Insubordinación. [Levi x lectora - lemon]

Tengo que ir.

Chicas ❤️

Esta es la primera parte de las tres que componen la historia.
Sí, este fic contiene lemon y es bastante explícito, pero me gusta darle contexto a las historias y que así sean más sólidas, así que léanlo todo porque merece la pena.
Sé que os va a encantar.
❤️
_______________________________

4:57 am.

Despertaste minutos antes de la hora en la que sonaría la alarma.

— Mierda...

El típico día en el que despiertas y no sabes ni quién eres, ni dónde estás.

Habías pasado una noche terrible, y además, por lo visto dormiste en una mala posición. Te dolía todo.

— Finalmente hoy es el día de la expedición. Recordaste aún medio dormida mientras te levantabas de la cama y te dirigías con desgano al baño para asearte rápidamente.

— Dos días, mierda. Dos días desde que no sé nada de él.  —Hablabas contigo misma mientras cepillabas tus dientes y recordabas el último par de días, que, aunque en teoría era poco, te habían resultado una eternidad.

_______________________________

— Así es. Erwin aprovechará tu misión con Hange y Armin para probar una nueva formación, se harán algunas modificaciones tanto en la distribución de los escuadrones como en algunos de sus integrantes, y tú no estarás en mi escuadrón esta vez.

Levi hizo una pausa.

— Entenderás que estando lesionada no permitiré que vayas en ese estado. —dió dos pasos al frente y acarició una de tus mejillas muy levemente con su pulgar.

— Te quedarás aquí, ¿entendido? —dijo con voz autoritaria, aunque sus ojos reflejaban otra cosa: era como si te estuviese pidiendo un favor más bien personal, y tú lo sabías.

— Por supuesto que no quiero quedarme aquí de brazos cruzados mientras todos van a esa expedición solo porque me lesioné el tobillo, Levi. — Es algo muy leve, estoy perfecta. Sabes que puedo valerme por mi misma. —Expresaste convencida.

— Tsk... – Por lo visto ya Levi esperaba esa reacción de tu parte. — Aquí no es cuestión de que quieras o no, t/n, te quedarás aquí porque así lo he decidido.

— ¿Dime, esa decisión la tomaste como mi Capitán, o como mi novio? – contestaste rápidamente.

— Levi te fulminó con la mirada e hizo una pausa, como pensando en la pregunta que le habías hecho.

— ... —  No es conveniente que un soldado herido vaya a batalla y menos aún si estarás fuera de mi alcance, t/n. —espetó, ya con menos paciencia.

—   En pocas palabras, crees que como no estaré a tu lado no podré valerme por mí misma, ¿no es así? —replicaste. — ¿Tan débil crees que soy?

Por alguna razón, en ese momento te tomaste las cosas personales. Te enfurecía la idea de que Levi no te creyese capaz de pelear estando lejos de él.

— Chasqueó la lengua. — Ya veo... estás a la defensiva... Hablaremos luego. —Levi se dio la media vuelta, resignado, y salió de la habitación.

Estabas casi segura de que quiso decirte algo más, pero se contuvo.

Esa tarde por primera vez, Levi y tú no tomaron el té como de costumbre. En lugar de eso fuiste con Jean, Connie y Sasha a montar a caballo.

Hacia un día soleado y con un viento bastante agradable así que aprovechaste para salir. Además, debían practicar vuestras habilidades de equitación puesto que ya la expedición estaba a menos de dos días.

— ¿No deberías estar con el capitán Levi tomando el té? —Te preguntó Jean mientras montaba con gran habilidad el equino.

— Pero qué bien se le da dominar a los de su misma especie, ¿eh? —interrumpió Connie.

— ¡Jajajajajaja! —soltó Sasha mientras hacía unas muecas bastante difíciles de describir.

Jean puso los ojos en blanco mientras seguía cabalgando.

— .... —sonreíste sin muchas ganas.

— ¿Pasa algo? —preguntó Sasha. — Vamos, el chiste del caballo y Jean nunca pasa de moda.

— Solo me duele un poco el tobillo. — mentiste.

— Si yo fuese tú estaría descansando. —Dijo Sasha mientras cabalgaban alejándose del cuartel.

— Por cierto, el capitán me pidió que te dijese que después de las prácticas fueses a su despacho un momento. Se veía algo molesto, bueno, más de costumbre. —rió.

— No quiere que vaya a la misión. Equis, después te cuento. —Le dijiste sin darle mayor importancia, y adelantaste a todos, evitando tocar mucho el tema.

— ¡El que llegue de último al establo, será comida de titán en la próxima misión! — gritó Jean mientras arreaba el caballo agarrando mayor velocidad.

Después de vuestra práctica a caballo los chicos y tú alcanzaron a Eren, Mikasa y Armin en el comedor para cenar, no tenían clases ese día así que se tomaron más tiempo de lo normal. Además, no siempre tenían la oportunidad de estar todos juntos así que lo disfrutaron bastante.

Pero por otra parte, sabías que Levi quería hablar contigo, aunque sinceramente no tenías  ganas de confrontarlo otra vez y tampoco te apetecía cambiar de opinión respecto a tu participación en la misión.

Así que fuiste directamente a tu habitación, tomaste una siesta y luego te diste una de esas típicas duchas que te das cuando tienes mil cosas en la cabeza.

—  Verás que soy perfectamente capaz, Levi. —te dijiste a ti misma mientras el agua tibia corría por tu cara.

Últimamente Armin, Hange y tú habían estado llevando a cabo varias investigaciones de tipo hipotético-deductivo respecto a los titanes y su nivel de actividad según las estaciones del año, e incluso también habían  experimentado bastante con Eren. Pero como en toda investigación, necesitaban comprobar o falsear de una vez por todas las conclusiones a las que habían llegado. ¿Y dónde más podrían hacerlo, sino era en el campo de batalla?

— Hemos estudiado mucho, hemos investigado mucho y hemos esperado mucho esta expedición. Por supuesto no voy a perdérmela por nada del mundo.

— Necesito estar ahí.  Tengo que ir.

Reflexionaste, intentando convencerte a ti misma de que habías tomado la decisión correcta.

La noche llegó casi de repente, cuando de pronto un grito interrumpió tus pensamientos:

— ¡T/n! ¡¿Dónde estás?!