📖TREINTA Y SIETE📖

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«Pará culminar aquel día, resultó que nos separarian: a Ami e Isabel les asignaron otra habitación, en el dormitorio de las mujeres. Lo cual era un problema, puesto que así no podríamos planear nuestra estrategia para salir de aquí.

El primer día nos presentaron frente a la legión, Ami e Isabel fueron las más animadas como siempre, Farlan fingió su mejor disposición y yo simplemente me conforme con tratar de no poner mala cara, no estaba interesado en agradarle a ninguna de esas personas. Los días siguientes pasaron en un torbellino de actividades, durante el día teníamos que aparentar estar dispuestos a hacer los entrenamientos, con el equipo de maniobras, con el combate cuerpo a cuerpo y con la equitacion. Apenas si pude ver a los chicos en todo el día, aunque nos las arreglamos para que mientras Ami distraía a Erwin y el resto de la legion, Farlan se escabullera en la oficina de Erwin, mientras Isabel y yo esperábamos alguna señal de Ami y vigilabamos que no se acercara nadie. No conseguimos nada con ese plan, estábamos perdiendo el tiempo, sobre todo porque al parecer habría una expedición dentro de pocos días y no queríar ariesgar a todos a ir.

Aquella mañana dos días antes de la expedición, yo estaba por iniciar mi sesión de entrenamiento con el equipo de maniobras y mi escuadrón (éramos 3 hombres y dos mujeres, de todos solo recordaba el nombre de la cuatro ojos). Ciertamente, éramos los que más entrenabamos puesto que al líder del escuadrón seguía sin parecerle mi método de uso del equipo. Sabía que Farlan e Isabel estaban en clase de equitacion, pero no sabía dónde estaba Ami, así que fue una sorpresa cuando la vi llegar con todo su escuadrón.

Aquel tipo que se decía ser el líder el escuadrón se acercó al lider del equipo de Ami y después de intercambiar algunas palabras el segundo se fue. Mire más allá de ellos y vi a Ami charlar animadamente con dos de sus compañeros, se veía más feliz de lo que recordaba que era en la ciudad subterránea.

-esa es una de las chicas con las que llegaste, ¿verdad? - pregunto Hange apareciendo por detrás de mí, era muy escurridiza y siempre buscaba el modo de intentar hablarme, se parece un poco a Ami cuando recién la conocí - su nombre era.... Mmm algo con A...

-Ami Arai - le dije regresando la vista a mi equipo de maniobras que estaba revisando.

- si eso, Ami... - comentó Hange entusiasmada - no se porque lo olvide si Derek siempre habla de ella... - no la mire, seguí en lo mío, no me interesaban ninguno de los chismes de la legion - aunque ya le dije que dejara de hacerlo sino quiera tener problemas contigo.

-no se a que te refieres - le dije quitándole importancia, había aprendido que lo peor que podía hacer era ignorarla pues se ponía aún peor en su intento por llamar mi atención.

-claro que lo sabes, aunque tu y tu compañero... Mmm Farlan, si eso... Aunque tu y Farlan tratan a ambas como hermanas, pareciese en ocasiones que Ami es mas que eso para ti - explicó ella, ya entendía a que quería llegar pero estaba muy equivocada - los estuve observando, así que estoy segura de que si Derek intenta acercarse a Ami terminará muerto y no precisamente por los titanes.

Chasquee la lengua y seguí en lo mío, quizá me había equivocado al darle cuerda en su absurda conversación, el plan b era ignorarla. Ella siguió hablando al ver mi silencio:

-pero me preguntó, ¿es tu novia? ¿Quizá tu prometida? Lo dudo porque no trae anillo, aunque debe ser alguien importante sino no habrías insistido en traela conti...

-no soy uno de tus estúpidos titanes, cuatro ojos, así que porque no dejas de fastidiarme el día - solté, siendo incapaz de mantener la serenidad por más tiempo.

-aja, furia, significa que no estoy tan mal en mi hipótesis - respondió riendo, de verdad que era rara - pero ¡aww! Ya me ascendiste, ahora ya tengo la capacidad de arruinar tu día ¡genial!

Dio unos saltitos emocionada y sonrió como psicópata.

-¡serás mi mejor  amigo Levi, te guste o no! - me grito mientras me señalaba emocionada - ¡este ha sido un punto para Hange Zoe!

Y se alejo, medio a brincos medio en baile. Con todos era muy fácil mantenerlos alejados, pero ella, ella era todo un caso, uno muy perdido y con el cual me estaba rindiendo.

-tienes una admiradora, ¿eh? - pregunto alguien a mi lado izquierdo, era Ami.

-si por admiradora te refieres a alguien que perturba mi paz, supongo que si - me queje enfadado por el dolor de cabeza que era lidiar con Hange.

-pues parece que a ella realmente le gusta charlar contigo - dijo insinuante, lo que me hizo enojar aún más.

-tu también te veías muy alegre conversando - me recordé lo más neutral que pude.

-ah, ¿te refieres a esos dos? - pregunto con una mueca señalando a sus compañeros que curiosamente nos miraban - son bastante molestos, el alto se la pasa interrogandome y haciendo cumplidos, me parece que es muy forzado y el pelirrojo, bueno se la pasa burlándose del alto así que no convivo mucho con él.

-pero igual te reías - le recordé.

-ah si, porque justo el pelirrojo le decía al alto que estaba siendo un completo idiota haciendo sus preguntas infantiles - respondió divertida, ella sabía perfectamente porque él tal Derek la llenaba de preguntas, pero aún así insistía en mentirme.

-quizá necesite una golpiza - sugerí lanzadoles una mirada asesina a los dos chicos que nos seguían observando sin disimulo.

-ni hablar, se supone que debemos ser sociales para no llamar la atención - me regaño Ami, parecía que realmente lo creía, pero llamaba más la atención siendo demasiado amigable.

-es una pérdida de tiempo, si al final vamos a traicionar a todas estas personas - dije en voz baja.

-al menos deberías hacer el intento de tener una estancia agradable, ¿acaso no queriamos salir de la ciudad subterránea? - comentó bajando la voz, sonaba más sería pero el brillo esperanzador la delataba un poco, estaba disfrutando todo.

-¿crei que habías perdido la esperanza en ello? - dije dudoso, sabía perfectamente porque la había perdido, pero no era el momento de mencionarlo.

-le hice una promesa a mis padres y a la abuela, de hecho tu y Farlan también lo prometieron, ¿lo olvidas?

No, no lo olvidaba, solo que además de buscar la forma de salir de la ciudad yo le había prometido a la abuela que cuidaría de Ami, así que pasara lo que pasara solo tenía que mantener esa promesa.

-así que, Señor Miaullatan deja de ser tan gruñón y socializa un poco - me regaño cruzandose de brazos.

-deja de compararme con tu maldito gato - me queje mirándola mal.

Pese a que habíamos venido a la superficie, ella se las había arreglado para traer a su bendito gato, que terminó siendo la mascota de la legion a los pocos días de que llegamos. Ese gato tenía más suerte que su propia dueña.»

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora