ʟᴏᴠᴇ ɪꜱ ʜᴜᴍᴀɴɪᴛʏ (SAVE + AU MDZS) [TERMINADA]

Capítulo 17: Nunca que acerques a una Princesa dopada

Luo Binghe se hallaba 'visitando' el Reino demoníaco para hablar con su padre. Dentro de una Luna Luo WuXian cumpliría dieciséis años, y tenían planeado celebrar en grande. Además, también deseaba visitarlos en Gusu para poder llevar a Wei Fen con su hijo; su esposo tendría que llevar a cabo un viaje de conferencia a CangQiong con su hermano marcial. Llevar a Wei Fen sería dificultoso, puesto a que el infante era demasiado pequeño para tolerar un viaje tan largo.

Shen Qingqiu estaría ocupado, y no tendría tiempo de ver a su nieto sin tener que recurrir a las niñeras. Lo mejor, sería que estuviese con su A-Niang/baba. Estaba cien por ciento seguro que WuXian se podría feliz de ver a su hijo.

Claro que no esperaba que en medio de su charla, sintiera la opresión en su pecho alarmándolo de inmediato. TianLang-Jun parpadeó. —¿Qué es?

Luo Binghe luego de recuperarse del repentino ataque y dolor, procesó rápidamente la sensación. Entonces, sus ojos se abrieron grandes. —A-Ying y A-Xing están en peligro.

TianLang-Jun se puso de pie de un salto. —¡¿Qué les pasa a mis nietos?!

Cuando Luo Binghe iba a responder, uno de sus subordinados ingresó corriendo al salón. Tenía una expresión de total pavor. —¡Junshang, Junshang!

—¡Habla! —demandó el Príncipe de los demonios, sintiendo la preocupación quemar cada vez más.

El hombre dio una larga bocanada de aire, y soltó sin más. —¡Una mariposa mensajera del Joven Maestro Jin! ¡avisa que los Príncipes tuvieron complicaciones en una cacería, la Joven Princesa Luo está presentado principios de desviación de qi!

Fue una micra de segundos que le tomó a Luo Binghe procesar las palabras, una por una a medida que las iba escuchando. Otra más acomodar sus e ideas, y una tercera más antes de desaparecer en una nube oscura.

TianLang-Jun y el subordinado de Luo, quedaron estáticos en sus lugares. El Rey de los demonios pensó que era mejor contactarse con su nuero, para que pudiese estar al tanto de la situación y poder calmar a su frenético hijo.

Solo los cielos y Shen Qingqiu agradecerían en un futuro la consideración del hombre, que evitó se levantara una innecesaria catástrofe por la sobreprotección del Príncipe de los demonios para con sus hijos.

—Solo tranquilízate, y no provoques un incendio en el Receso de las Nubes, por favor Binghe —repitió por milésima vez Shen Qingqiu a su marido, por medio de su enlace de comunicación.

Luo Binghe lucía como un cachorro que fue pateado. —¡Pero Shizun! ¡A-Ying y A-Xing están el peligro por culpa de la inutilidad de los Lan!

Shen Qingqiu acostumbrado a los arranques dramáticos de su esposo, simplemente rodó los ojos.

—Escúchame bien Binghe. Es precisamente por nuestros hijos que te estoy pidiendo que mantengas la calma. Si algo les pasa a sus amigos, y me refiero por sobre todo a esos dos Jade; el único que saldrá perjudicado será nadie más que tú, por asesinar a la almas gemelas de tus hijos.