𝒰𝓃ℴ

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Touya jugaba con el lápiz que tenía en la mano.

El profesor de literatura estaba dando sus clases como normalmente lo hacía. Era la última clase y ya todos querían irse.

El Todoroki alza la vista, todos estaban cansados, a excepción del azabache que jugaba con su celular por debajo de la mesa.

El sonido usual del timbre suena, las clases terminan.

—En la próxima clase habrá examen, pueden irse—agrega el profesor.

Queja tras queja es lo que se oye, el profesor hace caso omiso a todos.

—Se retiran todos menos Todoroki y Shimura—agrega el profesor.

Un par de risas de todos los estudiantes se oyen.

Pasaron unos minutos y todos se habían ido, a excepción de los mencionados y el profesor. Ambos chicos estaban frente al profesor que parecía buscar algo en su maleta.

—Tomen—dice sacando algo de ahí y entregándolo a Shimura y a Todoroki.

—¿Qué es esto?—pregunta viendo los pines con su nombre de corredor grabado en ello.

—Son los pines que se les entregan a los corredores que competirán en la carrera de tipo Touge llamada “Fire and Ice”—agrega el profesor.

—Wow, espero que uno de mis autos pueda competir, no me lo pienso perder por nada—sonríe burlesco el chico.

—Me deberías prestar uno, de mis tres autos ninguno podría competir—agrega el menor.

—No interesa, si desean ya pueden irse. Eso era todo—dice el maestro.

—Espere, acabo de procesar, ¿Dijo, “Fire and Ice”?—Pregunta el pelirrojo.

—Si, a si que pueden retirarse—volvió a indicar el profesor.

—Pero-.

—Adiós.

Los amigos suspiraron, tomaron sus cosas y se fueron.

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Touya llegó a su casa, estaba feliz.

No dejaba de ver el pin que tenía en sus manos.

—¡Touya-nii!—exclama Natsuo colocándose frente a él.

—¿Qué quieres?—preguntó.

—¡Mira!—Natsuo tomó del brazo a Touya y empezó a jalarlo hasta llegar a su habitación.

Una vez adentro, se encontraba la computadora encendida.

—¡El corredor Dabi y Tomura competirán en la "Fire And Ice", ¡Ya deseo verlos correr!—exclama con entusiasmo.

De sus seis años de carrera –literalmente– jamás pensó que su hermano menor sería su fan.

—¿Y para que me avisas?—pregunta.

—Para que los veas conmigo—menciona volteandose y viendo a su hermano.

Le dolería rechazar aquella oferta… En realidad no, no le dolería para nada, solo se sentiría un poco mal, ¡Pero, ey!, ¿Quién lo manda a ser fanático de las carreras callejeras ilegales?, Ah espera, él lo mandó.

—Lo lamento Natsuo, estaré ocupado ese día, saldré con unos amigos—mencionada con una mentira.

—Ni siquiera sabes qué día es—murmuró.

—Ahi dice que es este fin de semana—señala el mayor.

Natsuo suspira pesadamente y hace un puchero.

'L̶o̶v̶e̶•R̶a̶c̶e̶' (DabiHawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora