Enemy of my kingdom|One-Shot [Supercorp]

Amnésica estupida

La reina de Thorul es cruel y despiadada, totalmente oscura, manipuladora y sanguinaria, sin preocupación por los sentimientos de los demás, sin empatía por la gente que la rodea, ni siquiera por su propio pueblo, o eso es lo que dicen los forasteros que no conocen a su gente ni a su reino.

Ahora mismo, para disgusto de Lena, su enemiga mortal está tumbada en una de las camillas de la enfermería de su reino, con los ojos cerrados relajadamente, sin ninguna preocupación en el mundo, completamente desmayado, a su merced, Lena podría simplemente acabar con esta guerra inútil que lleva años, una guerra mucho más antigua que la propia Lena. Todo lo que necesitaría sería tomar su daga más brillante y enterrarla en el cuello de la futura reina de Krypton. Sólo unos segundos de su tiempo serían suficientes para acabar con una lucha de años. Y lo consideró, realmente lo hizo, haciendo girar la daga en sus manos, observando la garganta de su rubia enemiga, su pecho subiendo y bajando con la respiración controlada, cuando de repente sus ojos se abrieron de golpe y miró a Lena exaltada.

Lena dejo caer repentinamente la daga, ambas oyeron el metal rebotar contra el suelo. La mujer de pelo negro lo escondió bajo su pie, poniendo su vestido sobre el cuchillo.

"¿Quién eres?" preguntó la rubia intentando levantarse, pero no puedo, el dolor de sus costillas se lo impedía.

"Tranquila" exigió Lena en voz baja "te has caído del caballo, esos movimientos bruscos no van a ayudar a tus costillas fracturadas" le dice.

Para la pelinegra no era poca cosa que la rubia preguntara quién era, significaba que el enorme golpe en la cabeza de Kara era mucho más que un simple rasguño, podía ser algo bueno. Una ventaja.

"¿Qué me has hecho? ¿Por qué estoy aquí? ¿Quién eres?" La mujer repitió sus preguntas.

Lena se sorprendió de que no lo supiera, ambas habían luchado entre sí, muchas veces con experiencias cercanas a la muerte por ambas partes, pero siempre algo fallaba, siempre el universo decidía darles otra oportunidad.

Y eso era justo lo que el universo estaba haciendo ahora.

"Soy Lena", dijo con sencillez, la rubia trató de recordar cómo ese nombre era relevante en su vida, pero no pudo.

"Yo, yo, no puedo recordar" se disculpó, su cabeza palpitaba dolorosamente, pero al mirar esos profundos ojos verdes sólo vio esperanza "p-pero sé que puedo confiar en ti, lo siento en mi corazón".

¿Ella qué?

Lena frunció el ceño, lo que no hizo más que preocupar a Kara, ¿no debería confiar en esta mujer? Pero entonces... esa sonrisa... Lena, pensó Kara, el nombre le quedaba bien. La mujer de pelo negro le dedicó la más brillante de las sonrisas.

"Por supuesto que puedes confiar en mí, somos amigas" dijo, con una sonrisa suave.

Kara le devolvió la dulce sonrisa.

Su amiga Lena.

Su sonrisa fue sustituida por un profundo ceño fruncido, y Lena pisó con más fuerza la daga que tenía bajo el pie. Preparada para alcanzarla si la rubia hacía algún movimiento repentino.

"No recuerdo quién soy" dijo la rubia en un susurro abrumado "no recuerdo de dónde vengo".

Lena trató con todas sus fuerzas de no poner los ojos en blanco, aquello se ponía cada vez mejor.

"Tu nombre es Linda Lee" inventó Lena en el acto "Eres una sirvienta del reino, más concretamente mi sirvienta personal" Lena le dedicó una sonrisa ladina "Lavas mi ropa y limpias mis aposentos, dedicas tu vida a cumplir cada tarea que te encomiendo sin una sola queja"