Give me Love [En Edición]

Capitulo 5 ♥

Narra Caroline

Me había despedido de Bonnie para entrar a la clase de Lengua y para mi mala suerte me encuentro al más idiota de los idiotas, Niklaus Mikaelson.

-¿Que quieres?- lo miro de la forma más seria para que se largue.

-Que agresiva, pero así me encantas más.- me guiña el ojo.

-¡Vete a la mierda Nik!- le doy la espalda pero él me agarra del brazo metiéndome al baño de hombres. Pone cerrojo y me arrincona contra la pared, comienza a lamer mi cuello volviéndome loca, correspondo a sus besos ardientes. Este hombre me encendía profundamente, hacia que todo mi cuerpo se paralizara y no me importa nada más en este mundo. Me quita la blusa y con sus dedos roza la línea que separa mis senos. Comienzo a quitarle la camisa y el cinturón, pero en eso tocan la puerta, rápidamente me escondo y Nik se termina por arreglar.

-Emm lo siento colega, permiso.- Klaus sale del baño y yo espero un buen rato a que salgan todos. ¡Maldita sea! llegaría por milésima vez tarde a clases. Tenía que ocurrírsele a Klaus calentarme en estos momentos. Suspiro frustrada, esto no podía volver a pasar.

Él era tan mujeriego, volvería a lastimarme otra vez. No habíamos vueltos a hablar de lo que sucedió hace años y siempre terminamos teniendo sexo pero él nunca se decidía a decirme nada. Es obvio que no siente lo mismo que yo y solo quiere pasarla bien.

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Narra Damon

¡Maldición! Jacob y Elena han salido del instituto quien sabe a dónde, me indigna y tengo ganas de arrancarle la cabeza a ese idiota. Pero ¿qué me pasa? ¿Por qué actúo así? Siento celos de él, yo no puedo enamorarme nunca más, todas son iguales pero siento que Elena no es así. Lo sentí en ese abrazo que me dio y si ella es la única que puede curarme estas heridas pues no la pienso perder, ella será mía y de nadie más.

-¡Hola! Me llamo Vicky.- me saluda una chica muy simpática con unos labios apetecibles.

-Hola, Damon Salvatore.- le sonrío al darme cuenta de su mirada llena de lujuria.

-Soy una de las porristas y espero que me dediques uno de tus goles mañana.- me guiña el ojo.

-Pues te dedicaré uno hermosa.- le respondo.- Si no te molesta tengo que ir a cambiarme para entrenar.

-No, yo también tengo que practicar con las chicas ¿me acompañas?- me porto como un caballerito y la acompaño pues la verdad estaba hermosa.

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Jacob y Elena han escapado del instituto para pasar el día juntos después de su primera pelea. Comiendo algodón y paseando en moto se han pasado gran parte del día.

-Me la he pasado muy bien, amor.- comenta Elena

-Yo también, siempre me pasa cuando estoy contigo.- le da un tierno beso a la chica.

-Bueno, creo que ya es tarde para regresar al instituto ¿me podrías llevar a casa?- pregunta la castaña poniéndose el casco.

-Claro, sube hermosa.- Jacob enciende la moto y van camino a casa.

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Narra Elena

Entro a casa y escucho Dark Horse de Katy Perry y por la voz desafinada que escucho me doy cuenta que Kat estaba cocinando.

-Qué asco no cantes Kat.- me tira un mantel pero por suerte lo cojo a tiempo.

-Por lo que veo ya te amistaste con Jake.- me mira sonriente.

-Sí, hemos pasado el día juntos. Es maravilloso estar con él.- me mira asqueada.

-Ay que cursis, yo con Enzo somos pura pasión.- se muerde el labio y ahora la asqueada soy yo.

Mi hermana y yo teníamos la misma edad, la diferencia era que ella no termino de estudiar y se metió a trabajar con la tía Jenna en la empresa de modelaje que había fundado mi mamá y Jenna.

-¿Y la tía Jenna?- pregunto cambiando de tema.

-En el trabajo revisando las fichas de algunas chicas y luego pasara por ella Ric. Esos dos van bien y pronto tendremos a Ric viviendo aquí.- comenta divertida

-Me alegro por Jenna y no nos vendría mal una figura paterna.

Me paso un rato ayudando a Kat a cocinar y al fin nos servimos. Terminamos de almozar y mi hermana se despide dejándome sola en casa.

Me dirijo a mi habitación cuando de repente suena el timbre. De seguro era alguna de las chicas al acordarme de que Jacob iría a ver a Kai. Abro la puerta y mi sorpresa es grande al ver quién era.

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Narra Damon

Espero un buen rato, pero al fin me decido por tocar. Espero unos segundos y la puerta se abre, al verme abre la boca sorprendida.

-¿Qué haces acá?- pregunta un poco nerviosa.

-Pues, mi hermana ha salido y me sentía solito, se me ocurrió venir a pasar la tarde contigo.- ella me mira dubitativa.- Traje churros y puedo preparar chocolate. Sonríe y abre paso.

-Pasa Damon, pero tú preparas el chocolate.

-Por supuesto, se preparar de todo.- comento divertido.

-Humilde como siempre.- ordena todo para que yo pueda preparar el chocolate y cuando voltea me descubre mirándola.

-¿Que tanto me miras?- pregunta pero me doy cuenta que se sonroja.

-Es que eres hermosa Elena.- me mira y luego quita la mirada volviendo a sonrojarse.

-No digas eso Damon.- dice apenada.

-Bueno no volveré a decirte la verdad.- me mira y niega con la cabeza divertida.

Me paso un buen rato preparando el chocolate mientras me va contando lo que le pasó a sus padres y con quienes vive ahora.

-Así que tienes una hermana gemela. Debe ser hermosa, ¿cuándo me la presentas?- se cruza de brazos y niega con la cabeza.

-Eres de lo peor. Si pero ella es rubia, bueno se tiñó para que no nos confundan.- agarra un churro, lo moja en el chocolate y se lo mete a la boca. Me quedo embobado mirando como come y eso hace que se sonroje otra vez.

Le cuento sobre el equipo en que jugaba y mi antiguo instituto. Me percato que tenía un poco de chocolate en el borde de los labios y decido pasar mi dedo limpiando la zona. Me mira y siento como se estremece ante mi contacto. Reacciona y retira mi mano.

-Bueno Damon, te tienes que ir, no quiero que cuando llegue Jenna piense mal.- empieza a recoger las cosas.

-Me la pase muy bien contigo. Eres una de las pocas personas en que confío.- me despido de ella con un beso en la mejilla pero luego me quedo mirándola y me voy acercando a sus labios lentamente.

-¡Damon, no!- me mira seria.

-Lo siento se que ahora quieres a Jacob pero uno de estos días serás tú quien me pida que te bese...- le sonrío tiernamente y me subo al auto para irme a casa mientras ella me mira desde su puerta.