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KUROO TETSURO:

Me desperté por los gritos y las sacudidas provenientes de mi madre, ella no paraba de gritar como desquiciada cosas que ni siquiera llegaba a entender bien, estaba tan dormido que prometía que me estallaría la cabeza.

Recuerdo haber tomado en la fiesta de anoche, alcohol, amigos, los del Karasuno, llorar por algo que recuerdo, alguien me trajo a casa, alguien con aquella fragancia tan reconocible... ¿Hiroko? 

Mierda.

Bien, no pensaré en eso, mejor me encargo en mi ruidosa madre.

-¡Llegas tarde al autobús que te va a llevar a la universidad! ¡TETSURO KUROO! - Grito nuevamente mi madre aturdeciendome, abrí los ojos como platos. -¡Ah! -Me queje, salte de la cama saliendo de entre las sabanas, me di una ducha de cinco minutos y me cambie.

Baje con la maleta en mano, casi tropiezo en las escaleras. -¡DESPACIO, TE VAS A CAER! - Reprocho mi madre ayudándome a bajar mi maleta, antes de que me dejaran ir mi obsesiva mamá no paro de darme besos en las mejillas, intente zafarme de su agarre. -Prefiero despedirme aquí que hacerlo frente a tus amigos, luego te me quejas, baboso. -Exclamo ella abrazándome. -Esta bien. -Hable dejándome abrazar, es verdad, después de todo prefería que me despidiera aquí que lo hiciese frente a mis amigos que irían a despedirme a la parada del autobús. 

5 minutos después mi mamá me soltó y comenzamos a subir las cosas a el coche de mi madre.

Llegamos al cabo de minutos a la parada donde el autobús llegaría más tarde, mire por la ventana, mi equipo y amigos se encontraban ahí y allí estaba Hiroko, parada, mirando su celular al lado de Kenma.

Ah, joder.

Baje del coche y así mismo lo hice con mi maleta y esas cosas, mi mamá grito el nombre de Hiroko en busca de su atención, ella levanto la cabeza a su llamado y se dirigía hacia el coche, pensé que venía a saludarme a mi pero no, para mi sorpresa, o desagrado, se dirigió a la ventanilla del auto del lado del acompañante para al parecer entablar conversación con mi madre, no me quería quedar parado ahí así que fui con mis amigos.

Mire para Hiro, estaba recargada en la ventana hablando de forma bastante animada con mi madre, no entendía, si bien le había mencionado acerca de ella a mi mamá no tiene sentido que se hablen como si se conocieran, hablaban y reían muy felices. -¿Qué coño? ¿Y estas dos de donde se conocen? -Pregunte mirando a mi grupo de amigos, la gran mayoría rieron ante mi comentario. -A mí Tanaka me dijo que Hiroko bajo del coche y te dejo en tu casa, tú ibas durmiendo en su hombro y al parecer, pasaron dentro y él dijo que ella se ardo bastante dentro de tu casa por lo que supongo se quedo hablando con tu madre. -Explico uno de mis compañeros.

Yo recordaba haber derramado un par de lagrimas y haber besado a alguien, rezo e imploro por que no haya sido ella.

Por favor dios, que no haya sido ella.

Cubrí mi rostro con mis manos, agotado.

Al cabo de unos 10 minutos mi madre se fue y Hiroko volvió, estaba en la ronda pero no hablaba con nadie, solo miraba su celular con desespero. -Hiroko. -Llame su atención cuando nadie nos estaba mirando, levanto la cabeza y me dirigió una mirada fría esperando a que le dijese lo que necesitaba. -Nosotros... es decir, eh, anoche. -Comencé a ponerme tenso por la forma en la que me miraba, ella ladeo un poco su cabeza. -¿Anoche qué? -Pregunto ella tajante. 

¿Por qué se comporta así conmigo?

-Bueno, no recuerdo exactamente lo que ocurrió. -Aclaré esperando a que me entendiese a lo que quería llegar. -Ibas muy tomado, no te preocupes. -Hablo Hiroko intentando calmarme, pero eso en vez de calmarme me alarmó, si me dijo que no me preocupase significa que algo tuvo que haber pasado como para necesitar preocuparme. -Dijiste que no me preocupe ¿Por qué cosa exactamente debería de no preocuparme? -Interrogue inquieto, ella dio un suspiro profundo.

-Por haberme llamado cariño, amor de mi vida, corazón, por habérteme tirado encima más de cinco veces, por ponerte a llorar por la forma en la que me dirigí a ti, por haberme besado, por haber llorado junto a mi en tu habitación y esas cosas. -Explico con un aire superior, el fresco viento le daba en la cara haciendo que sus ojos brillasen tanto, como en aquella tarde.

Espera, ¿Acaba de decir que nos besamos y lloramos?

Mire esplendido, no solo porque se veía hermosa sino también porque se lo tomaba todo con tanta calma, como si no le preocupase realmente. -Olvídalo, esta bien, después de todo tú te iras y nos olvidaremos. -Espeto de forma fría al ver mi cara. 

Iba a responder pero el autobús llego, antes de irme y fijándome de que los demás no nos estén prestando mucha atención dirigí mi mano a su mejilla de forma suave, acunando su rostro incline mi cara hacía ella sin estar demasiado cerca, solo quería detallarla y verla bien. -Ojala fueses fácil de olvidar, querida. -Susurre haciendo contacto visual. -Recuérdalo por favor, recuerda lo que sucedió anoche. -Murmuro acortando la distancia entre nosotros, mire confundido. -Necesito que lo recuerdes. -Dijo en un tono de voz que solo podía oír yo.

¿Qué fue tan importante anoche como para que tenga que recordarlo?

-No lo recuerdo. -Aclaré una vez más sintiéndome desesperado, buscando su mirada pero no la encontraba, por primera vez ella no hacia contacto visual conmigo, miraba hacia el suelo. -¿Qué es lo que ocurrió? ¿Por qué lloramos en mi habitación? - Pregunte sacudiéndola un poco. -Porque nos amamos y tú lo haces difícil, por eso lloramos. -Explico volviendo a unir nuestras miradas luego de segundos de silencio y desesperación. -Vete, escapa, huye, corre, pero sabes bien que una parte de ti siempre me recordara y querrás gritarme, llorar, patalear, llamarme e insultarme, da lo mismo Kuroo, esto sería muy fácil si tan solo tu no lo hicieses difícil. -Espeto finalmente alejándose.

El autobús se iría si no me subía ahora, era mi oportunidad de quedarme.

Yo podría quedarme, no alejarme de ella ni de mis amigos, tampoco de mis padres.

Estaba replanteando quedarme pero ella me empujo, puso la maleta a mi lado. -Vete, huye lejos.- Exclamó Hiroko sin cuidado alguno. -Te amo. -Susurro contra mi oído, mis compañeros de equipo no se inmutaron ante la cercanía de Hiro con mi oreja.

Entonces me fui, lo hice, me subí a ese maldito autobús y hui como todo un cobarde, a pesar de saber que probablemente ella querría que yo me quedase decidí irme.

/.../

El viaje no fue tan largo como lo esperaba, creo que fueron unas tres horas aproximadamente.

Al llegar a la universidad nos dejaron ir a elegir en que residencia nos quedaríamos, entre al edificio y observe el lobby de aquella residencia, era agradable, me dirigí a la recepcionista, le di mi nombre y ella me dio una llave con un numero.

Abrí la habitación, la mire y recorrí, yo había pagado por una habitación sin acompañante así estaría más tranquilo, luego de acomodar un poco mis cosas salí de la residencia con una sonrisa en mi rostro y me dirigí a la universidad, yo tomaría el recorrido con guía para conocer mejor toda la universidad.

El establecimiento era gigante, junto a la universidad había un patio gigante repleto de césped, había canchas de soccer, una de baloncesto y por supuesto un poco más lejos se encontraban las residencias, la universidad por dentro contaba con muchas alas, en cada una de ellas se encontraban carreras diferentes, fuimos a todos y cada una de las alas y por ultimo a el comedor, era grande y contaba con múltiples mesas.

Luego de tomar el recorrido con el grupo de estudiantes volví a mi residencia y descanse todo el día ya que al día siguiente comenzarían las clases, me encontraba algo emocionado por eso, sería un poco extraño despertar temprano en un lugar que no fuese mi casa y llegar a una institución que no fuese mi preparatoria, ni tampoco encontrar a Kenma y todos mis amigos allí dentro, así mismo como no ir a las practicas de vóley luego de las clases.

Ah, todo sería tan extraño y jodidamente nuevo para mi. 


𝐹𝐴𝐾𝐸 𝐿𝑂𝑉𝐸𝑅, 𝐼 𝐿𝑂𝑉𝐸 𝑌𝑂𝑈. ( Tetsurō Kuroo & Lectora).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora