El frío siempre me recuerda a ti, por muchos y diferentes motivos pero, este frío hace reminiscencia de cuando entendí que te amaba y tu aún ni siquiera pensabas en mí.
Es este frío que congela tu nariz y te hace perder un poco la sensibilidad en la punta de los dedos. Tus manos, frías de por sí, se volvían tan heladas como uno de esos carambanos que te encuentras colgando de los techos. Recuerdo como se me inundaba el corazón con el apuro de calentar tus manos, aunque esa más bien era la mentira que le decía al subconsciente para negar la necesidad que tenía de tenerte cerca de mí.
Recuerdo el anhelo imperioso de tener algún tipo de complicidad contigo, de tenerte cerca y sentir tu calor envolviéndome en esos inviernos tan fríos. Hoy extraño el calor de tu sonrisa y la calidez que provocas en mi.
Tu mirada siempre fue acogedora y atrapante, la misma forma en la que siento el olor de las flores en primavera. Escogias que las palabras que salían de tu boca tuvieran las mismas cualidades que tus ojos; A pesar de que tienes la facilidad natural de volverlas feroces y afiladas. Tuve el placer de saborear la dulzura de las palabras que dirigías a mí y descubrí que sólo me gusta la miel cuando sale de tus labios.
Te recuerdo como el sol, alumbrando la existencia de todos quienes le necesitan (yo desde siempre incluida). Desde la primera vez que te vi pude apreciar como tu luz genera vida; como el calor que irradias atrae a todos hacia ti.
Supe que te amaba porque entendí que era una flor y que sin tu luz y calor yo no sería capaz de seguir, me marchitaria al poco tiempo de alejarme y por más que lo intentará siempre estaría atada a ti.
Ahora las hojas vuelven a caer y me pregunto si saldrás a saltar sobre ellas para oírlas crujir. Creo que nunca logramos hacer eso juntos. Tengo la esperanza de algún día hacerlo; tomarte de tu mano fria, escuchar tu dulce voz contando hasta tres y ver tu cálida sonrisa hasta que nuestros pies vuelvan a tocar el suelo y podamos oír las melodias que trae el otoño.
Tengo frío, el invierno está cerca y eso me recuerda a ti. Pero la verdad es que todas las estaciones me llevan a ti.
