me hubiera encantado

Parte Única

"Lan Zhan", dice Wei Wuxian. "¿Este árbol no te parece familiar?"

El árbol en cuestión sobresale del suelo en un ángulo extraño y lateral. Tiene un tronco ancho, aplanado donde mira hacia arriba hacia el sol. Wei Wuxian se vuelve para mirar a Lan Zhan, con la respiración contenida, expectante.

Lan Zhan lo evalúa cuidadosamente, luego acepta: "Es un árbol", con toda su sagacidad habitual.

Wei Wuxian resopla, un poco molesto porque no están en la misma onda en esto. "No, pero... ¿no te parece, ya sabes, familiar?"

Lan Zhan aprieta los labios y mira a Wei Wuxian de reojo. Ah, así que sí sabe lo que Wei Wuxian quiere decir, pero va a sacar provecho de eso. Eso es bueno.

Los dos están acompañando una pequeña cacería nocturna en los bosques de los alrededores de Caiyi, sobre todo en funciones de supervisión, ya que Sizhui y Jingyi son más que capaces de dirigirla ellos mismos. Esto da a Wei Wuxian y a Lan Wangji un amplio margen de maniobra para escabullirse con vagas excusas sobre un control del perímetro.

Mucho margen de maniobra para hacer esto - escondidos donde probablemente no serán molestados, pero con suficiente potencial de ser descubiertos para un potente y emocionante momento.

Wei Wuxian gira para apoyar su espalda en el árbol inclinado, enderezando su pierna de apoyo contra el tronco y dejando la otra colgando.

"Imagínate que tengo una flauta negra, una flor en mi túnica..." Wei Wuxian inclina la cabeza hacia atrás contra la corteza mientras una sonrisa lenta y burlona curva su boca. "¿Ya te estás acordando?"

Dirige una mirada a Lan Zhan a través de sus pestañas, que ya lo observa con una intensidad aguda y lobuna. Su expresión sigue siendo suave, la superficie de un estanque en un día sin viento, pero su puño se ha apretado en torno a Bichen de modo que los nudillos saltan contra su piel, blancos y fuertes. Hay un calor bajo en su mirada, que amenaza con hervir incluso cuando dice, casi como un reproche, "Wei Ying".

"¿No sería un poco divertido?" Wei Wuxian insinúa, y da una patada a su pierna colgante para que empiece a balancearse. Utiliza una mano para abrir la parte superior de su túnica para que sus clavículas se deslicen libres, la base de su garganta expuesta. "Sé que todavía piensas en eso. Sé que todavía lo pienso".

"Hmm", dice Lan Zhan, sonando desinteresado, pero Wei Wuxian conoce a su esposo, y también reconoce una resolución que se desmorona cuando la ve. Lan Zhan se acerca un paso más, casi en trance, atraído hacia Wei Wuxian como una polilla a una linterna de papel.

"Podrías besar al Yiling Laozu, así", sugiere Wei Wuxian, siguiendo la aproximación de Lan Zhan con los ojos medio cerrados. Se lleva una mano a los ojos para hacer ademán de cubrirlos. "Será como antes. Yo puedo ser todo, '¡Ah, ten piedad de este pobre virgen, Hanguang-jun!' y tú puedes ser todo, 'Wei Ying, deja de usar el cultivo demoníaco, el mundo del cultivo piensa que estás siendo demasiado sexy -'"

"Wei Ying", dice Lan Zhan, sonando un poco apenado, y Wei Wuxian se asoma a través de las rendijas de sus dedos extendidos para reírse abiertamente de la expresión de Lan Zhan, que está atrapada en algún lugar en un territorio entre tímido y ligeramente divertido. Lan Zhan está ahora cerca, lo suficientemente cerca como para tocarlo. Las puntas de sus orejas están enrojecidas.

"No puedo creer que todavía se te caliente la sangre por esto, después de todos estos años", reflexiona Wei Wuxian, y estira la mano para pellizcar una de las rosadas orejas de Lan Zhan con cariño. "¿De verdad sigues estando tan avergonzado?"

Lan Zhan vacila y luego responde: "No me avergüenzo. Ya no".

Wei Wuxian entona su voz en voz baja y divertida, y estira la mano para tirar del cinturón de Lan Zhan, para acercarlo. "Así que... solo estás excitado".