XXIII. Agitación de fortaleza

265 59 4
                                    

— ¡De nuevo!

Namkyung niega con la cabeza, girando el Bo en su mano. Jeonggoo levanta del suelo y limpia la sangre que sale de su nariz. Habiéndose caído por ¿Decima? Onceava vez tal vez. El entrenamiento es, genuinamente, la muerte. Namkyung y Namjoon no le tienen compasión. Diría que lo hacen porque quieren que se rinda y renuncie definitivamente a esta idea disparatada.

Sería muy fallido, nadie es más terco que Jeonggoo. Posiblemente venido de su lugar de origen. La princesa y Hosook también son bastante necias. Puede concluirse como una cualidad de las mujeres de esa nación.

Jeonggoo imita la postura de Namkyung sin usar un arma. Su peinado empezando a ceder y dejando ver algunas plumas que decoran las cuentas; las vendas en sus manos igual de desmejoradas. Namkyung arremete de una sola vez, con Jeonggoo complicándose a la hora de bloquearla o esquivarla hasta caer al piso de cabeza.

—Bueno, supongo que ya te caíste lo suficiente hoy. Lo dejare-

— ¡DE NUEVO! —quisquilla Jeonggoo.

— ¿Eres tonta? Te vas a acabar rompiendo algo y no puedo correr a que te den buenos primeros auxilios. Lo que sea que pretendas lograr no será hoy, así que-

— ¡¿Qué importa?! Hoy, mañana, todo se desmorona en un maldito segundo y yo necesito saber pelear.

— ¿Para qué? No te va a pasar nada, literalmente-

— ¡VA A PASAR! ¡YO SÉ QUE VA A PASAR! ¡ME DIJERON QUE NO PASARÍA Y...!

El moño cae, las trenzas pequeñas, mechones lisos y cuentas de colores expuestas. Su vestimenta masculina que no funciona en ella por la manera en que su pecho aún en crecimiento amenaza con salir; las vendas que ceden y dejan ver esos tatuajes que tanto Namkyung como su hermano han discutido si está o no ahí.

Jeonggoo se pasa la mano por la cara, apartándose y buscando como volver a arreglarse el cabello. Namkyung ve a un lado. Un muro lleno de papeles y anotaciones que ella y Namjoon han estado recolectando en una investigación privada. Algunos símbolos que coinciden perfectamente con los que Jeonggoo tiene en su habitación y han podido notar en su piel.

—Eres una niña muy rara ¿Sabias? —Namjoon levanta una ceja. Apenas llega y lo que encuentra es a su gemela ¿Adjetivando? A Jeonggoo. Con la adolescente escondiendo que está llorando, bajo la falda tapadera de arreglar su cabello—. Tu pelo, tus adornos, los tatuajes, incluso está maña. Cualquiera diría que-

—Namkyung—Namjoon la impide seguir hablando y ella resopla, yendo a dejar el Bo y cambiarse de ropa—. Tranquila, ella es algo tosca cuando se impacienta—Excusa a su hermana con gesto simpático—. ¿Estás bien? ¿Necesitas alguna medicina o calmante? Parece que hoy tampoco pudiste hacer mucho.

Jeonggoo moquea. Ambos la han tirado al piso tantas veces que el suelo debería tener la película de su cara. Responde un extraño "Estoy bien" y balbucea según Namjoon. Sin entender ni una palabra de lo que está diciendo. Ignorante a que es ella hablando otra lengua y no que murmura inconexos para intentar quejarse.

—Nosotros también nos rompimos mucho la cara y la nariz entrenando—Informa tanteando que no se haya roto el tabique—. Nadie es bueno apenas inicia. Es práctica, práctica, práctica. Date la oportunidad de avanzar a tu ritmo. Si te angustia demasiado no saber, recuerda que sepas o no defenderte, es nuestro trabajo protegerte.

—A la reina y la familia real. No a mí.

—A todos o a nadie. Fácil y sencillo. —Corrige Namkyung.

—Mentirosos.

Queja, Namjoon le tuvo que reajustar el tabique. Se va a inflamar, espera que no demasiado.

Queen Ilsig || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora