farah.
— ¿cyan? — pregunté viendo el lápiz de color que jimin tenía frente a su rostro — nunca lo había visto.
— al parecer tampoco escuchado. — rio.
sonreí mientras le daba un pequeño trago a mi soda de limón.
— bien, ya terminamos con los pasteles. — dijo mientras sacaba un bonche de colores diferentes y los acomodaba sobre la mesa.
jimin había estado muy cercano a mi las últimas semanas, salíamos juntos de vez en cuando y jugábamos o practicábamos los colores para matar el tiempo.
a veces llevaba hojas de colores, otra veces compraba paletas de diferentes colores y sabores, y tenia que adivinar de qué eran estas. ahora teníamos colores.
— este. — subió un color a su pecho.
observé sus ojos, y a como me permitió mi panorama visual, supe que era color lima.
— lima.
jimin frunció el seño. — ¿existe el color lima?
— no sé, tú dime, tu los ves más seguido.
jimin chasqueó la lengua, bajó el color y comenzó a buscar otro.
me sentía feliz, relajada, terminé llevándome muy bien con el luego de lo que hablamos aquel día. yo respetaba su decisión, y el respetaba mi interés y la importancia que sentía por este tema.
no había aceptado salir conmigo como una pareja, mucho menos verme con amor, pero sí se había ofrecido a ser mi amigo, y eso era suficiente.
creo.
— iré a rellenar mi vaso, ¿quieres que también llene el tuyo?
jimin asintió. — uva.
asentí igualmente, y me llevé su vaso junto con el mío. caminé hacia las máquinas expendedoras, y comencé a llenar el vaso de cada quien. puse atención a los dibujos de las frutas, no quería llenar su vaso de soca de uva, de soda de naranja.
estos últimos días todo iba relativamente bien en mi vida; yoongi no había faltado a clases últimamente, hacia sus tareas, y todo estaba bien.
pero me tenia algo inquieta que no respondiera mis mensajes como antes; dentro la universidad, hablábamos bien, como siempre —un poco más callado de lo normal, pero bien—, fuera de ella, cuando me decidía a molestarlo en las tardes, no respondía, y si lo hacía, era corto en palabras.
probablemente iría a visitarlo luego.
— ¡hola, farah!
volteé mi mirada hacia atrás, encontrándome con minah y una linda sonrisa en su rostro.
— hola, minah. — le sonreí.
— que casualidad encontrarte aquí, ¿te dio por comer comida del mar?
hice una mueca; — no me gusta la comida del mar.
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soul tells 색상 ; park jimin.
Fiksi Penggemaresa noche, mi corazón se partió -si es que se podía aún más-. esa noche, lloré hasta que perdí todos los sentidos y mi cuerpo perdió toda la fuerza en él. esa noche, quise regresar el tiempo al primer día que lo conocí. esa noche, jimin se suicidó...