Antes De Él.

8.《 Un regalo. 》

UN REGALO.

9:00 A.M

El despertador suena y mi cuerpo parece no reaccionar. No tengo ganas de levantarme para ser honesta, pero ya le di mi palabra a Liam y no quiero ser una maleducada rechazandolo ahora.

Una vez que estoy lista, recojo mis cosas y voy a esperar al sofá.

Traigo puesta una remera blanca básica, unos jeans sin nada que destacar y mis zapatillas más recientes que tienen un detalle azul en su lado izquierdo. También llevo una mini mochila celeste con mis pertenencias. Me hice una trenza bastante casual para disimular el desastre en el que se encuentra mi cabello. Me bañe ayer en la noche así que no tome una ducha en la mañana.

Escucho la bocina de lo que supongo es la motocicleta de Liam, y salgo al frente.

—Buenos días, Popp... Wow, you look beautiful today!. —Exclama él.

Miente, yo no me veo hermosa. Soy el claro ejemplo de lo que es la simplicidad.

—Buenos días, Liam. Gracias por tu cumplido, pero no es cierto, y antes que digas otra cosa... Me gustaría que me ayudes con mi Inglés.

—Por nada, y si, si es verdad. ¿En serio?... Claro que lo haré, si tu me lo pides.

—Okay, muchas gracias.

—No hay problema, ahora sube, que te tengo una sorpresa.

Acaso dijo... ¿una sorpresa?.

El motor comienza a rugir y antes de que lo note ya estamos en movimiento.

—Me gusta como se ve tu pelo castaño en esa trenza. —Grita y casi no puedo oírlo.

—Oh, gracias. —Le respondo sinceramente.

El viento choca contra mi cara y puedo sentir como poco a poco me voy despeinado un poco más. Pero eso no me importa. Solo me concentro en admirar la ciudad y sus edificios.
Los humanos somos tan pequeños comparados con lo que creamos. Y así es con nuestras vidas, quizás no nos damos cuenta, pero a medida que el tiempo transcurre y las cosas avanzan, vamos construyendo una historia que nadie puede borrar. En la mayoría de casos, se encuentra nuestra esencia y lo que somos. Y digo en la mayoría porque en la minoría solo quedan plasmados deseos de lo que nos gustaría haber sido.

—¡Poppet!, —Liam interrumpe mis pensamientos— hemos llegado.

—Wow.

Estamos frente a una inmensa librería. De hecho, una de las más grandes de Barcelona.

—¿Por qué...?

—Solo entra.

Esta todo perfectamente acomodado, libros por doquier. Estoy encantada con este lugar. Las librerías me atraen de por sí, pero esta es... Indescriptible.
Es el paraíso de cualquier lector, un lugar enorme repleto de los diferentes mundos que traen dentro cada libro.

—Es bonito, ¿verdad?.

Me doy vuelta para ver a un Liam sonriente.