C9. ¿No te alegra verme?

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T/n Sprouse

Fui a la mesa de siempre abrazada de Aidan mientras caminamos nos empujamos jugando entre nosotros.
Llegamos a la mesa y los chicos nos miraron muy pícaros.

—No empiecen —me senté, y a lado de mí Aidan.

—T/n, ¿Cuándo les vas a decir a tus hermanos que están saliendo? —Tj preguntó.

—Lo menos pronto que se pueda —viendo mi celular.

—Tarde o temprano lo van a saber —dijo Ethan riendo.

—Si se puede que sea más tarde que temprano —aún viendo mi celular.

—¿Qué estás viendo? —Aidan se asomó por encima de mi hombro.

Ay, Dios.

Estaba mirando una foto en Instagram en una página de chismes sobre famosos. Había una foto de Aidan y mía caminando agarrados de la mano en la calle.

Miré a todos lados y era inevitable ver como todos tenían su celular en mano, me pregunto cuántas personas ya la habían visto.

—Mierda, tus hermanos —Aidan recordó que aún no lo sabían.

—Debo llamarlos —me levanté corriendo entre las mesas, sentí como alguien me seguía pero no me detuve porque estaba marcando a mis hermanos.


—¿Hola? —saludé agitada viendo a Noah en frente de mí.

Hola, ¿T/n? ¿No deberías estar en clase?

—Estoy en el almuerzo, solo quería decirte que si ves una publicación de una foto mía con Aidan en la calle, no hagas caso a lo que digan —pedí calmada.

Pero si esa publicación ya la ví desde hace rato —se rió, pero dejó de hacerlo de inmediato— ¿Acaso es cierto lo que dice? No te preocuparía si no fuera verdad.

Muy ingenioso, muy ingenioso.
Moraleja: Siempre digan la verdad.

—¡No! Claro que no.

Una mentirita más no hace daño.

T/n Melanie Sprouse, dime la verdad —exigió.

—¡Es la verdad! —preocupada— Si llegamos a salir alguna vez te juro que son los primeros a los que les diré.

¡JA!

Más te vale —más calmado— Ahora debo ir a grabar, adiós. Te quiero —se despidió y ni siquiera me dejó contestarle.

—¿Todo bien? —Noah preguntó recargado en un casillero.

—Si, eso creo, pero creo que me olvidé de como se respira —reímos.

—¿Por qué le dijiste que no era cierto? Están saliendo —se hecho a reir.

—Quiero que se enteren por mí, no por páginas de chismosas sin vida personal —sonreí— Además, tengo miedo de lo que puedan hacer —reí.

—Oye, ¿Ya les hablaste a tus hermanos? —Aidan me abrazó por atrás.

Noah se despidió con la mano y se fue.

—Le hablé a Cole —sonreí dándome la vuelta.

Volvimos a la cafetería jugando. Cuando entramos nos miramos, una de esas veces que miras a otra persona y quieres decirle todo lo que estás pensando pero no puedes.

La Pequeña Sprouse [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora