Baekhyun tensó su arco, la flecha balanceándose entre sus dedos, apuntando al oscuro bosque delante de él.
El olor a musgo y fango húmedo llenaba el aire, mojando sus botas de cuero y enterrándose en el barro, haciendo que estuviera permanentemente temblando de frío.
La noche había caído hacía unas cuantas horas, y el frío calaba sus huesos a través de su ropa, la cual ya estaba desgastada y bastante raída.
El vaho salió de su boca, pintando el aire negro de blanco por unos segundos, el cual congelaba sus dedos ya morados.
El bosque parecía cantar con el suave murmullo del viento a través de las hojas mojadas de los árboles, arboles tan altos y tupidos que no permitían ver más allá de los dos metros. Un bosque al que nadie tenía permitido ingresar, al menos no de noche.
Podía oír los pequeños animales ulular y aullar entre la tundra pesada y colorida, incluso con el incesante silbar del viento en sus oídos.
Una noche tranquila como cualquier otra.
─ Baek ─ detrás de sí una voz jovial lo distrajo, relajó el arco tenso entre sus dedos y lo miró: su amigo JongDae ─ Puedes irte a casa, ve a tomar algo caliente, debes tener el culo congelado.
─ Gracias a dios, pensé que moriría de hambre ─ cruzó el arco en su espalda y guardo sus flechas, observando como su amigo tomaba su abandonada posición y hacía lo mismo que él.
─ Comete algo caliente por mí, hazme el favor de venir a buscarme en la mañana para ver si no estoy muerto ─ rio.
─ Eso haré ¡Adiós! ─ lo saludó y se alejó rápidamente del lugar, directo a su casa.
El pueblo estaba encendido, las farolas iluminando débilmente las entradas de las casas, pero permitiendo el paso y ahuyentando la oscuridad que traía el bosque. Podía ver el cielo pintado de negro por las incesantes chimeneas quemando madera, con el inútil intento de que el frio no pasara a través de las paredes de las pequeñas casas que decoraban el pueblo, algunas más derechas que otras, algunas menos habitables que otras.
Casi corrió hasta su casa, aunque no quería encontrarse a su padre, pero el frío y el estómago vacío parecía ganarle al miedo que sentía cada vez que cruzaba la puerta de madera húmeda de su pequeña casa.
Estaba a dos casas de llegar cuando su cuerpo fue impactado por otro mucho más grande, de forma tan brusca que fue lanzado al suelo sin miramientos.
─ ¡Mierda! ─ escuchó esa voz profunda por sobre su lista de improperios y pudo sentir la furia recorrer su cuerpo helado.
─ ¡Idiota!
─ ¡Perdón! Déjame ayudarte ─ lo levantó del suelo tomándolo del brazo casi sin esfuerzo alguno.
Baekhyun revoleó los ojos al ver el rostro y su mueca que pretendía ser de vergüenza del chico de ojos ámbar, y de cabellos rojos como el fuego. El chico era tan alto que hasta le molestaba y estaba construido de una forma tan particular que podía levantar su cuerpo como si de una pluma se tratara.
Maldito seas.
─ ¿Quieres fijarte por donde vas la próxima vez? Suéltame ─ quitó su mano bruscamente al ver que este no parecía querer soltarlo, y evito su mirada, algo en esos ojos de color extraño lo ponían irremediablemente nervioso.
─ Perdóname Baek, fue sin─
─ No me llames Baek ─ lo cortó ─ Fíjate por donde vas, casi me matas ─ se dió vuelta con dificultad, ya que sus botas parecían no querer dejar de enterrarse en el barro y se alejó, pero eso no era suficiente para el molesto chico.
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Caperucita Roja « chanbaek »
WerewolfDonde Chanyeol es un hombre lobo pero nadie lo sabe y Baekhyun es un cazador que usa una capa de terciopelo rojo. ADVERTENCIAS: la historia contiene violencia doméstica, violencia y descripciones gráficas, insinuación de ataque sexual y escena donde...