contra el ser pero las balas no hacían nada.
Se acercó hasta la chica y la miró con lo que supuso era una expresión de curiosidad.
-Que raro, jamás había visto un humano capaz de vernos sin tocar la libreta.- Aleteo un poco de alguna forma sentía simpatía por ella- Dicen que solo los emisarios de la muerte o los que morirán pronto nos ven, tal vez mueras hoy o será que ¿Eres Kira?
La chica se levantó del sofá con las miradas de todos sobre si, la duda se había plantado y aunque era prácticamente imposible que lo fuera lo había mencionado un ser alado, eso le daba fuerzas a la duda.
La tensión era palpable, de alguna forma sentía como cada hombre en esa sala se aferraba a su arma expectante a la respuesta, su vida dependía de sus próximas palabras.
-Me temo que no, de ser así sería yo la dueña de la libreta ¿No es así como funciona?- Con cautela tocó el ala de ser que parecía intrigado, también posó su mano en ella tocándole el rostro.
El toque duró un instante, la muerte que estuvo presente toda su vida ahora era tangible bajo sus dedos.
La tensión se fue liberando a medida que interrogaban al shinigami, había escuchado de ellos antes. De las parcas japonesas, había todo tipo de leyendas y representaciones en el arte, pero ninguna se asemejaba a la verdad o al menos en este caso.
Una muerte próxima, no sería una sorpresa. Después de todo ya había estado cerca a esta muchas veces gajes del oficio. Después de que Mello ordenara a Sidoh vigilar no hubo necesidad de quedarse ahí, se escabulló al almacén donde tiempo después la presencia la encontró.
-¿Moriré pronto?
La miró con atención, era enorme y no tenía un cuello así que simplemente se inclinaba hacia ella.
-¿Tienes miedo?
¿Miedo? no, ya no. Si le hubiera hecho esa pregunta hace cinco años la respuesta sería diferente, después de todo lo que había pasado morir no le importaba.
En cambio el castigo divino, lo que pasaría después, sería el ajuste de cuentas.
Cada religión tenía una corte en la que pagaría por lo que había hecho, arderá eternamente o renacerá como un gusano o tal vez un shinigami.
-No, per... ¿Sidoh?- Se había ido, vaya que mala suerte. De verdad quería seguir hablando con él, aún quería saber más.
Un estruendo sacudió el edificio entero, las luces parpadearon hasta por fin apagarse. Salió del edificio viendo como este ardía en llamas, a lo lejos entre la maleza las luces de la policía brillaban.
Entro de nuevo consternada, de la nada todo era un caos. Subió las escaleras, había policías heridos y matones muertos por todos lados; y bajando herido venía Mello apenas de pie. Su rostro estaba fundido con el plástico de la máscara de gas, quemado desde el lateral del rostro hasta la mitad del pecho.
Corrió hacia él y lo sostuvo un momento antes de que se cayera.
-¡Oye! Mierda ¿Qué paso?- Todo lo que salía de él eran quejidos de dolor, la máscara de gas lo sofocaba, intentó sacarla pero solo hizo que gritara más.
El humo inundaba el lugar, si se quedaba no duraría mucho. Dejó a Mello en el piso detrás de unas cajas y corrió al edificio arriba con el cuello de la playera cubriendo el rostro, de entre las llamas y escombros saco una mochila, todo estaba intacto.
Marcó el único número del teléfono desechable.
-Necesito tu ayuda, te veo en el kilómetro 36, trae tu maletín.
Junto a él ya había un charco de sangre, estaba inconsciente, al menos ya no se quejaba de dolor, rompió la máscara lo más que pudo y con toda la fuerza que tenía lo cargó en su espalda, estaba segura de que pesaba casi lo mismo que ella pero no, apenas avanzaba con él encima.
Podía dejarlo, moriría y podría olvidarse de esta vida de mierda.
NOTA DE LA AUTORA
Hola, bueno la mayoría de las veces intento que los capítulos sean cortos para que no sea aburrido pero los siguientes episodios puedes que sean un poco mas largos.
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Headless Monarc
FanfictionTras la tragedia de la gran casa, las sobras de la familia tuvieron que renacer de la ceniza. La mentira, duda y traición son el pan de cada día en el bajo mundo. La victoria está llena de vergüenza aunque alce la cabeza del rey en alto. En esta his...