Entre Susurros y Olas Perdidas (Black Clover Au)

El Bosque Karin

Era de noche, casi de madrugada, se escuchaba un jadeo proveniente de un cuarto, el chico volvió a soñar aquel encuentro con tan increíble criatura, en esos momentos pensó que era una persona, pero cuando creció, se dio cuenta de la verdad había visto una sirena, aunque nadie le creía, él decidió caminar por su casa, decidió ir a su cocina y al ser casi las 2 de la madrugada todas las luces estaban apagadas, bajaba las escaleras con mucho cuidado con la intención de no tropezar y caerse, pero a la vez, para no despertar a su madre. Una vez el consiguió llegar y se sirvió un té de canela, eran de sus favoritos, le servía para pensar cuando pasaba eso, ¿Por qué?, si, no era la primera vez que tenía ese sueño y siempre pensaba en lo mismo...

¿Debía entrar al bosque?

Desde que la había visto, no dejaba de verla en sueños, siempre estaba ella y recordaba su nombre...

- Noelle... -Le gustaba mucho escucharlo.

Termino de tomar su té y rápidamente volvió a subir las escaleras, ingreso a su habitación, donde se tiró a su cama, se recostó y volvió a dormir. Unas horas después, se podían ver unos rayos de sol entrando por la ventana junto al dulce cantar de las aves, haciendo que, Asta, despertara la comodidad y suavidad que le brindaba aquel espectáculo, le hacía querer no salir de la cama, aunque eso le fue imposible gracias a que su madre entro por la puerta.

- A levantarse!! No vas a estar todo el día tirado en esa cama -le decía su madre, quien ingresaba a la habitación- dentro de poco estará el desayuno.

La veía irse a la cocina desde la comodidad de su cama, no es que fuera perezoso, de hecho, todo lo contrario, era una persona energética y que entrenaba en sus ratos libres, pero cuando soñaba con ella, no quería ni levantarse, su mente solo se centraba en ella y el recuerdo de aquella vez, pesadamente se levantó de su cama y se vistió, tenía que hacer sus deberes, además de entrenar un poco, quizá eso le despeje su cabeza.

Unas horas habían pasado desde su despertar, ahora se encontraba en un lugar algo alejado del pueblo, solía entrenar en ese lugar pues se podía ver a la distancia las montañas que marcaban el inicio de "Fuyumi", según le conto su mejor amigo Yuno, era una parte fría y de grandes ventiscas, la familia de Yuno era de mercaderes, por lo cual su mejor amigo viajaba con sus padres por todo el continente, incluso le conto que tuvo que entrar unas cuantas veces al bosque para dejar mercancía, por eso sabia tanto de los lugares del bosque.

- Sabia que te encontrarías aquí -escucho una voz que reconocería donde sea.

- Lo raro seria no verme aquí, ¿No crees? -le respondió- Yuno

- En eso tienes razón -volteo a mirar a "Fuyumi"- esa montaña están cerca de donde la viste, ¿No?

Yuno, además de mi madre, era la única persona que creía sobre la existencia de ella... de Noelle...

- Algún día deberías ir a investigar para ver si es real.

- No lo sé, no puedo dejar toda mi vida por mi curiosidad...

- Pero...

- Pero aun así quiero ir -le respondí- quiero saber si en realidad vi lo que vi.

- Bueno Asta si vas a ir, veme a medianoche te esperare en este mismo lugar -se empezó a ir.

11:00 PM, Punto de Vista de Asta:

Habían pasado horas y seguía indeciso, era una oportunidad de oro que no podía desperdiciar, pero abandonar a mis amigos, a mi madre...