- ¡Pete!- ahora no, por favor.,-¡Pete!¡Despierta!- si no me muevo, se cansará de gritar.- ¡Levántate!, ¡Le daré tu desayuno a Kaiser!- oh no, eso sí que no.
Pesadamente frote mis ojos con el dorso de la mano. Miro el reloj . 7:00 am. La escuela estaba relativamente cerca así que no me preocupaba en lo más mínimo.
Me levanté tortuosame- Maldición.- mi piel se erizo al tocar el frío piso de madera. Había una enorme alfombra con mándalas, pero por mi asquerosa mala suerte, siempre pisaba el borde con mi piel desnuda.
Rápidamente me puse mi overol y una camisa a flores, acompañado de unos calcetines con estampados de aguacates. Lo sé, soy un pro en la moda.Llegando al comedor, encontre a papá con su típico uniforme de trabajo y su cabello largo atado en la misma coleta floja de siempre.
- ¡oh! hoy toca de conejito.- dije mientras miraba la máscara y orejas de conejo que se encontraba en la mesa. Y también por el disfraz de conejo rosa que llevaba puesto.
- Si. El de zorrito está en la tintorería.- puso una pila de waffles enfrente de mi.
-Es mejor que el de colegiala.- comencé a vaciar el jarabe de chocolate en mi comida.- En épocas de frío se te congelan las bolas.
- Si, y que lo digas.- un escalofrío recorrió su cuerpo.- de todas maneras, la abuela robo el disfraz.
- ¿Aún intenta seducir al cartero?. - limpie el jarabe que escurrió descuidadamente cuando dirigí un bocado a mis labios.
- Si, no sé hasta cuándo se rendirá está mujer.- se sentó enfrente de mi y comenzó a comer sus waffles con una tonelada de jarabe de chocolate.
- Dave, te dije que ya no dejaras comer dulces al niño.- Leila entro por las puertas de la cocina.- Por eso no crece. ¿Que vas a hacer si se queda enano toda la vida?.- lo bueno que mi abuela me ama.
- ¡Leila!, ¡Te dije que estoy en desarrollo!- chillé. Tan solo mido 1.48. Las personas altas están sobrevaloradas.
- Si, si. Lo que digas.- Leila se sentó a mi lado con su humeante taza de café.- De cualquier forma hay tantos gustos en el mundo. Ya llegara algún fetichista de enamos que se enamore de mi nieto.
- ¡Leila!- volví a chillar.
- Claro que sí mamá. Pete es tan adorable como un hámster.- Dave sonríe como tonto.- o como un chihuahua.- no sé si mi familia me ama o me odia.
Leíla es mi abuela, pero no es la típica abuela que te hace chocolate caliente y hornea galletitas. ¿Que edad tiene?, No lo sé, es una mujer mayor, pero pareciera que no pasa de los 50, jamás me a dicho su edad y jamás me a dejado llamarla abuela, por que eso la hace sentir "vieja".
Por otra parte, mi padre es un hombre joven y jodidamente alto, ama todo aquellol que es pequeño y adorable. Si, lo se, soy su adoración.- ¡Papá!- mi padre solo ríe. Suspiro.- Papá ya son las 7:30.- digo resignado al notar la hora en el reloj de la cocina.
- ¡Maldición!- Dave se para con un salto de su asiento.- ¡Es tarde!, Tengo que ir a recibir el pedido de dilatadores anales.
Dave toma sus llaves y accesorios de conejo y se va saltando como uno. Unos segundos después regresa y me da un beso en la mejilla en señal de despedida y yo solamente sonrió - Si, aveces yo también creo que mi padre está loco-.
Otra cosa que no dije, es que mi padre es dueño de una sex shop y mi abuela fue líder de un grupo feminista en los años 70s, así que no se si esta familia carece de tabúes o de sentido común.Terminé de comer y me dispuse a ir a buscar mi mochila para ir a la escuela. El timbre sonó, anunciando la llegada de alguien.
Leila desabotono los primeros botones de su vestido, dejando a la vista un pronunciado escote con notable lencería por debajo.
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$EX SHOP SOLO PARA HOMBRES. (Gay+18)
Teen Fiction" Querido Payton. Tal vez tú no me conozcas, pero yo a ti sí. Te observó todo el tiempo y no puedo sacarte de mi cabeza, hay tantas cosas que me gustaría decirte pero no me atrevo a hacerlo. Tomé todo el coraje que tenia y escribí está carta. ¿Me de...