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Los asuntos del mundo tienen que ver con tres cosas, el odio, la codicia y la ignorancia.
⛩️͈̊ᤣᬼ⃕🎎ֹຸ̰〮֠⠠ֺֺ۪۠☁️ֳ͊⠂̫⃗ᬵ;; history • 1900
Las rosáceas hojas de los arboles de cerezo caían con la misma delicadeza que una pluma, un día completamente soleado y bello para la vista de todos los invitados a aquella pequeña celebración en el extenso jardín del Reino-Alianza de los Cinco Lagos, los reyes de la dichosa alianza reían con alegría, al igual que sus bellas y resplandecientes esposas pertenecientes a otros reinos o sectas de prestigio cercanas.
El vino en sus copas se terminaba con rapidez, tal parecía que celebraban algo, ¿habian ganado una batalla? ¿habian hecho un tratado de paz con antiguos enemigos? No, solamente celebraban su vida, ver el sol otro día mas para ellos era una causa de celebración.
— ¡A'Xuan! ¿Que te parece una pequeña batalla? Para entrenar, ya sabes. — hablo con una brillante sonrisa uno de los cinco hermanos jurados, Jing.
Shen, Chong, Xuan, y YuSen se miraron entre sí ante la oferta de su compañero y amigo, pensando por solo unos segundos e inmediatamente asentir entusiasmados por la idea del segundo mayor de los reyes. Sin esperar mucho, el ruido de sus espadas golpearse entre ellas y el chirrido de los forcejeos de la lucha eran la demostración de cada una de sus habilidades obtenidas en sus años de vida.
Las reinas les miraban con una bella y suave sonrisa animando a sus esposos a divertirse solo como ellos sabían hacerlo, en un pequeño enfrentamiento que no causaría demasiados problemas ya que era un simple entrenamiento.
Lo era, ¿ verdad ?
Un grito capto su atención instantáneamente y sin esperar mucho se levantaron para ver de donde provino, encontrándose con Rong Xuan, quien tenia una gran herida en su brazo derecho, de la cual salia sangre sin parar, inmediatamente XieYui, una invitada de una pequeña secta de médicos se apuro en ayudarle, tomando un pañuelo para intentar al menos detener la hemorragia, está observo algunos rastros de la sangre, la cual se veía en color negro, algo particularmente extraño hasta que algo paso por su mente.
