Los hermanos Park

3. Cena especial.

La luz del sol la despertó por la mañana, lo primero que hizo fue tomar su celular de la mesita de luz, sintiendo mucho dolor al estirar su cuerpo. Cada mísera parte de su cuerpo ardía de una forma horrible, pero lo aguantaba.

09:34AM, ni muy temprano ni muy tarde.

Se sentó como pudo en la cama y recordó la triste y vergonzosa noche anterior, sus hermanos la habían destrozado por completo. Jamás habían hecho algo similar, lo que le hicieron habría sido algo inimaginable para ella. De todas formas estaba acostumbrada a sufrir dolor de su parte.

Se levantó y se vio cambiada y aseada. Tenía puesta una remera blanca hasta las rodillas y su cabello estaba hidratado, supuso que su sirvienta personal, Artemisa, la habría ayudado antes de dormir, sin embargo ella no recordaba nada.

Artemisa era la única persona en toda la mansión que sabía lo que sucedía, estaba amenazada por los Park para que no dijese nada así que lo único que hacía era ayudar a la pequeña.

Hyun Sun se dirigió a su baño. Un lugar muy espacioso con decorado azul y blanco, muy minimalista. Se miró al espejo y tenía algunos golpes en el rostro los cuales no dudo en tapar con un poco de maquillaje. Tomó el cepillo y peino su larga cabellera castaña clara y ondulada, estaba muy delicada. Acabó y fue a su armario.

Miró por la ventana y vio nieve, recordó que iría a cabalgar pero no podría, sus partes dolían demasiado.
Eligió ponerse una blusa de red por encima del sostén, un poleron top de cuello amarillo y mangas largas junto a una remera negra de mangas cortas; debajo se puso una falda a cuadros que combinaba amarillo y negro, unas medias de red que terminaban antes de llegar a la pollera y unas botas negras.

Al acabar de vestirse bajo. Poco le importaba lo que su familia opinará de su vestir.

Llegó a la mesa de desayuno y pudo notar como sus hermanos la miraron con deseo lamiendo y mordiendo sus labios, esperaba que ese día no le hicieran nada pues su outfit le gustaba mucho.

- Hija... ¿no te parece que estás muy descubierta para ir a montar? - preguntó el padre alzando una ceja.