CAPÍTULO X

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Morrigan quiso gritar, pero sólo un leve quejido escapó de sus labios ya que rápidamente llevó sus manos a la boca

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Morrigan quiso gritar, pero sólo un leve quejido escapó de sus labios ya que rápidamente llevó sus manos a la boca. ¡No debían escucharla! Tenía que quedarse quieta y no moverse, un error y estaba perdida. Ese tipo... Beckett o como fuera que se llamara también la estaba buscando. El cyborg iba en busca de ella y de Liam para aniquilarlos. Afortunadamente, ella logró ocultarse en los pasadizos secretos, pero su tío no lo consiguió. ¡Sí tan sólo Liam se hubiera apresurado! Pensó la chica a punto de soltar el llanto y llevándose las manos a la boca para no dejar escapar ningún sollozo, debía ser fuerte y mantenerse quieta si quería vivir.

La joven había escuchado parte de la conversación entre él y su tío. Al parecer, ese mercenario y Liam se conocían de tiempo atrás. Beckett habló de la gran guerra y de otros acontecimientos que habían ocurrido en siglos pasados. Su cerebro no alcanzaba a procesarlo todo. Morrigan tenía montones de dudas, ya que esas palabras que intercambiaron, lejos de ayudarla a comprender, la habían confundido demasiado.

¿Capitán? Se preguntó la joven y se llenó de desesperación. ¿Llamó a su tío capitán? No lo comprendía. Su tío jamás había recibido algún tipo de preparación militar, al contrario, Liam era un hombre pacífico y... ¡ay, no! Liam, exclamó Morrigan y sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez. ¡Su Liam estaba muerto! La chica cayó lentamente al piso y se abrazó las rodillas, recargando su cabeza en ellas y comenzó a llorar en silencio. Su corazón acababa de romperse por completo. La muerte de su tío era más de lo que ella podía soportar, ¡ahora estaba completamente sola! Y a merced de ese asesino.

Morrigan se hizo un ovillo y trató de calmar el llanto. Arriba todavía se escuchaban los pasos del cyborg que iba y venía abriendo las puertas de las habitaciones. ¡Ella tenía que largarse de ahí! Pero, ¿cómo? Además, no se sentía capaz de ponerse de pie, las fuerzas la habían abandonado, se sentía realmente mal. Una opresión en el pecho la asfixiaba, impidiéndole respirar correctamente. Si ese cyborg no la mataba, ella moriría de tristeza.

* * * * *

Tristan dio una fuerte patada al cuerpo de inerte de Liam. ¡El hijo de perra estaba muerto! ¡Lo que le faltaba! ¿Y si el malnacido de Griffin tenía razón? ¿Y si la fórmula de la vida eterna era una vil mentira? No estaba muy seguro de ello ahora que veía el cadáver de uno de sus enemigos. De pronto recordó una antigua historieta que leyó cuando era niño en la biblioteca de la escuela; se trataba de la historia de un hombre débil y enfermo que, al ser sometido a un experimento se convirtió en un súper soldado de gran fuerza. Pero ese tipo no era inmortal.

La mente de Beckett trabajaba al cien, ¿y sí sólo se trataba de una fórmula para retardar el envejecimiento? De un fórmula para prolongar la vida por un tiempo más. Algo a lo que Jensen se sometió para vivir todos esos años sin envejecer y sin padecer alguna enfermedad. Ese tratamiento se estaba volviendo muy popular en toda la galaxia y quienes podían costearlo, no dudaban en someterse a él, intentando prolongar su vida por muchos años más.

SYNTHETIC PARADISE (A NEW MISSION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora