𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈: 𝐎𝐫𝐢́𝐠𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟐

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Año 845
Caída de Shingashina
2:07 pm
Levi Ackerman

No era posible que tan solo habíamos estado unas horas atrás en aquel distrito, ni siquiera se nos permitió llegar a nuestra base para dar los pésame de las pérdidas cuando tuvimos que regresar.
Durante el trayecto de regreso se nos informó que Shingashina había caído y que también habían entrado al muro María.

— Levi, tu escuadrón y tu se encargarán del titán de cincuenta metros, Nosotros nos encargaremos del resto — La orden de Erwin había quedado claro, aún me era difícil de creer que había un titán de más de cincuenta metros y que durante el regreso no pudimos verlo.

Pero habíamos llegado un poco tarde, evidentemente no había rastro de aquel titán ni del otro que atravesó el muro. Mucha gente aún corría por sus vidas mientras otras estaban siendo devoradas.

—Traten de evitar más pérdidas, que ese sea su único objetivo, Moriremos aquí y le entregaremos nuestro sentido a los vivos. — A pesar de que los gritos de miedo y agonía de las personas penetraban mi cavidad auditiva, los gritos del rubio eran audibles.— ¡Avancen, soldados! ¡Griten, soldados! ¡Peleen, soldados! ¡Entreguen sus corazones!

[...]

— Tienes que ir a mi habitación... dejé una carpeta y una carta en donde todo se te explicará. No puedes contarle a nadie... —La voz del comandante era cada vez más débil y sus ojos se opacaban más. — Levi, tienes que seguir ese Plan sin importar que... Trae de nuevo la Paz y la esperanza a la humanidad. — Y esas fueron las últimas palabras de Erwin Smith antes de morir.

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Año 845
Ciudad Subterránea
6:00 pm
Levi Ackerman

Ha pasado una semana desde que Erwin murió y que el muro María Cayó , todavía me era confuso todo. ¿Erwin sabía mucho más de los titanes? ¿Por qué ocultar todo? ¿Por qué me lo pidió a mi? ¿Y quien mierda es Grisha Jaeger?
No tenía idea de lo que buscaba y si por algo era secreto, la única manera de conseguirlo era aquí en la ciudad Subterránea.
Por un lado extrañaba este lugar y vivir en el, aunque fuese sucio y no tuviese la Luz del Sol y la luna, era mucho más seguro y la gran mayoría de la población no tienen porque vivir en carne propia la masacre.
No sabía si era afortunado o desafortunado por haber salido de este lugar, pero lo que sí estaba seguro es que cada día qué pasa todo es diferente. Lo que algún día fue armonioso y seguro, se convirtió en una basura y en un mercado negro.

— ¿Levi? Vaya hombre, hace mucho que no se te ve por acá. — Había girado en Mis talones hacia la dirección del llamado, Un canoso hombre robusto me miraba con los brazos extendidos. Era Will, un viejo panadero que mucho tiempo me alimento y cuido cuando Kenny no estaba. Me acerque a él y lo abrace, al final de todo fue como un padre para mi.— ¿Cuanto tiempo llevas fuera de aquí?

—Hola Will, para ser exactos, diez años. —

—¿Tanto? Todavía recuerdo cuando viniste a despedirte de mi porque te preparaste para los reclutas. Tan solo eras un niño y ahora eres todo un hombre. — Aquel hombre abrió la puerta de su panadería para dejarme pasar mientras hablaba. Ni siquiera pude avanzar más al ver el desorden total que tenía. —Por cierto, una disculpa por el desorden, no he tenido tiempo de limpiar.

𝐒𝐞𝐫𝐮𝐦 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora