CAPITULO XII

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No podía dormir con un carajo esque simplemente no podría estarle pasando esto a ella, si había un dios estaba segura de que la odiaba con ganas y demonios estaba tensa, hace unos minutos estaba por ser besada por Izuku, algo que ha deseado desde que lo conoció y ella simplemente se niega a hacerlo.

Estaba comenzando a preocuparse...había algo en ese rubio cenizo que simplemente no la dejaba tranquila y eso la inquietaba de sobremanera...tenía que tomar agua, sí, iría por un vaso de agua.

Salió de su habitación no sin antes ponerse un suerter delgado ya que su bata de dormir era algo destapado era largo color crema con tirantes, muy ligero para esta época del año, cómo pudo llegó a la bendita cocina, el castillo era grande por lo que si no sabías por dónde ir fácilmente podrías perderte.

Agarro un vaso y le sirvió agua, mierda que relajante, sentía que toda su frustración se iba...

-¿Qué haces despierta a esta hora?

Saltó del susto lo cual provocó que tirará agua en la isla de la cocina, se giro para ver a Katsuki parado con solo un pans de dormir, recargado al marco de la puerta y con sus brazos cruzados, no pudo evitar ruborizarse así que desvió su mirada de él.

-Que tonta eres.

-¿A-acaso estás espiandome?- comienza a limpiar el desastre que hizo.

-¿Espiandote?- suelta una risa qué puta madre sonó muy atractiva- ni que fueras tan importante cara redonda.

-Por cierto- se gira para verlo- yo quisiera disculparme en nombre de Camie.

Eso dejó a un Bakugou sorprendido pero pronto se recuperó.

-Yo no se con exactitud que fue lo que le dijo- comenzó a mover sus manos de manera nerviosa- pero pido que la entienda...ella es mi mejor amiga y solo busca mi bien...

-¿Tú bien?- forma una sonrisa socorrona- no digas estupideces, esa mujer solo dijo puras mierdas sin sentido, deberías estar agradecida de que fui condescendiente con ella y no la eche a patadas del palacio.

-Camie nunca habla sin razón...ella se preocupa mucho por mí...

-No me digas- su tono era más de burla- si yo fuera tú me empezaría a preocupar por mi mismo y no estar esperansado a que otro maldito extra lo haga...

-Deberia ser menos cruel con sus palabras Bakugou-kun- lo mira seria- hay personas que son muy sensibles.

-Nadie me dice que hacer- se acerca a ella- mucho menos tú maldita.

Ochaco está más roja que antes, jamás había pasado por algo así ¡Está sin camisa con un demonio!

-B-bueno hay personas que podrían a-ayudarlo a controlarse- sus manos estaban sobre su pecho.

-¿Asi?- la ve con diversión- y según tú ¿Quién?

-Izuku-kun.

Bakugou al momento de escuchar eso su sonrisa se borra, su mirada se vuelve más dura, porque de todas las putas personas que hay en el jodido reino tuvo que mencionar a ese maldito imbécil…su enojo era más que evidente, sin ninguna delicadeza la acorraló entre la isla y él, acción que sorprendió a Ochaco.

-¿Qué mierda te traes con él?- sus brazos estaban sujetando la orilla y muy, muy cerca de ella- no me digas que estás enamorada de un puto extra como el maldito de Deku.

-No le digas así- estaba nerviosa por la cercanía pero no permitiría que se exprese así del de pelo verde por lo menos no en su presencia- Izuku-kun es un gran hombre...muy respetuoso.

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